Todos los fans de Star Wars: La amenaza fantasma tienen claramente localizado a Jake Lloyd. Y lo hacen porque en 1999 fue la primera vez que se vio a Anakin Skywalker antes de convertirse en el legendario villano Darth Vader. El actor dio vida al personaje siendo tan solo un niño con un rostro muy alegre y angelical. La intención de George Lucas de dotar de más dramatismo a su tragedia le hizo decantarse por alguien como él. Pero, después de todo aquello, se le perdió la pista.
Ahora, Jake Lloyd es ya un hombre de 35 años. Y en contra de lo que parecía intuirse, los titulares que ha protagonizado no han sido por convertirse en una nueva estrella de Hollywood. Por el contrario, la inmensa mayoría han sido desagradables y desafortunados. Lo cierto es que solo dos años después de Star Wars: La amenaza fantasma, decidió retirarse de la actuación con apenas 12 años.
Su salto a la fama le trajo como consecuencia un terrible estrés. Para la promoción le obligaron a conceder hasta 60 entrevistas diarias. Además, tuvo que aguantar todo el peso de un personaje tan icónico como la versión infantil de Darth Vader. Y en el colegio sus compañeros empezaron a hacerle bullying por ello. Al final, no pudo más y se alejó del mundo del cine para siempre. Entre Star Wars y ese momento protagonizó solo unas pocas películas.
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Problemas mentales
A partir del año 2002, Jake Lloyd llevó una vida normal, aunque en alguna ocasión reconoció sentirse tentado por presentarse a nuevas audiciones. Pero el trauma generado por Star Wars era demasiado grande. Tanto que era incapaz de ver las películas por toda la ansiedad que le generaban. Es entonces cuando se hizo pública su situación actual. El 17 de junio de 2015 fue detenido tras una persecución policial por conducción imprudente, sin carnet y resistencia a la autoridad.
Su madre tuvo que explicar que Lloyd sufría esquizofrenia paranoide y trastorno de personalidad desde 2008. Ese día no se tomó su pastilla y se desencadenó un episodio que acabó con su detención. También explicó que no era la primera vez, pues unos meses antes la había atacado a ella misma en casa. Una situación muy dañina que empeoró aún más su imagen pública cuando se filtró el vídeo de la persecución y se hizo viral en redes sociales.
Tras varios meses en prisión en los que se negaba a recibir la ayuda de su madre, en 2016 Jake Lloyd fue internado en un centro psiquiátrico donde sería tratado profesionalmente. En 2020 se emitió un comunicado confirmando su diagnóstico. Y recientemente, en marzo de 2024, su madre desveló que lleva, otra vez, 10 meses en un centro de rehabilitación por un nuevo brote en el coche, con ella dentro. "Le está yendo mucho mejor de lo que esperaba, se está haciendo un poco más sociable. Es como recuperar más del viejo Jake", confesaba en una entrevista concedida a Scripps News.
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Eso sí, también deja claro que todos los problemas de su hijo no tienen nada que ver con Star Wars: La amenaza fantasma. Según ella, le protegió especialmente para que no se enterara de las malas críticas. Su enfermedad mental habría aparecido igualmente aunque no hubiera hecho Star Wars. Por ahora, aún quedan varios meses hasta que Jake Lloyd salga del programa en el que está internado.