Visto en una tienda de Denmark Street, en Londres:
Se prohibe a los clientes absolutamente y bajo cualquier circunstancia, tocar Stairway to Heaven, Sweet Child O'Mine o Smoke on the Water, mientras prueban nuestras guitarras. Gracias.
Una de dos: o bien los dependientes deben estar hartos de escuchar las mismas 3 canciones -son de las primeras que se aprenden cuando se empieza con la guitarra-, o quizás son las que más cuerdas rota por apasionamiento provocan.
En una escena de El Mundo de Wayne ya lo mostraban. Desde luego las tiendas tienen políticas muy extrañas y hay guitarristas que prácticamente llegan al clímax según con qué canción.