En El Caso Asunta se hace referencia en varias ocasiones a un elemento que fue esencial en la investigación del crimen: la luz forense. Gracias a ella, se descubrió que había restos de algo que podría ser semen en la camiseta de la niña. También se encontraron rastros de fluidos en una cama de la finca de Montouto. El dispositivo se menciona en varias ocasiones durante la instrucción del caso y también en el juicio. ¿Pero qué es exactamente la luz forense?

Lógicamente, es algo que existe en la realidad, pues esta no deja de ser una historia real. Aunque se le pueden dar otros nombres, la luz forense es básicamente una linterna de luz ultravioleta y azul que se usa para hacer una primera inspección de la escena del crimen. 

Algunos fluidos, como el semen, emiten fluorescencia al ser expuestos a radiaciones de unos 450 nanómetros, correspondientes a la luz azul, pero muy cerca del límite con la radiación ultravioleta. Otros fluidos, como la sangre, no se pueden ver directamente bajo la luz forense. No obstante, sí que pueden detectarse si se rocía la zona con una sustancia llamada luminol. Además, la lejía sí que se detecta directamente con la linterna, de tal manera que, si se han intentado eliminar pruebas limpiando con este desinfectante, puede detectarse.

Gracias a la luz forense se pueden ver los primeros indicios, pero para conocer exactamente qué sustancias han generado la fluorescencia es necesario enviar las pruebas a un laboratorio. Así se hizo con el Caso Asunta, como bien podemos ver en la serie.

Las aplicaciones de la luz forense

Hoy en día existen linternas de luz forense en las que se puede seleccionar la longitud de onda deseada, de manera que se restrinja el abanico posible de muestras que se detectan con ella. No obstante, tradicionalmente consistían en linternas de luz ultravioleta y azul.

Distintos tipos de fluidos reaccionan de un modo diferente al ser expuestos a esta luz. Por ejemplo, hay algunos, como el semen, que son capaces de emitir fluorescencia. Es decir, absorbe luz a una determinada longitud de onda, 450 nm en su caso, y emite en otra distinta. El resultado es que se ve como si brillase. 

luz forense
La luz forense tiene multitud de aplicaciones. Crédito: John Rambo PL (Wikimedia Commons)

En otros casos la luz se absorbe y no se emite ninguna, por lo que la mancha se ve de color negro. Es lo que ocurre con la sangre, por ejemplo. En caso de que en esa primera inspección se tengan sospechas de la presencia de sangre, se puede rociar la zona con luminol. 

Este es un compuesto que, en contacto con una sustancia oxidante, como el agua oxigenada, y un hidróxido que aporta un medio básico, se oxida poco a poco, generando energía en forma de luz azul. Es un proceso muy lento. Sin embargo, en contacto con el hierro, la reacción se acelera muchísimo, ocurriendo casi en el instante. La sangre contiene hierro. Por eso, si la disolución de luminol con agua oxigenada y un hidróxido se deposita sobre una mancha de sangre, esta se verá rápidamente de color azul. No es necesario usar la luz forense para verlo, pero las pruebas se pueden complementar entre sí.

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El análisis de laboratorio en el Caso Asunta

Como hemos visto, la luz forense es muy útil para un análisis preliminar de la escena del crimen. En el Caso Asunta, se vio que algo brillaba bajo la luz azul en su camiseta. La policía forense señaló que podría ser semen, pero también otros fluidos corporales. Incluso lejía.

El análisis de laboratorio indicó la presencia de semen, pero se concluyó que este podría deberse a una contaminación de las muestras.

Sea como sea, lo que está claro es que ni la luz forense ni el luminol pueden dar resultados definitivos. Una vez que se ha detectado la fluorescencia o la ausencia de ella, las muestras deben analizarse. Hace años, cuando empezó a usarse la PCR para determinar la procedencia de fluidos como la sangre, se temió que el luminol pudiese degradar el ADN, de tal manera que la PCR no fuese viable. No obstante, los estudios realizados al respecto demostraron que esto no es así. Ambas pruebas pueden usarse en conjunto sin interferir en los resultados.

Por eso, la luz forense se sigue utilizando, en combinación con el luminol o sin él. Pero el análisis de laboratorio posterior no ha dejado de ser esencial. 

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