El calor infernal del verano de 2023 parece habernos dado unas tregua en prácticamente toda España. Pero que no haga calor infernal no quiere decir que las temperaturas sean bajas. Aún siguen siendo tan altas como para dificultar el sueño en algunos lugares. ¿Pero qué significa eso? Es decir, ¿cuánto es demasiado calor para coger el sueño? O, dicho de otro modo, ¿cuál es la temperatura óptima para dormir?

Esto es algo que se ha estudiado mucho en los últimos años. El último estudio sobre el tema lo acaba de publicar un equipo de científicos de la Escuela de Medicina de Harvard, tras analizar cuál es la temperatura óptima para dormir en un entorno no controlado.

Generalmente este tipo de estudios se llevan a cabo en condiciones de laboratorio. Allí, se puede ir variando la temperatura, pero siempre con una monitorización exhaustiva para mantenerla constante. En la vida real eso no es así. Podemos climatizar la habitación todo lo que queramos, pero lo normal es que la temperatura vaya variando. Por eso, los participantes de este estudio se sometieron a un control mientras dormían en sus casas. La conclusión fue que la temperatura óptima para dormir se sitúa entre los 20ºC y los 25ºC. Eso sí, hay mucha variación entre individuos, de modo que, cuando alguien tiene demasiado calor para conciliar el sueño, otra persona puede considerar que se encuentra a la temperatura perfecta.

¿Por qué el calor es tan malo para el sueño?

Cuando hablamos de ritmos circadianos nos viene a la cabeza la luz. No es raro, pues es uno de los principales indicadores para que nuestro cerebro se prepare para dormir o despertarse. Cuando hay luz, se inhibe la secreción de melatonina, que es la hormona que nos ayuda a conciliar el sueño. Sin embargo, a medida que la luz va disminuyendo, se libera cada vez más de esta hormona.

Pero la luz no es el único indicador para nuestro sistema circadiano. Para que se pueda desencadenar el sueño también es necesario que baje nuestra temperatura corporal. Y eso, si la temperatura ambiental es extremadamente alta, se hace complicado. Se ve afectada principalmente la fase REM, de descanso profundo, ya que se reduce su duración. Esto significa que se producen más despertares a lo largo de la noche, de manera que al día siguiente estamos más cansados. Si a todo eso le sumamos el problema de la deshidratación, vemos que estamos ante un problema importante. Para que todo esto no pase, debemos encontrar nuestra temperatura óptima para dormir, que puede variar de unas personas a otras, pero se suele encontrar dentro de unos rangos concretos.

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Algo tan simple como un buen aislamiento de las ventanas es esencial. Crédito: Rob Wingate (Unsplash)

¿Cuál es la temperatura óptima para dormir?

El estudio que se acaba de publicar en Science of the Total Environment se centra solo en personas mayores, con edades por encima de los 65 años. En total hubo 50 voluntarios, residentes en Boston, Estados Unidos. 

Todos ellos tuvieron que dormir como lo harían normalmente, en casa, pero con sensores de temperatura y humedad del aire interior instalados en sus habitaciones. Además, se les colocó un dispositivo en forma de anillo para rastrear su sueño, temperatura de la piel, frecuencia cardíaca y movimiento. De este modo, se recopilaron datos de 11.000 noches, concluyendo que, como ya hemos visto, la temperatura óptima para dormir, en general, estaba entre los 20ºC y los 25ºC.

Si dormían con más o menos grados, la calidad de sueño se resentía. De hecho, por encima del margen, la cantidad de tiempo que pasaban dormidos se redujo en un 10%. Puede parecer poco, pero es una cifra bastante preocupante, ya que se puede afectar la salud a muchísimos niveles, desde el aumento del estrés y la ansiedad hasta un desajuste de los niveles de azúcar en sangre.

Algo importante es que, si bien había residentes en todo tipo de edificios, desde viviendas sociales hasta casas propias con una mejor infraestructura, en general la mayoría de ellos tenían un buen nivel económico. Eso les permitía una mejor climatización de sus hogares: ventanas mejor aisladas, métodos de aire acondicionado domotizados, etc.

Se ven peores resultados en los que viven en lugares más humildes, por lo que ese es un factor importante a tener en cuenta. Aun así, se puede intentar ventilar la habitación, usar pijamas ligeros y otras medidas que no requieren una gran inversión económica. Está claro que descansar bien es esencial, por lo que encontrar la temperatura óptima para dormir de cada uno de nosotros es una gran necesidad. 

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