En España salimos hace poco de una de las olas de calor más tempranas de los registros. Pero aún es pronto. Esto no ha hecho más que empezar y, al igual que en otros tantos lugares del hemisferio norte, aún nos quedan por delante unos cuantos meses de sudar la gota gorda. Y eso es especialmente molesto por la noche. De hecho, según un estudio publicado recientemente por científicos de la Universidad de Copenhague, el cambio climático nos acabará robando entre 50 y 58 horas de sueño anual. Lógicamente, la solución más amplia es combatir ese cambio climático. Pero, mientras tanto, no está de más conocer algunos consejos para dormir a pesar de las altas temperaturas.

Y es que el calor hace mucho más que incomodarnos. En 2019, científicos de la Universidad de Energía Eléctrica del Norte de China estudiaron cómo influye el calor sobre la calidad del sueño de las personas. Así, vieron que, por ejemplo, los cambios en la temperatura corporal alteran los ciclos sueño-vigilia propios de los ritmos circadianos, impidiéndonos dormir cuando toca. Esto se debe a que estos ciclos no solo se rigen por las horas de luz-oscuridad. También se relacionan con otros parámetros como la temperatura corporal, que generalmente baja durante la noche. Pero en épocas de calor intenso es todo más complicado. 

Por todo esto, si queremos conciliar el sueño en verano debemos intentar tomar medidas que, por raro que parezca, empiezan durante el día. No se trata de meternos en la cama e intentar combatir el calor, sino de trabajar para que en ese momento no haya demasiado calor que combatir. Es difícil, pero hay algunos trucos.

Controla las persianas durante el día

Ventilar las habitaciones durante el día es importante. Lo ha sido siempre, aunque la concienciación se ha hecho mayor durante los años del coronavirus. Pero en verano no vale cualquier momento para ventilar. Podemos abrir las ventanas, sí, pero si además subimos las persianas deberíamos evitar las horas en las que el sol incide sobre ellas.

Y es que, aunque no lo parezca, ese calor se acumula en la estancia y permanece hasta la noche. De hecho, según declaraciones a New Scientist del profesor Roland Ennos, de la Universidad de Hull (Reino Unido), “mantener la luz solar fuera evita que unos 800 vatios por metro cuadrado entren por las ventanas”.

Así, a la hora de dormir nuestra habitación no estará tan caldeada y podremos conciliar mejor el sueño. Y todavía más si, como es lógico, usamos pijama y ropa de cama ligeros. 

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Hidrátate bien para dormir mejor, pero cuidado con cuándo lo haces

Para combatir el calor es importante hidratarse bien. Puede parecer una obviedad, pero no está de más recordarlo.

Ahora bien, hay dos cosas que debemos tener en cuenta a la hora de hidratarnos. Una es que no consiste solo en beber agua. De hecho, no consiste solo en beber líquidos. También nos podemos hidratar tomando alimentos muy ricos en agua, como la sandía que tanto gusta en esta época.

Es importante hidratarse bien, pero no justo antes de dormir

Pero, sea como sea, no debemos hidratarnos demasiado justo antes de dormir. Esto podría hacernos realizar viajes frecuentes al baño, impidiéndonos conciliar el sueño.

De hecho, Ana Fernández Arcos, coordinadora del Grupo de Estudio del Sueño de la Sociedad Española de Neurología, explicó recientemente a Hipertextual que es una de las razones por las que se desaconsejan las infusiones para dormir. Además de que su eficacia no está demostrada, supone beber más líquido justo antes de ir a la cama y esto puede ser contraproducente.

Cuidado con el calor de la digestión

Generalmente, para dormir mejor se recomienda no comer justo antes de dormir y, además, evitar las comidas pesadas. Esto es aplicable en cualquier momento del año. No obstante, es un consejo aún mejor en verano.

El motivo es que durante la digestión se libera una gran cantidad de energía en forma de calor, aumentando nuestra temperatura corporal. Ya tenemos bastante con el calor ambiental, como para tener un poco más a causa de lo que comemos. Por eso, es importante evitar las comidas pesadas para conciliar el sueño.

Las digestiones pesadas antes de dormir se desaconsejan siempre, pero sobre todo en verano

Además, hay que elegir bien los alimentos y las bebidas. Es obvio que hay que evitar la cafeína, pero también el alcohol, ya que este promueve la deshidratación y, si bien nos ayudará a caer en los brazos de Morfeo rápidamente, también puede patrocinar una gran cantidad de despertares nocturnos.

Todos estos son consejos muy simples, pero de los que nos olvidamos a veces. Y es que en verano debemos tomar aún más medidas si queremos descansar por la noche. Porque calor y sueño no se llevan bien, pero con un poco de cuidado podemos intentar que casen lo suficiente para que los meses que tenemos por delante no se conviertan en una tortura nocturna. 

Esta es una versión actualizada de un artículo publicado previamente en Hipertextual.

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