Cabify ha presentado sus resultados anuales, los correspondientes a 2021, en el Registro Mercantil. Los que hacen referencia a su plataforma de movilidad en España –esto deja fuera a los otros negocios en los que el grupo tiene intereses, concretamente Vector (propietario de coches y licencias VTC)–. Unos datos que son importantes porque muestran la evolución de la compañía tras la pandemia. Con un 2020 que se llevó por delante la mayor parte de los ingresos de las plataformas de movilidad, todos tenían puestos los ojos en 2021. De ese año dependía si se tomaba el camino de la recuperación o si, por el contrario, el sector de la movilidad seguía lastrando los problemas de deuda del pasado.

Cabify tenía, de forma añadida, otro reto. El unicornio español cerró 2019 llegando a su primera rentabilidad histórica. Con un beneficio neto de 3 millones de euros, esta cifra era un espejismo en 2020. Era lógico, y ya lo avisó la compañía: el cierre de operaciones por el coronavirus les había alejado de esta senda. La duda era cuándo volverían a alcanzarla. 2021 no fue el año para ello, aunque sí se alejan de los malos datos del pasado registro.

De esta manera, Cabify logra un importe neto de cifra de negocio de 156,5 millones de euros. Por encima de los 119,7 de 2020, pero aún lejos de los 223 de 2019. El llamado su año récord.

Sin embargo, es en la deuda donde reside el mayor interés de los resultados de la compañía. Con un 2019 de rentabilidad, fue el año de la pandemia el que más problemas registraron. De sus números positivos, se pasó a una caída de 43,3 millones de euros en deuda. Una que, según explica la compañía, se debía a un ajuste que Cabify debía solucionar con Vector bajo una cuestión de créditos entre ambas compañías. Ahora, el unicornio muestra una deuda de 0,3 millones de euros. Lo que supone un 99,2 % menos respecto al año pasado.

De esta forma, y según explican, Cabify va camino de la rentabilidad. Aún con menos ingresos que antes de la pandemia, pero habiendo solucionado la cuestión de la deuda dentro de la compañía. También con un nuevo inversor de la altura de Mutua Madrileña, compañía que lleva tiempo invirtiendo en modelos de movilidad y que se ha hecho con el 1,26 % de las acciones del unicornio por un valor que no se ha hecho público. Solo apuntan a un valor ligeramente superior a la ronda anterior, concretamente la de 2018 que lanzaba a Cabify al grupo de los unicornios.

El problema de Cabify en Barcelona

Cabify tiene negocio en 10 ciudades de España: A Coruña, Alicante, Barcelona, Madrid, Málaga, Murcia, Santander, Sevilla, Valencia y Zaragoza. De todas ellas, Barcelona es la que más preocupa a la compañía. Es, de hecho, la que más tiene que perder de todas las compañías de movilidad con pasajeros que operan en la región.

Uber y Bolt, que entraron en la ciudad con su modelo VTC hace poco menos de dos meses, cuentan con poco recorrido. Cabify lleva operando desde 2019 de forma ininterrumpida. Con una inversión estimada de 150 millones de euros, el nuevo Decret del Taxi, o el llamado Hijo del Taxi, afecta directamente al unicornio español.

El nuevo texto, que entrará en vigor el próximo octubre, supone un nuevo reto para las compañías de movilidad. Las cuales ya han elevado su queja a Europa al considerar que el texto de Barcelona no cumple con las cuestiones de competencia impuestas por la Institución comunitaria. Con un más que seguro recorrido legal, de momento las plataformas están trabajando para encontrar una manera para seguir operando sin que hayan trascendido más datos hasta el momento.

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