Durante la semana pasada y también la que está en curso he tenido la oportunidad, hasta el privilegio diría yo, de probar una unidad de la familia MacBook Air recién estrenada, en concreto un MacBook Air con disco SSD de 256 GB con un procesador Core i7 de Intel de doble núcleo a 1,8 GHz con 4 MB de caché de nivel 3 compartida, es decir, la máquina tope de gama de cuantas componen la nueva estructura de ultraligeros de la manzana.

Por tanto, ha llegado también el momento de contar mis impresiones y espero poder transmitir a lo largo de este artículo cuál ha sido mi experiencia. Entiendo que hay algunos lectores que están considerando en estos momentos la posibilidad de adquirir un MacBook Air y están sopesando otras alternativas, como un MacBook Pro ahora que los Macs han perdido a su integrante blanco (hablamos de desaparecido MacBook white). En otros casos, algunos usuarios maqueros querrán saber qué tal se desenvuelve una máquina como desde la que escribo, tomando en cuenta que sus prestaciones se equiparan y hasta superan a las de algunos MacBook Pro.

Consideraciones generales de la nueva familia

Como bien sabéis la nueva familia MacBook Air apenas ha sufrido cambios en cuanto a la forma en que está organizada, sigue habiendo dos MacBooks Air de 11 pulgadas y se ofrecen otros dos de 13 pulgadas. Un modelo de MacBook Air de 11 pulgadas fue analizado en este blog la semana pasada, y os invito a leer aquel post si os parece una opción atractiva.

¿Cuáles son las diferencias entre un formato y otro? Podemos consultar una lista de diferencias entre unos y otros en la página web de Apple. Aquí solo nos limitaremos a decir que la mayor diferencia, aparte del tamaño y peso de uno y otro claro está, se produce en los procesadores incluidos de serie (1,6 en el formato pequeño y 1'7 en el grande, ambos Core i5), así como en la memoria RAM (de serie 2GB en el modelo de 11 pulgadas y 4GB en el de 13 pulgadas).

Obviamente se pueden realizar pedidos personalizados de cada una de las configuraciones para aumentar tamaño de memoria SSD, capacidad de memoria RAM, procesador... En este caso nos encontramos con el modelo de la reseña, pues a un MacBook Air de 13 pulgadas con la configuración de serie más alta posible se le ha añadido un procesador un poco más rápido, en este caso un Core i7 de 1,8GHz.

El nuevo MacBook Air de 13 pulgadas analizado por fuera

Acerquémonos a la unidad probada e intentemos describir las sensaciones que transmite, las que se pueden percibir sin siquiera encender el equipo. En primer lugar destaca su bajo peso, 1'35Kg, tanto es así que no cuesta ningún trabajo sostenerlo con una sola mano, colocado sobre la muñeca y abierto podemos estar bastantes minutos consultando algo de información sin cansarnos. Por otra parte, la carcasa unibody es una auténtica maravilla, ya no solo en su acabado metálico agradable al tacto y a la vista sino también en la sensación que da de, a pesar de estar delante de unidad de extrema delgadez, poseer una gran estabilidad y dureza.

El reparto de pesos está muy logrado, por eso se puede manejar con facilidad cuando lo transportamos de un lado al otro del hogar bajo el brazo y ya ni decir lo imperceptible que resulta si nos acompaña dentro de una cartera, mochila o bolso cuando salimos a la calle. A pesar de estar encapsulado en un envoltorio tan fino, el modelo permanece firme sobre cualquier superficie mientras se usa, no tiembla ni se mueve, y está tan bien ideado que podremos abrirlo con una sola mano, sin necesidad de apoyar la otra en la parte inferior para que no se levante.

En cuanto a los puertos y conexiones disponibles, contamos con el cargador, puerto USB 2.0 y entrada/salida de audio en el lado izquierdo. En el otro flanco, en el lado derecho, veremos el puerto Thunderbolt que a su vez es una salida MiniDisplay Port, una ranura para tarjetas SD y otro puerto USB 2.0. La ranura SD es la única diferencia con su hermano menor de 11 pulgadas. Aunque el mayor acierto consiste en esos dos puertos USB, pues al no estar asignados a uno solo de los lados es muy fácil conectar un dispositivo en la parte que más cómoda nos resulte en cada momento, evitando así tener que mover la unidad externa conectada o girar el propio portátil para que la conexión se efectúe.

Una vez encendido y si no hay mucha luz en la habitación nos daremos cuenta enseguida de una de las prestaciones que se echaban en falta en el modelo anterior, en efecto ese teclado retroiluminado es una maravilla, muy útil cuando estamos en el salón mientras vemos la televisión o en la cama mientras consultamos noticias, leemos o vemos algún vídeo. Por cierto, y solo como curiosidad, su terminación afilada de la base del teclado en su parte delantera es la mejor solución para que nuestras muñecas descansen sobre el portátil al escribir sin que apenas quede en el aire parte alguna de nuestros brazos, es como si dejáramos caer nuestras manos directamente sobre la mesa.

El nuevo MacBook Air analizado por dentro

Aquí viene la parte que más nos interesa, pues seguro que todos queremos conocer qué tal se comporta el MacBook Air en el día a día, funcionando con multitud de aplicaciones, moviendo archivos, copiando, descargando elementos de la red... En realidad las sensaciones no han podido ser más agradables y uno experimenta una sopresa tras otra mientras lo utiliza.

En primer lugar el manejo de Lion gracias a ese estupendo y enorme trackpad es notablemente fluido, no se producen cortes en las innumerables animaciones que se le han añadido al sistema operativo y podemos activar Launchpad o movernos entre escritorios con Mission Control casi en fracciones de segundo. El clic del trackpad no se resiste demasiado, es suave y accesible desde cualquier parte de su superficie, aunque no tardé en modificar un poco sus ajustes para utilizarlo lo menos posible.

Una de las primeras cosas que se me ocurrieron probar una vez recibida la unidad era ver qué tal se comportaba y cuánto tiempo tardaba en abrir aplicaciones. Tras descargar numerosas apps de mi cuenta del Mac App Store y algunas otras desde sus respectivas webs me dispuse a abrirlas todas de golpe desde la carpeta de aplicaciones del Finder, a las aproximadamente cincuenta aplicaciones existentes no les llevó más de 20 segundos abrirse, dando una clara muestra de lo que este equipo es capaz.

Posteriormente he estado utilizando el portátil para mis tareas diarias, tanto al escribir para este blog como en la edición de documentos personales, la edición de vídeo con algunas grabaciones de viajes recientes mediante la aplicación iMovie, así como el uso del portátil para trabajos de creación de planos en 2D y 3D con AutoCAD (que por cierto da muchos problemas con Lion, lo puedo corroborar).

En todos los casos he estado inspeccionando de vez en cuando qué tal se estaba comportando el Air con sus recursos. El widget de iStat Pro para el Dashboard es más que suficiente para estos menesteres. Obviamente 4GB de RAM dan para mucho y en muy contadas ocasiones he visto al equipo ir ahogado en este ámbito, quizás esta cantidad de memoria sea la más adecuada para el sistema operativo actual. Algo parecido puede decirse del uso de la CPU, parece trabajar sin agobio la mayoría de las ocasiones, con picos puntuales al ejecutar una nueva aplicación pesada, por ejemplo.

Mención aparte requiere la temperatura del equipo. ¿Se calienta el MacBook Air? Yo respondería a eso con un rotundo no pues en general el equipo ha estado rondando los 55º de CPU la mayor parte del tiempo con el ventilador a muy baja velocidad, inaudible. Muy rara vez he oído el ventilador integrado soplar más revolucionado de la cuenta, cuando la temperatura se ha disparado por encima de los 80 o 90 grados de temperatura, pero ha sido en ocasiones muy puntuales al intentar poner la unidad a prueba. Esto se ha producido en las siguiente ocasiones:

Al trabajar con AutoCAD con planos pesados
Al trabajar con iMovie durante los procesos más complejos de la edición de vídeo
* Al jugar en Steam a títulos con gráfica muy elaborada

Sin embargo, en ninguno de estos casos la temperatura se ha notado en exceso en la carcasa externa como sí me ha ocurrido con otros Macs portátiles, mostrando así que la disipación de calor está muy bien estudiada. En definitiva se trata de una unidad que está pensada para la mayoría de los trabajos normales a los que cualquier usuario de Mac se puede enfrentar en su desempeño diario, por algo nos encontramos con el MacBook Air tope de gama de cuantos se puedan comprar hoy en día.

¿Y qué decir de la batería y del disco interno SSD? Qué podemos añadir a lo mucho que ya se ha mencionado al respecto. La batería en un desempeño constante ma he durado de 5 a 7 horas dependiendo de lo que haya estado haciendo. Si ha sido solo uso de un navegador hasta he pasado en ocasiones esa marca. Respecto al disco interno, es inmediato degustar sus virtudes, en el momento en que queremos copiar un archivo grande o acceder a una película, por poner un par de ejemplos, los accesos a estos datos son inmediatos y contribuyen a hacer del MacBook Air un portátil que da sensación de inmediatez.

Ventajas e inconvenientes

Tal como hemos comentado en otras ocasiones debemos pensar que el equipo portátil perfecto no existe. Si queremos un portátil ligero, delgado, bonito, rápido, potente, flexible, robusto... quizás debamos esperar aún unos años porque esa unidad aún no se ha diseñado. Si tomamos en cuenta las cualidades anteriores, conceder mayor peso a una de ellas hará que las otras se vean comprometidas. Por ejemplo, a mayor ligereza menor robustez, o a mayor potencia menor delgadez.

Sin embargo, si buscamos un punto intermedio entre todos esos requerimientos quizás hallemos en el cruce a este modelo de MacBook Air, un ultraportátil que sabe satisfacer la mayoría de estas necesidades. ¿Entonces es mejor comprar un MacBook Pro o un MacBook Air? Depende de nuestras necesidades. Hagamos caso a la denominación que para algo está, el Pro es un modelo más para usos profesionales que caseros, en cambio el Air es para personas en movilidad.

La situación personal en la que me hallo quizás pueda ayudar a aclarar el asunto a algunos de nuestros lectores. Poseo como bien sabéis un MacBook blanco de 2007 que está pidiendo a gritos ya una jubilación, ¿qué portátil pienso adquirir a más tardar a mediados del año que viene? Un MacBook Air, porque mis labores se centran especialmente en el uso de la red, edición de documentos de texto y trabajos puntuales con iPhoto y iMovie. Aunque fuese mi único Mac en el hogar lo consideraría una buena opción pues cumple con su trabajo en casa conectado a un monitor externo a la vez que es el compañero ideal fuera.

Habrá quien se halle en una situación diferente porque normalmente no saque su equipo de casa y realice tareas algo más pesadas, en ese caso creo que la elección más inteligente sería un MacBook Pro. Respecto a la menor capacidad de disco de almacenamiento del MacBook Air con respecto a un MacBook Pro no hay nada que no arregle una unidad externa de disco duro para archivos que son consultados solo de vez en cuando.

Conclusión

9.5/10

Este portátil es una maravilla se mire por donde se mire, no en vano ya está dispuesto a ser imitado por multitud de empresas que querrán lanzar produtos similares en los próximos meses. El problema es que Apple les lleva una enorme ventaja, una ventaja de años analizando cómo reducir pesos, ajustar prestaciones, trabajar en el diseño para que la ergonomía no se vea afectada... desde 2008 que la familia MacBook Air fue presentada.

Para concluir, es una lástima que el modelo presente sea una unidad de prueba de la que tarde o temprano tendré que despedirme, pues probablemente sea el mejor portátil que exista en el mercado en estos momentos.

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