Actualmente, es extremadamente difícil dedicarse a escribir novelas. Hay demasiada competencia. Entre mirar TikTok, Instagram o Twitter, a muy pocas personas les queda tiempo para leer. Pero una cosa es leer un artículo, otra muy distinta es leer un librazo de más de mil páginas. La guerra por la atención del público es bastante salvaje. Solo los mejores sobreviven. Uno de ellos es el gran Haruki Murakami.

Publicó su primera novela en 1979, cuando tenía 29 años. Era la primera vez que intentaba algo así. Producto de una epifanía que tuvo mientras veía un partido de béisbol. Alcanzó la fama nacional ocho años después con su libro más personal, Tokio blues (Norwegian Wood). 5 % de la población de Japón (120 millones en ese momento) adquirió una copia, es decir, más de cuatro millones de personas.

Las influencias occidentales en su estilo provocaron fuertes críticas de la comunidad literaria de Japón (el título hace referencia a una canción de los Beatles), decían que Haruki Murakami estaba destruyendo la tradición de la literatura japonesa. Murakami se sentía orgulloso de esa destrucción, pero al no sentirse bienvenido decidió escribir sus siguientes obras desde Europa, luego en Estados Unidos.

Sus misterios

Murakami

La esencia de Murakami es el misterio. Todas sus novelas giran alrededor de algún tipo de hecho desconocido que desconcierta al protagonista. El encanto consiste en acercarse a la respuesta, página por página, hasta que te das cuenta de que la resolución no es lo más importante, sino como se llega hasta ella. Ha escrito historias realistas y otras surrealistas. Pero todas tienen esta característica que te incentiva a seguir leyendo. Es como si el autor colocara una atractiva recompensa justo en frente de tus narices, y te reta a que lo persigas.

En su novela corta, Los años de peregrinación del chico sin color, el protagonista relata los mejores años de su vida, los que disfrutó al lado de sus mejores amigos, dos chicos y dos chicas. Hacían todo juntos, eran como “los cinco dedos de una mano”. De repente, un día como cualquier otro, se suponía que se verían esa tarde, pero nadie le atendía el teléfono. Cuando por fin logró dar con uno de sus amigos, fue informado que ya no querían tener nada que ver con él, jamás. Al pedir explicaciones le respondieron: “tú sabes lo que hiciste”. No lo sabía. Décadas después de ese trauma, el protagonista se propone encontrar a sus antiguos amigos para así poder pasar la página.

Así es que Haruki Murakami te motiva a seguir leyendo. Presentándote una situación que te produce frustración. Quieres obtener una respuesta lo más rápido posible, por eso vas a querer leer hasta obtenerla. En otra de sus obras, 1Q84, una muchacha de diecisiete años ha escrito una impresionante novela sobre una pequeña niña que conoció a unos seres mágicos durante los años que estuvo viviendo en un complejo aislado perteneciente a un culto. Resulta que la autora escapó de un sitio así cuando tan solo era una niña. ¿Entonces es solo una obra de ficción? O esconde una verdad perturbadora.

Las cualidades hipnóticas de la prosa de Haruki Murakami

Murakami

En cada una de sus novelas, Murakami te va a sugerir que te adentres en su mundo. Si te rehúsas, nada tendrá sentido. Para lograr ese objetivo, emplea un estilo de escritura que enfatiza el grueso muro que existe entre la consciencia de sus personajes y el mundo exterior.

Lo único que puede conectar a dos personajes en el mundo de Murakami es el amor y a veces la magia, pero principalmente el amor. La mera comunicación verbal suele ser inútil para ese propósito. Hay varios casos de personajes que, a pesar de habitar mundos distintos, de alguna manera comparten la misma frecuencia, esto les permite entenderse entre el salvaje caos.

Como todo puede pasar, dado que la mayoría de sus historias son surrealistas, vas a sentir un miedo a lo desconocido cuando leas sus libros. Algo así como que nadie está seguro. Que lo blanco puede ser negro de un momento a otro o viceversa. Porque las “reglas” de esas otras realidades no están escritas, sino que son como un torbellino en constante movimiento. Uno de los mejores ejemplos de su prosa es el siguiente:

Como si construyera una cerca alrededor del vacío fatal dentro de ella, tuvo que crear a la persona afable en la que se convirtió. Pero si arrancas los egos ornamentales que ella había construido, solo había un abismo hecho de nada, y la intensa sed que venía con él. Aunque tratara de olvidarlo, esa nada la visitaba periódicamente - en una tarde solitaria y lluviosa, o al amanecer, despertando de una pesadilla. Lo que necesitaba en esas ocasiones era ser abrazada por alguien, por cualquiera.

1Q84

Fragmentos así resultan hipnotizantes porque te introducen en una psicología ajena pero tan familiar. Ya que refieren a un sentimiento que a muchos les resulta conocido. Y en el contexto del realismo mágico, es posible hacer y deshacer lo que en el mundo real sería como cambiar una montaña de sitio.

El estudio de la soledad

Murakami

Murakami es conocido con hacer malabares con su puñado de conceptos y personajes preferidos, como hablamos en el caso del misterio. El protagonista casi siempre es un hombre treintañero, introvertido y solitario. Sin embargo, nunca tiene problemas para conseguir mujeres. Parece atraerlas como si se tratara de un imán. Al mismo tiempo siempre hay una muchacha encantadora que desaparece sin dejar rastro. Y en todos sus libros hay un esfuerzo por narrar la soledad, por alguien que claramente adora estar solo.

Se han vuelto icónicos los momentos de soledad en las novelas de Haruki Murakami. En Kafka en la orilla, el protagonista es un adolescente que huye de casa y se refugia en una biblioteca. Alguien se apiada de él y le permite quedarse en una cabaña alejada de toda civilización. Ahí pasa varias semanas leyendo, cocinando (las recetas son explicadas al detalle), tomando el sol y escuchando discos de jazz. El otro protagonista de esa novela es un anciano con el poder de hablar con los gatos. Es un hombre extraño que solo se relaciona con otras personas muy de vez en cuando. La mayoría del tiempo recorre su barrio, entrevistando a los gatos del vecindario.

Mientras que otros autores sufrirían para hacer interesante un capítulo en que el protagonista se encuentra completamente solo, la obra de Murakami involucra mucha introspección. Sus personajes se aíslan para repensar la vida, para escapar de situaciones incómodas, para comenzar de cero. En esas son las situaciones en que lo paranormal se hace presente. Como suele suceder en la vida real, las historias de fantasmas nunca involucran a un grupo de adolescentes paseando por un parque a plena luz del día, sino a un ermitaño siendo acosado por espectros en la madrugada. Así le sucede al protagonista de La muerte del comendador. Luego de vivir aislado en una cabaña en lo profundo de la montaña, es visitado por un espíritu misterioso que parece haber salido de una pintura. En lo profundo de la soledad es que la magia se hace presente.

El realismo mágico de Murakami

Murakami

A pesar de que su novela más popular, Tokio Blues (Norwegian Wood), no tiene nada que ver con la magia. Uno de los elementos más amados por los fanáticos de Murakami es el realismo mágico. Sus historias casi siempre cuentan con una serie de fenómenos extraños. En su mayoría nunca son contados como tal, sino sencillamente mostrados para que, maravillado, intentes dar con tu propia explicación. Eso genera una especulación divertida, en la que te rascas la cabeza mientras tratas de dar con una respuesta.

El elemento mágico siempre es presentado de manera casual. No se trata de Harry Potter en donde el profesor te explica cómo realizar un hechizo con un propósito y una técnica determinada. Sino que poco a poco los sucesos absurdos se van multiplicando, hasta que te encuentras en una realidad irreconocible.

Así le sucede al protagonista de Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Primero recibe una misteriosa llamada de una mujer lujuriosa. Luego su esposa desaparece de repente. Su hermano, que siempre lo ha odiado, parece haberla secuestrado. Pero es como si la hubiera aprisionado en un mundo onírico. Conocerá a una serie de personajes que parecen estar dementes, hasta que lo absurdo que habían predicho se hace realidad. El protagonista encuentra la respuesta a sus problemas encerrándose en el fondo de un pozo. Después parece haber ganado una especie de poder curativo.

Este tipo de historia es se puede disfrutar si estás dispuesto a ser sorprendido. Porque no cuenta con la dirección de una historia tradicional. El ritmo es inconsistente. Así como el de un sueño, que en un momento va hacia una dirección y de súbito estás en otro planeta. Están advertidos.

Su obsesión con las mujeres, los gatos y los padres

Murakami

Murakami es como un pintor que siempre usa la misma paleta de colores, pero que es capaz de crear infinidad de imágenes diferentes con ellos. Por eso los elementos que emplea son muy identificables, pero siempre los combina de maneras diferentes y así los transforma.

El modelo de protagonista de las novelas de Haruki Murakami siempre tiene una relación bastante complicada con el sexo femenino. Siempre le atraen profundamente las orejas de las mujeres. Casi siempre tiene un gato. Casi siempre tiene una terrible relación con su padre, su madre siempre está ausente. Jamás tienen hermanos, ya que Murakami es hijo único. Casi siempre tiene una obsesión con el jazz y la música clásica. Muchas veces conoce a una muchacha menor de edad que es extrañamente encantadora, con la que desarrolla una relación extraña. Estos elementos siempre están presentes, pero de maneras salvajemente diferentes.

Es bastante curioso ver cómo experimenta una y otra vez con los mismos elementos. Eso hace que la atmósfera de sus libros siempre sea reconocible. Es una consistencia temática que fomenta que quieras leer todas sus novelas, ya que si disfrutaste una es probable que las disfrutes todas. Mi preferida es 1Q84, que es la más larga. A todo el mundo le recomiendo comenzar por Tokio blues (Norwegian Wood), que así lo hice yo, y así lo hicieron la mayoría de los fanáticos de este titán de la literatura.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: