Después de otra sesión de primavera fuera de su fecha, el invierno vuelve a España a partir de mañana, 22 de febrero. Según han informado desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), se espera la llegada de un chorro polar que desplazará al anticiclón que ha estado causando una gran estabilidad atmosférica, con temperaturas muy por encima de lo normal para estas fechas.
Esto va a generar un cambio de tiempo brusco, con temperaturas bajas, mucho viento, mala mar, y precipitaciones que podrán convertirse en nieve en cotas mucho más bajas de lo habitual.
Aunque no es posible hacer predicciones meteorológicas con mucha antelación, podría ser incluso que en el fin de semana tengamos una borrasca de alto impacto. Por lo tanto, hay muchos conceptos que aclarar, especialmente dos. ¿Qué son el chorro polar y la borrasca de alto impacto?
El chorro polar que lo cambiará todo
Se define como chorro polar una corriente de aire muy intensa, que se concentra en niveles altos de la atmósfera, aproximadamente de 9 a 12 kilómetros de altura. Está detrás de los cambios entre borrascas y anticiclones, como bien podremos ver mañana, ya que se encargará precisamente de desplazar un anticiclón y dejar paso a una borrasca.
El anticiclón es una zona de altas presiones. Es decir, una región en la que la presión del aire a su alrededor es más baja. En cambio, la borrasca es todo lo contrario. El anticiclón suele estar asociado a lo que llamamos buen tiempo, y la borrasca al malo. Aunque habría que dejar claro por qué catalogamos el tiempo como malo o bueno, pero esa es otra cuestión.
En cuanto a las borrascas de alto impacto, son aquellas en las que la presión es especialmente baja, de manera que las consecuencias son mucho más intensas, con fuertes rachas de viento y muchas precipitaciones. Suelen ocurrir muy rápidamente, en cuyo casos se conocen también como ciclogénesis explosiva.
De hecho, es precisamente esa rapidez en su formación, junto a los daños que pueden causar, el motivo por el que se les hace un seguimiento muy exhaustivo, catalogándolas con nombres propios, igual que los huracanes. Si la que está por venir llega a catalogarse como borrasca de alto impacto, se bautizará como Louis. Este es el nombre que toca, después de Karlotta, en la clasificación de los Servicios Nacionales Meteorológicos del suroeste europeo.
Lo que está por venir en España
Esta nueva situación meteorológica desencadenada por el chorro polar comenzará el 22 de febrero. Empezará con un frente frío que entrará a la península por el noroeste, provocando la mayoría de precipitaciones tanto en esta zona peninsular como en las islas Baleares. Después, el día 23, se desplazará al Mediterráneo, con vientos muy intensos.
Las condiciones invernales se habrán adueñado de prácticamente toda la península para el día 24. No obstante, ese día se sumará a la situación una nueva borrasca que entrará por el Atlántico. Las temperaturas máximas, que hasta ahora han llegado a alcanzar los 15ºC-20ºC, podrían bajar hasta los 7ºC-10ºC.
Esa es la predicción por ahora, aunque habrá que ver cómo avanzan las cosas. De momento, parece que vuelve el invierno, como corresponde a esta época del año.