True Detective ha regresado este 2024 con la que es su cuarta temporada. La aclamada serie lo ha hecho, además, por la puerta grande. Noche Polar está siendo muy celebrada por los fans gracias a un nuevo caso muy extraño en el que lo sobrenatural vuelve a estar presente. Y, además, cuenta con importantes conexiones con las anteriores temporadas. La más evidente y trascendental, la funesta espiral que tantos quebraderos de cabeza lleva dando desde hace diez años.

En True Detective: Noche Polar, las detectives Liz Danvers (Jodie Foster) y Evangeline Navarro (Kali Reis) deben investigar un misterioso suceso en Ennis, Alaska. Ocho investigadores de la Estación de Investigación Tsalal desaparecieron en mitad de la noche. Sus cuerpos aparecieron congelados y desnudos en el hielo, pero apuntaban a haber sido en realidad víctimas de algún ataque. Y, por si fuera poco, todo parece conectar con el asesinato de Annie K., una mujer indígena de la zona, seis años atrás.

Bajo esa premiosa, True Detective bien podría haberse alejado de las anteriores tres temporadas y centrarse en una nueva historia independiente. Sin embargo, ya desde el primer episodio, la siniestra espiral comenzó a hacer acto de presencia. Lo más evidente es que, por un lado, uno de los cadáveres de los investigadores apareció con ella tatuada en la frente. Pero, por otro lado, resulta que Annie también la tenía tatuada en su espalda. Algo que, tras su fallecimiento, se trasladó a otra persona.

Antes de morir, Annie mantenía una relación sentimental secreta con otro de los investigadores de la estación, Raymond Clark. Cuando ella fue asesinada, él se obsesionó tanto que incluso se la tatuó en su pecho. Pero la locura no frenó ahí, pues al final del segundo capítulo se descubre la caravana de él. En ella, decenas de símbolos y muñecos de lana “decoran” el interior. Todo ello está coronado por una muñeca que podría servir de representación de la fallecida Annie. Y, sobre ella, la misma espiral dibujada sobre el enorme techo.

La espiral de True Detective: Noche Polar

Hasta ahora, no sabemos qué implicaciones va a tener la espiral en la nueva entrega de True Detective. Lo que sí ha quedado claro en tan solo tres episodios es que va a ser uno de los ejes centrales de toda la temporada. Todo comenzó cuando Annie se hizo el tatuaje cuando era joven. Según su amiga y peluquera Susan, esto se debe a que la fallecida tenía un sueño recurrente. “Lo soñó. En el instituto. Muchas veces. Se hizo el tatuaje y el sueño cesó”, se desvela en el tercer episodio. No se explica el sueño sobre la espiral, pero sí que, al plasmarla en su piel, se convirtió en el remedio para evitar las pesadillas.

Y es que, hasta ahora, en True Detective han sido muchos los personajes con visiones de fantasmas y demás fenómenos extraños. En el caso de Annie, esto se habría manifestado en forma de sueños. La joven consiguió cortarlo de raíz, pero tras su muerte, esos fenómenos se habrían traspasado a Ray. Porque, aunque no se dice, parece claro que es la espiral —o lo que simboliza— lo que le llevó a la demencia y la obsesión extrema que se manifiesta en su caravana.

Por último, está el investigador, compañero de Ray, con la espiral tatuada en la frente tras morir congelados en el hielo. La conexión con lo anterior aún no queda clara, pero una teoría apunta a que todo tiene que ver con el estudio que estaban llevando a cabo en la estación de Tsalal. El equipo estaba en búsqueda de un presunto organismo muy antiguo  capaz de revertir la descomposición celular. Ese ser quizá tenga la forma de la espiral. En el episodio 2, Rose le dice a Navarro que el símbolo es algo "más antiguo que "más viejo que Ennis y más viejo que el hielo". Unas palabras que pueden referirse a esa criatura prehistórica.

De hecho, en el final del tercer episodio se muestran los últimos instantes de Annie con vida. La joven está en una cueva helada. "Lo he encontrado. Está aquí. Ya está, lo he encontrado”, dice ella cuando, de pronto, su misterioso agresor la ataca y el teléfono cae al suelo. Lo que parece enfocar la cámara es una suerte de fósil con la forma, cómo no, de la espiral. Algo o alguien no quiere que ese descubrimiento salga a la luz y por eso habrían matado también a los investigadores.

Conexiones con el pasado de la serie

Mientras True Detective: Noche Polar sigue indagando en la simbología de la espiral y sus consecuencias, hay que recordar de dónde viene. Porque se trata de un elemento con mucho pasado detrás en la mitología de la serie. Principalmente, el proyecto la presentó durante su primera temporada. Aquella estuvo protagonizada por los detectives Rust Cohle (Matthew McConaughey) y Marty Hart (Woody Harrelson).

Durante esos episodios, muy celebrados tanto por crítica como por público, la espiral apareció en diversas ocasiones. Tras las investigaciones se concluyó que el símbolo estaba vinculado a Errol Childress, un asesino en serie de niños, así como a la peligrosa secta del Rey Amarillo. Esto incluía algunos elementos sobrenaturales, como el icónico momento en el que una bandada de pájaros conforma la espiral en el cielo.

True Detective

Pero, además, también parecía guardar relación con los Tuttle. Se trata de una dinastía muy poderosa que básicamente controlaba todo Luisiana actuando desde las sombras. Estos lograban salir indemnes del caso y ya han sido referenciados en la cuarta temporada de True Detective. Resulta que la Estación de Investigación Tsalal está financiada por Tuttle United, compañía de dicha familia.

Por último, en la tercera temporada, la espiral de True Detective era mencionada como "un signo de grupos pedófilos". Algo que, otra vez, ponía el foco en la secta de los Tuttle. Con todos estos antecedentes, la serie parece lista para continuar expandiendo la historia del demoníaco símbolo en una entrega que, por ahora, no hace más que sembrar dudas.

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