La alerta está encendida hace rato. Año tras año, la comunidad científica viene confirmando el impacto progresivo del cambio climático en el planeta. Pero 2023 no ha sido un año más. Una serie de récords desafortunados se rompieron, una clara señal de que la crisis nunca había sido tan grave como ahora.
«La era del calentamiento global ha terminado. La era de la ebullición global ha llegado», dijo en julio pasado António Guterres, el secretario general de las Naciones Unidas. Uno de sus tantos llamados de atención para intentar convocar a la acción a los gobiernos del mundo.
Y es que el pronóstico es tremendamente desalentador. La ONU dice que solo hay 14 % de probabilidades de que logremos que la temperatura global no supere los 1,5 °C de calentamiento, en comparación con la era preindustrial. De hecho, si todo sigue como viene, si los gobiernos no asumen la gravedad del asunto, el mundo se encamina hacia un aumento de entre 2,5 °C y 2,9 °C en este mismo siglo.
El cambio climático y la necesidad de acciones urgentes
Este año se cierra con más de 160 líderes mundiales reunidos en la COP28, la reunión de más alto nivel sobre el cambio climático. El encuentro seguirá hasta el próximo 12 de diciembre, en Dubai.
El pedido es bastante claro: se necesita una reducción drástica de la emisión de gases contaminantes, los causantes del efecto invernadero que calienta el planeta. El mundo necesita reducir las emisiones en un 28 % de aquí a 2030, para situarse en la senda que permita lograr el objetivo de 2 °C del Acuerdo de París.
“Este calentamiento global récord debería provocar escalofríos a los líderes mundiales y ponerles en marcha para que actúen”, dijo en Guterres la semana pasada, en la inauguración de COP28. «Estamos viviendo el colapso climático en tiempo real, y el impacto es devastador». Si la voluntad política no alcanza, el 2023 no será otra cosa más que la antesala de algo mucho peor.
1. El récord del año más caluroso de la historia
Julio, el mes más caluroso hasta ahora, nos dio la primera pista de cómo cerraría el balance anual. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) reportó la semana pasada que, definitivamente, 2023 va a ser el año más caluroso de la historia.
La temperatura media global hasta octubre fue alrededor de 1,4 °C superior al promedio de 1850-1900. Es tan alto que es prácticamente imposible que el resultado de noviembre y diciembre altere el balance final. Hasta ahora, el registro más alto correspondía a 2016, con 1,29 °C por encima de la era preindustrial. Le seguía 2020, con 1,27 °C de calentamiento.
De nuevo: lo peor está por venir. Es probable que el fenómeno El Niño —que se instauró durante la primavera de 2023 del hemisferio norte y rápidamente cobró fuerza durante el verano— intensifique todavía más el calor en 2024. La OMM ya había dicho en mayo pasado que hay 66 % de probabilidades de superar temporalmente los 1,5 °C de promedio anual durante al menos uno de los próximos cinco años. Otro estudio, publicado en Nature Climate Change, dice que podría ocurrir alrededor de 2029.
2. Temperaturas récords en los océanos y mares
Los científicos advirtieron en agosto pasado que la temperatura media de la superficie de los océanos del mundo había alcanzado el nivel más alto de su historia. Unos 20,96 °C, según el Servicio de Cambio Climático de Copérnico. El récord anterior se había registrado en 2016. Todavía no hay datos completos para todo el año. El reporte anual más alto hasta ahora ocurrió en 2022.
Los océanos cumplen un papel clave en la regulación de la temperatura del planeta. Absorben el calor, determinan los patrones meteorológicos y absorben dióxido de carbono. Pero, mientras más se calientan, menos eficaces son en esta tarea.
Las altas temperaturas de los océanos también pueden aumentar las probabilidades de huracanes, ciclones y tormentas. Un estudio, publicado en octubre en Scientific Reports, alerta que los huracanes del Atlántico tienen ahora más del doble de probabilidades de intensificarse rápidamente. Otra investigación reciente determinó que más del 64 % de los daños causados por el cambio climático en todo el mundo están relacionados con tormentas.
3. Deshielo inédito por el cambio climático
La extensión del hielo marino en la Antárdida alcanzó en febrero un mínimo histórico absoluto, desde que en 1979 comenzaron las observaciones satelitales. Cuando en el hemisferio sur es verano, el hielo marino antártico se reduce a sus niveles más bajos. Pero, cuando llega el invierno en esta parte del planeta, suele retomar su dimensión. Este año, no ocurrió.
El nivel de deshielo en la región ha sido tan importante que en agosto le faltaba una masa de hielo equivalente al tamaño de toda Argentina. El hielo marítimo alcanzó en septiembre una extensión de 16,96 millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente 1,5 millones de kilómetros cuadrados menos que la media del período 1991-2020, según la OMM.
Es, además, un millón de kilómetros cuadrados por debajo del récord más bajo, registrado en 1986. Ya hay estudios que advierten que una parte de la Antártida está condenada a un deshielo inevitable por culpa del cambio climático.
En la parte occidental de América del Norte y en los Alpes europeos, la temporada de deshielo de los glaciares fue extrema. En Suiza, los glaciares han perdido alrededor del 10 % de su volumen residual en los dos últimos años. Un estudio publicado en la revista Science asegura que la mitad de los glaciares del planeta se derretirá al final de este siglo si la temperatura se mantiene en el límite de los 1,5 °C.
4. Aumento del nivel del mar
El nivel medio del mar a escala mundial alcanzó en 2023 su máximo histórico. Es una de las consecuencias del calentamiento continuado de los océanos y del deshielo de glaciares y mantos de hielo, provocados por el cambio climático. En los últimos diez años (2013-2022), la tasa de aumento del nivel medio del mar a escala mundial es más del doble que la observada en el primer decenio de la era satelital (1993-2002).
El rápido aumento de 2023 probablemente se debe al inicio de El Niño, explica la OMM. Es probable que aumente aún más a medida que se desarrolle el fenómeno en lo que queda del año y el 2024.
De acuerdo con las mediciones de la NASA, el nivel del mar global ha aumentado 20 centímetros desde 1880. Para el 2100, se proyecta que aumente entre 30 y 120 centímetros más.
5. El récord de la vergüenza
A pesar de la gravedad de estos reportes, las emisiones de gases contaminantes siguen aumentando. Las emisiones globales de dióxido de carbono (CO₂), causadas en su mayoría de la quema de combustibles fósiles, alcanzarán un récord este año, según el reporte preliminar de Global Carbon Budget publicado esta semana.
Se espera que los países emitan un total de 40,9 mil millones de toneladas de CO₂ en 2023. Es un aumento del 1,1 % respecto al 2022, detalla el informe elaborado por científicos de más de 90 instituciones.
«Los impactos del cambio climático son evidentes a nuestro alrededor, pero las medidas para reducir las emisiones de carbono procedentes de los combustibles fósiles siguen siendo dolorosamente lentas», afirmó el profesor Pierre Friedlingstein, del Instituto de Sistemas Globales de Exeter y director del estudio. «Los líderes reunidos en la COP28 tendrán que acordar recortes rápidos en las emisiones de combustibles fósiles, incluso para mantener vivo el objetivo de 2 °C».