sábanas antimosquitos

Happyrfriday

Puede parecer que los mosquitos se acaban con el verano, pero las intensas lluvias de la última DANA han dejado muchos puntos de España, así como de otros lugares cercanos, plagados de nuevo de estos insectos. No ha dado tiempo a guardar los botes de repelente que solíamos llevar siempre encima cuando pensábamos dar un paseo nocturno, o los antimosquitos que colocábamos en la habitación si no disponíamos de mosquiteras en las ventanas. ¿Pero y si para esto último nos bastara con unas sábanas adecuadas? Sí, unas sábanas antimosquitos. 

Son un producto fabricado por Happyfriday, una compañía española, con su fábrica instalada en Alicante, que lleva más de diez años en el sector textil de nuestro país. Desde un principio intentaron ser innovadores, con productos útiles, cómodos y sobre todo sostenibles. Pero hasta hace poco no habían dado un paso más allá del simple confort de unas sábanas suaves o una colcha mullida.

Sus sábanas antimosquitos se publicitan como eficaces y seguras, pues cumplen todas las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en materia de repelentes para insectos. ¿Pero realmente funcionan? He tenido la oportunidad de probarlas y esto es lo que puedo decir al respecto.

¿Cómo funcionan las sábanas antimosquitos?

Antes de hablar sobre mi experiencia con las sábanas antimosquitos MosQuit, he de decir cómo funcionan. 

El tejido está impregnado con un compuesto patentado por la compañía farmacéutica Merck, cuyo ingrediente activo es el IR3535. Junto al DEET, este es uno de las pocas sustancias empleadas en la fabricación de repelentes para mosquitos que han mostrado una eficacia representativa en los estudios científicos. No ocurre lo mismo con otros como la citronela, tan usada en velas y pulseras para niños.

La mayor diferencia entre uno y otro es que presentan toxicidad a distintas dosis, siendo mayor la del DEET. Por eso, el IR3535 es el ingrediente que se emplea normalmente en repelentes que pueden usarse en niños pequeños.

En el caso de estas sábanas antimosquitos, son seguras para niños mayores de 6 meses y también para embarazadas y mujeres que estén dando lactancia a sus bebés.

Las sustancias responsables de su eficacia quedan impregnadas de tal manera que resisten hasta 100 lavados sin perder su eficacia. Esto es posible gracias a unas nanopartículas que acompañan al IR3535 y se quedan adheridas al tejido,  por lo que se pueden lavar con normalidad.

Cabe destacar que el juego no incluye sábana bajera (se vende por separado), pero ese no es un problema, pues la sábana cobertora es la que nos serviría de escudo contra los mosquitos. Sí que incluye fundas de almohada. 

repelente para mosquitos, mosquito on human skin
La compañía asegura que las sábanas mantienen a los mosquitos alejados a 40-50 cm de distancia. Photo by Ravi Kant on Pexels.com

Una experiencia personal

Desde Happyfriday me avisaron que, al sacarlas de su embalaje, las sábanas podían tener un olor algo fuerte, por lo que me aconsejaron lavarlas. Por lo tanto, eso fue lo primero que hice. Esto, además, sirve para poner a prueba su resistencia a los lavados. Y es que es cierto que el olor a repelente se fue en la lavadora. ¿Cómo podrían entonces seguir funcionando?

Las he probado en Almería capital. Este verano, como en otros lugares de España, la cantidad de mosquitos en esta ciudad ha sido importante. Dormir con las ventanas y las persianas abiertas y sin mosquitera ha sido inviable. Por lo tanto, para probarlas, he hecho justo eso. Dormir con la ventana abierta, la persiana subida y sin mosquitera

Lo hice durante dos noches, a ratos destapada y a ratos tapada y no amanecía con ninguna picadura. Al día siguiente, coloqué otras sábanas y dejé la ventana exactamente igual. De hecho no la moví nada en esos días, para que las condiciones fuesen las mismas. La primera mañana ya tenía cinco picaduras en piernas y brazos. ¿Significa eso que las sábanas antimosquitos funcionan?

A bote pronto sí. Pero está claro que este no es un estudio representativo por mi parte, sino simplemente una experiencia. Mi experiencia ha sido positiva. He seguido usándolas en más ocasiones y no he tenido ni una picadura. Aunque a ratos me tapo, generalmente he dormido destapada. Aquí tengo ciertas dudas, ya que, si bien el producto promete mantener alejados a los mosquitos en una distancia de 40 a 50 centímetros, no se puede descartar que, al estar nosotros encima de las sábanas antimosquitos, el dióxido de carbono, el calor y el olor que desprendemos eclipsen por un momento el del repelente. 

De cualquier modo, sin ser tajante, como con una investigación científica, sí que considero que puedo recomendar estas sábanas. A mí, bajo mi experiencia, me han ido muy bien. Y serán todavía más útiles en lugares más fríos, en los que se pueda dormir con la sábana por encima toda la noche.

El lugar importa

Cabe destacar que yo he usado las sábanas antimosquitos en España, donde en principio no hay enfermedades transmitidas por mosquitos. De ser así, no depositaría toda mi confianza en las sábanas antimosquitos. Podrían ser una medida más de un conjunto lo más grande posibles de herramientas, dirigidas a minimizar el riesgo.

Pero, para una situación como la mía, al menos con las primeras pruebas que he podido realizar, parece que la presencia de esta sustancia, cerca de la piel, puede resultar eficaz. 

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