Hasta los mayores amantes del verano reconocen que esta estación suele venir acompañada de grandes incordios. Probablemente, el mayor de ellos sean las altas temperaturas, especialmente ahora que el cambio climático nos azota con una ola de calor detrás de otra. Pero no podemos dejar a un lado las quemaduras solares y los mosquitos. Por eso, para disfrutar de un día al aire libre, son muchas las personas que deciden mezclar protector solar y repelente para insectos. Esto está cada vez más extendido, ¿pero está bien hecho?

Para contestar a esta pregunta debemos tener varios factores en cuenta. Por un lado, hay quien, en vez de mezclar protector solar y repelente para insectos,  prefiere usar una combinación de ambos en un solo producto. Son muchas las marcas que los comercializan y lo cierto es que, aparentemente, es una gran idea. Pero, desgraciadamente, se trata de una idea que puede acarrear bastantes inconvenientes.

Por otro lado, se puede mezclar protector solar y repelente para insectos en dos productos diferentes, pero hay que tener en cuenta algunas recomendaciones. Básicamente, se debe cuidar el orden y el tiempo que se deja entre uno y otro. Es muy sencillo, pero marca una clara diferencia, por lo que resulta esencial hacerlo bien.

¿Por qué no se debe mezclar protector solar y repelente para insectos en un solo producto?

Hay dos tipos de protectores solares: físicos y químicos. Los primeros crean una barrera que evita que las radiaciones solares penetren hasta las células de la piel, pudiendo dañar el ADN. En cuanto a los segundos, lo que hacen es absorber directamente esas radiaciones para evitar el mismo resultado.

Ambos son muy eficaces si se usan adecuadamente y para ello es importante tener en cuenta varios factores que a veces nos olvidamos. Lo primero es que cualquier parte del cuerpo cubierta por piel puede sufrir los daños de la radiación solar. Por eso, debemos aplicarla a conciencia, sin olvidar zonas como las orejas, las plantas de los pies, las axilas o la piel entre los dedos. También es importante usar una cantidad adecuada. Ya hemos visto que la protección solar es un escudo que, de un modo u otro, evita los daños de la radiación ultravioleta. Dicho escudo debe ser suficientemente grueso, por lo que hay que aplicar la crema es una capa abundante.

Y, para terminar, debemos tener en cuenta que ese escudo se va debilitando con el tiempo, por lo que se debe reponer la crema cada dos horas o, si se suda mucho o se pasa mucho tiempo en el agua, aún con más frecuencia.

Por otro lado, el repelente para insectos puede contener muchos ingredientes diferentes, aunque los que han mostrado tener más eficacia son la N,N-Dietil-meta-toluamida (DEET) y el Butilacetilaminopropionato de etilo (IR3535). El primero es el que más eficacia ha mostrado en los estudios realizados, pero por lo general no se debe usar en niños menores de 12 años, por lo que para ellos es más recomendable el segundo. Ambos no deben exceder unas dosis recomendadas, tanto en el producto como a la hora de la aplicación. Y es aquí donde entra en juego el primer problema.

Ojo con la dosis de protector solar y repelente

Si se mezcla protector solar y repelente para insectos puede ocurrir que se use demasiado repelente o poco protector. Es decir, si aplicamos el producto como se recomienda con el protector solar, podríamos obtener cantidades tóxicas de DEET o IR3535. En cambio, si se usa lo justo, para no abusar del repelente, la protección solar sería insuficiente. Además, normalmente se desaconseja usar repelente para insectos en la cara, mientras que ahí es esencial aplicar protector solar.

mezclar protector solar y repelente para insectos
El repelente para insectos se debe usar a dosis concretas, pues puede ser tóxico si se aplica en exceso. Crédito: Doterra International (Pexels).

El problema de la pérdida de eficacia

Otro problema de mezclar protector solar y repelente para insectos es que, según algunos estudios, hay ingredientes del segundo que pueden disminuir los efectos del primero. Por ejemplo, en una entrevista realizada por la Fundación del Cáncer de Piel de Estados Unidos, el dermatólogo Pierre George explica que el DEET puede reducir la eficacia del protector solar hasta en un 30%. Además, el protector solar podría aumentar la absorción del DEET en la piel, de modo que aumentaría la probabilidad de intoxicación, sobre todo en niños.

Sí que es cierto que otros estudios señalan que el DEET, combinado con ingredientes del protector solar, como la oxibenzona, aumenta la eficacia de ambos. No obstante, incluso los autores de estos estudios señalaron en su día que se debería investigar más a fondo. E incluso si fuese así, los problemas concernientes a la dosis y la toxicidad seguirían estando ahí.

Mejor úsalos por separado, pero con precaución

Todo esto no quiere decir que debamos sacrificar un producto para poder usar el otro. Se puede mezclar protector solar y repelente para insectos, pero es mejor hacerlo en productos separados y siguiendo unas reglas.

La primera es utilizar primero el protector solar. De este modo, se crea esa barrera tan necesaria para que no penetren las radiaciones solares. Encima se coloca el repelente, de modo que esté directamente expuesto a los insectos. Pero, además, se debe dejar pasar 30 minutos entre un producto y otro. Así, la piel ya habrá absorbido la protección antes de exponerse al repelente y se evitarán posibles efectos adversos de su combinación.

En definitiva, podemos protegernos del sol y de los insectos de forma segura, pero no de cualquier manera. Si no lo hacías adecuadamente, aún estás a tiempo de solucionarlo.