Los cócteles de verano son uno de los mayores atractivos de los chiringuitos y hoteles playeros, pero también de las reuniones de amigos en piscinas o viviendas privadas. Como cualquier bebida alcohólica, hay que tener cuidado con ellos, pues no hay una cantidad segura de alcohol. Incluso si bebemos de forma moderada debemos tener claro que estamos asumiendo un riesgo, lógicamente mucho menor que si fuéramos alcohólicos, pero existente. Ahora bien, en el periodo estival hay que tener aún más cuidado, pues los cócteles de verano pueden ser peligrosos por motivos mucho menos habituales.

Algunos están relacionados con el alcohol, ya que sus efectos son aún peores cuando hace mucho calor. Otros, en cambio, no tienen absolutamente nada que ver con esta sustancia. En realidad, tienen relación con otros ingredientes de los cócteles de verano. Podrían experimentarse sus efectos de otras maneras, pero es tan común hacerlo a través de estas bebidas que algunos de los fenómenos asociados llevan nombres relacionados con ellas.

También hay riesgos de los cócteles de verano que dependen del lugar en el que se beban. En resumen, todo esto no quiere decir que no debamos beber estas vacaciones, pero sí que hay algunos factores que deberíamos tener en cuenta.

El alcohol de los cócteles de verano podría sentarte peor

mojito
El alcohol puede hacer que nos deshidratemos más deprisa por el calor. Crédito: Tatyana Vega (Unsplash)

Los seres humanos somos animales endotermos. Esto significa que somos capaces de regular nuestra temperatura para que se mantenga más o menos estable, a unos 36,5ºC en nuestro caso, independientemente de la temperatura ambiente. Lo hacemos a través de varios mecanismos, entre los cuales la sudoración es uno de los más eficaces.

Esto consiste en liberar un líquido compuesto principalmente de agua a través de unas glándulas ubicadas en la piel. Una vez que están en la superficie, el líquido debe evaporarse y, para ello, necesita calor. Este se extrae del interior del cuerpo, de modo que ayuda a refrigerarlo, manteniendo la temperatura de su interior constante.

El problema es que supone una gran pérdida de agua, que debe intentar reponerse para no experimentar una deshidratación.

Por otro lado, el alcohol inhibe la liberación de vasopresina. Esta es una hormona con muchas funciones, entre las cuales se encuentra el envío de señales a los riñones para que retengan el líquido. Si esta está inhibida, los riñones dejarán salir el agua con más frecuencia, orinaremos más y nos sentiremos más deshidratados. 

Por eso, si bebemos muchos cócteles de verano, el alcohol puede hacer que nos deshidratemos por el calor mucho más deprisa de lo normal. Ojo con eso cuando te pidas un mojito en el chiringuito de la playa.

Cuidado con las quemaduras de margarita

margarita
La lima, así como otros cítricos, puede causar una grave sensibilidad al sol. Crédito: Taylor Simpson (Unsplash)

Uno de los cócteles más icónicos del verano es el margarita, elaborado a base de tequila, triple seco, zumo de lima, sal y, por supuesto, hielo.

Con él, tenemos el chupito de tequila, limón y sal, todo en uno. Suena bien y lo cierto es que está muy bueno. Pero preparar este cóctel en verano puede causarnos quemaduras bastante importantes.

Esto se debe a que la lima, así como el resto de cítricos, contiene furocumarina. Se trata de una sustancia que penetra rápidamente en la piel y, en contacto con las radiaciones ultravioleta del Sol, puede causar quemaduras bastante importantes. Lógicamente, esto puede ocurrir con cualquier cítrico y en cualquier situación. Sin embargo, es tan común que ocurra cuando preparamos cócteles en verano que, aunque el nombre técnico de la afección resultante es “fitofotodermatitis”, se le conoce coloquialmente como quemadura de margarita. 

Es importante tener cuidado y lavarnos bien la piel después de manipular cítricos si vamos a tomar el sol, porque puede incluso aumentar la probabilidad de padecer melanoma.

La piña colada también la carga el diablo… a veces

Zumo de piña
La piña de la piña colada puede hacer sangrar a algunas personas. Crédito: Yesmore Content (Unsplash)

Otro de los cócteles del verano más famosos es la piña colada. Su receta es también muy sencilla: ron, leche o agua de coco, zumo de piña, piña natural y, de nuevo, hielos.

En este caso, el ingrediente traicionero es la piña, aunque no afecta a todo el mundo por igual. Esta fruta contiene grandes cantidades de una enzima llamada bromelina. Las enzimas son proteínas que ayudan a catalizar reacciones concretas. Es decir, actúan como herramientas específicas propiciando que estas tengan lugar. En el caso de la bromelina, cataliza una reacción de descomposición de las proteínas. Por eso, se usa en la industria alimentaria para ablandar la carne. Pero, del mismo modo que descompone esas proteínas, también puede actuar sobre las de la carne de nuestra propia boca.

Este es un efecto que varía mucho de unas personas a otras. Hay quien no nota nada. Otras personas, en cambio, experimentan una especie de cosquilleo u hormigueo cuando comen piña. Y, finalmente, hay quien incluso a quien le sangran las encías y la parte interna de las mejillas.

Por eso, si estás tomando cócteles de verano con piña, como la piña colada, y empiezas a sangrar, no te asustes. Es bastante molesto, pero no peligroso. Eso sí, casi mejor que te pases a una bebida con otros ingredientes.

Seguridad alimentaria, también en los cócteles del verano

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La fruta troceada de la sangría debe conservarse en frío antes de usarse. Crédito: Diva Agrawal (Unsplash)

¿Qué sería de los cócteles de verano sin la sangría? Tan fresquita, tan buena y tan versátil. Para prepararla, se le puede poner casi cualquier fruta al vino tinto. Pero, ojo, si vas a hacer sangría y ya tienes la fruta cortada, intenta guardarla en frío antes de utilizarla.

Independientemente de las frutas que uses, cuando las cortas en trozos aumenta la superficie de contacto para que puedan proliferar bacterias en su superficie. Es decir, no es lo mismo una manzana completa que un montón de trocitos de manzana. Además, hay una gran cantidad de azúcar, mucho más expuesto. Un parque de atracciones microbiano, sin duda. Si a todo eso sumamos el calor del verano, la proliferación de microorganismos será enorme. Por eso, es importante guardar la fruta troceada en frío, tanto si es para comérnosla en la playa como si vamos a preparar cócteles de verano. 

Cuidado con el metanol cuando vayas de viaje

cócteles de verano
En algunos lugares muy turísticos con poca seguridad alimentaria se han dado casos de intoxicaciones por metanol. Crédito: Toa Heftiba (Unsplash)

Según investigaciones realizadas por el Centro de Estudios Políticos de Indonesia, entre 2013 y 2016 murieron en este país 487 personas a causa de intoxicación con metanol. Muchos de estos casos se han dado en lugares muy turísticos, como Bali. Así, se puede sacar más beneficio de los cócteles de verano que se venden a los turistas.

El problema es que el alcohol etílico, independientemente de la borrachera y los riesgos posteriores, es seguro para su consumo. En cambio, el metanol con el que se adulteran muchas bebidas en estos lugares resulta muy tóxico y puede causar desde ceguera hasta la muerte.

Por eso, se debe tener especial cuidado al tomar cócteles de verano en lugares en los que no tenemos constancia de las medidas de seguridad alimentaria que se siguen.

Estos son solo algunos ejemplos de los peligros, más o menos graves, de los cócteles de verano. Pero, como ya hemos visto, el mayor problema, en verano o en invierno, es el alcohol. Somos libres de hacer lo que queramos y no debemos sentirnos culpables por tomar un daikiri en la playa. Tampoco por no beber cuando el resto lo hacen. Cada cual es libre de tomar sus decisiones. Eso sí, este verano puede ser un buen momento para probar alternativas no alcohólicas, como los zumos. O incluso sin azúcares libres, como el agua con fruta cortada. Eso sí, para añadirla al agua, ponla también en frío antes, que si no luego vienen los disgustos.