En el episodio cuatro de la tercera temporada de The Mandalorian, el niño finalmente afronta los recuerdos de su pasado. Lo que le lleva a un momento especialmente crítico. Durante algunos flashbacks, puede verse al Templo Jedi de Coruscant bajo asedio, consecuencia de la fatídica orden 66. En medio del caos, el pequeño pupilo de Din Djarin (Pedro Pascal) es protegido por un grupo de jedis, entre los que se encuentra el histórico actor de la franquicia Ahmed Best.
Las tropas del Imperio les superan en número en medio de un ataque inclemente, pero una misteriosa figura emerge para salvar el día. Un maestro que blande dos sables de luz se abre paso entre el ataque y logra poner al jovencísimo sensible a La Fuerza a salvo. El enigmático jedi es Kelleran Beq, conocido en el canon de la franquicia por su participación en la producción Star Wars: El Desafío del Templo Jedi.
La secuencia de The Mandalorian muestra una huida vertiginosa y el coraje del guerrero. Pero también hace algo más: redimir a Ahmed Best. Veinticuatro años después de sufrir el acoso del fandom tóxico por haber encarnado a Jar Jar Binks, el intérprete regresa a Star Wars triunfante. Best encuentra un nuevo lugar en la mitología del universo imaginado por George Lucas. Una larga travesía que hace justicia a su talento y reivindica la difícil
La tercera temporada de The Mandalorian ya está disponible
circunstancia que debió atravesar.
La vergonzosa historia que sufrió Ahmed Best
En 1999, se estrenaba la esperada película Star Wars Episodio I: La amenaza fantasma, primera de la trilogía de precuelas de la historia original. Se trataba de uno de los proyectos más ambiciosos de la franquicia, que, además, estaba encabezado por George Lucas. Por lo que las exigencias de los fanáticos eran enormes. Lo mismo que la presión sobre el elenco, que incluía a Ewan McGregor, Natalie Portman y Liam Neeson. Con la promesa de una serie de incorporaciones de gran envergadura al canon central, la película se convirtió en uno de los estrenos más esperados del año.
Sin embargo, el resultado en pantalla tuvo reacciones mixtas entre el público. Aunque no decepcionó del todo, los fans se quejaron de que el comienzo de la historia de Anakin Skywalker (Jake Lloyd) resultaba desordenado. En el peor de los casos, que contradecía las historias originales de la década de los setenta e, incluso, el espíritu de algunos personajes centrales. Pero la figura que se llevó mayor cantidad de críticas y señalamientos fue la de Jar Jar Binks, interpretado por Ahmed Best.
Escrito por el propio George Lucas como un alivio cómico a una trama llena de conflictos políticos, resultó desagradable para la mayoría de los espectadores. Jar Jar Binks, el personaje interpretado por Ahmed Best, era parte de los Gungan, habitantes de los territorios submarinos de Naboo, y sus frases consistían en diálogos triviales y juegos de palabras burlones que entorpecían la acción.
Un detalle incongruente para los fans
El gungan, además, tenía un aspecto artificial e incompleto. En una decisión que se criticó una y otra vez, el equipo de producción decidió utilizar tecnología digital en lugar de efectos prácticos en su recreación. Lo que convertía a la criatura interpretada por Ahmed Best en otro punto debatible en mitad de la discutible estética del largometraje, que distaba mucho de los conocidos escenarios de la trilogía original.
Aun así, lo que más irritó a los fans fue su comportamiento. En un guion en el que se exploraban los primeros indicios de la caída de la democracia intergaláctica, Jar Jar Binks era una distracción. Un personaje inexplicable que despertaba antipatía en lugar de interesar a una audiencia de varias generaciones de fans. Incluso, llegó a señalarse que el personaje de Ahmed Best podía ser racista, al mostrarlo como un miembro de una raza distinta desde un cariz burlón. Pronto las críticas sobrepasaron los incipientes foros especializados de internet y llegaron a las convenciones.
Finalmente, la criatura se convirtió en el centro del malestar que despertó la trilogía, que nunca logró satisfacer del todo a los seguidores más acérrimos de la saga. Particularmente, a los que estaban convencidos de que el regreso a las clásicas historias tenía más relación con el afán de George Lucas de convertir la franquicia en un entretenimiento familiar. A pesar de su conocido carácter simbólico y de las referencias al cine clásico que la rodeaban.
Ahmed Best, la víctima inocente de una oleada de odio
En mitad de la situación se encontraba Ahmed Best. Encargado de ser el cuerpo sobre el cual se llevaba a cabo la captura de movimiento del personaje, su rostro no aparecía jamás en pantalla. Pero, con solo 25 años, el intérprete recibió el golpe de las críticas y el odio hacia su interpretación en pantalla. Más adelante, contaría que el acoso parecía perseguirlo a todas partes.
Al menos en tres ocasiones, fue insultado y menospreciado en eventos de los fans. También fue acusado de ser el responsable del tibio recibimiento de Star Wars Episodio I: La amenaza fantasma. Incluso, entre los críticos especializados, se consideró a la criatura, no como un añadido novedoso al universo multicultural e imaginativo de Star Wars, sino como una burla hacia su mitología.
A finales del año 2010, Ahmed Best decidió dar un paso atrás y alejarse del mundo de George Lucas. Sin embargo, los ataques seguían siendo insistentes, hasta el punto de que el actor llegó a pensar en el suicidio. Un hecho que contaría en una entrevista en Wired, publicada en 2017, donde confesó que la experiencia de enfrentar al fandom tóxico le sobrepasó. Sintió que su papel más importante —en el que, irónicamente, jamás se vio su cara— había destruido su vida.
The Mandalorian, la redención de un héroe
Por singular que parezca, el retorno de Ahmed Best a la actuación fue gracias a Star Wars. En 2020, el actor fue escogido para presentar el concurso Star Wars: El Desafío del Templo Jedi. ¿Su papel? El de un hábil y experto Maestro de nombre Kelleran Beq. En una iniciativa que sorprendió a los seguidores de la Space Opera, George Lucas añadió información en el Canon G sobre él. Lo que brindó un sitio de especial interés a la figura. Se trataba de uno de los sobrevivientes del Templo Jedi de Coruscant, conocido por su habilidad al luchar con dos sables de luz.
Aunque la serie solo tuvo una temporada, el jedi se volvió popular entre los fans más jóvenes de Star Wars. Tanto que muchos insistieron en que debía regresar, ya fuera en las películas venideras o las producciones en streaming de la saga. Finalmente, la insistente petición se cumplió. En el capítulo cuatro de la más reciente temporada de The Mandalorian, Kelleran Beq vuelve a escena. De hecho, lo hace como el héroe del episodio al salvar la vida de Grogu, lo que termina por convertirle en un elemento de considerable interés en la historia del joven personaje.
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El triunfal regreso de Ahmed Best no es solo una celebración a los valores de solidaridad y lealtad que promueve Star Wars. También es un acto de justicia que brinda una nueva relevancia al actor. ¿Veremos más del poderoso guerrero en el futuro? Solo cabe esperar que sí.