Microsoft fue de las primeras grandes corporaciones que vio potencial en OpenAI, y está lista para sacarle provecho al boom de popularidad que vive la firma dedicada a la inteligencia artificial. Así lo ha manifestado Satya Nadella, CEO de los de Redmond, quien reveló sus planes de comercializar el uso de DALL-E 2 o ChatGPT, integrándolos en todos sus productos.

La intención de Microsoft es que tanto usuarios finales como empresariales puedan incorporar dichas herramientas en sus propias aplicaciones. ¿Y cómo planea lograrlo? A través de Azure, por supuesto. Las palabras de Nadella llegaron justo cuando su compañía ha anunciado que planea abrir el acceso a un servicio llamado Azure OpenAI.

"Con el servicio Azure OpenAI ahora disponible de forma general, más empresas pueden solicitar acceso a los modelos de IA más avanzados del mundo, incluidos GPT-3.5, Codex y DALL-E 2, respaldados por capacidades de nivel empresarial confiables e infraestructura optimizada para inteligencia artificial de Microsoft Azure, para crear aplicaciones de vanguardia. Los clientes también podrán acceder muy pronto a ChatGPT, una versión mejorada de GPT-3.5 que ha sido entrenada y ejecuta inferencias en la infraestructura de Azure AI, a través del servicio Azure OpenAI", indicó la firma.

De acuerdo con Satya Nadella, la intención es convertir a Azure en "el lugar para cualquiera que piense sobre inteligencia artificial". Pero no se detuvo allí, puesto que aseguró que todos los productos de Microsoft incorporarán algún tipo de herramienta basada en IA que los transformará por completo.

Microsoft quiere exprimir el éxito de ChatGPT y otros desarrollos de OpenAI

OpenAI | ChatGPT | Microsoft

De esta forma, los de Redmond afirman su intención de exprimir al máximo su vínculo con OpenAI. No olvidemos que en los últimos días se conoció que la compañía trabajaría para implementar ChatGPT en Bing, para por fin competir cara a cara con Google, como así también en las principales aplicaciones de Office, como Word y PowerPoint.

Vale aclarar que el servicio Azure OpenAI no es algo precisamente nuevo. La plataforma se encuentra a prueba desde fines de 2021 y, de hecho, es la que potencia Copilot, la herramienta bajo suscripción mensual de GitHub que se ha vuelto muy popular entre los programadores.

Al integrar ChatGPT, DALLE-2 y otros desarrollos de OpenAI en Azure, Microsoft pretende que las personas, empresas y organizaciones cuenten con más instrumentos para mejorar su productividad. De acuerdo con Satya Nadella, los trabajadores deberían aprovecharlos y no creer que en el futuro les dejarán sin empleo.

Redmond va tras una oportunidad única

El caso de Microsoft y OpenAI también es interesante no solo desde la óptica tecnológica, sino también desde la empresarial. Más allá de lo que suceda con la integración de ChatGPT y otras herramientas de inteligencia artificial en Azure y demás productos de Redmond, hay mucho dinero moviéndose tras bambalinas.

El vínculo entre ambas empresas data de 2019, cuando Microsoft invirtió 1.000 millones de dólares en OpenAI. En 2020, en tanto, los de Redmond adquirieron una licencia exclusiva para utilizar la tecnología que potencia el modelo de lenguaje GPT-3. Y con la explosión en popularidad de ChatGPT, ahora van por más.

Los de Satya Nadella estarían analizando realizar una nueva inversión en OpenAI, pero de 10.000 millones de dólares. La financiación, de acuerdo con Semafor, elevaría la valoración de la firma de inteligencia artificial a los 29.000 millones de dólares. No obstante, la historia tiene matices.

De concretarse, Microsoft recibiría el 75% de los ingresos de OpenAI hasta recuperar su inversión. Y una vez que ello ocurra, los de Redmond quedarían como dueños del 49% de la compañía dirigida por Sam Altman. Otro 49% pertenecería a los demás inversores, mientras que el 2% restante quedaría en manos de OpenAI Inc., la casa matriz sin fines de lucro que maneja el laboratorio de IA.

Pero hay más. Independientemente de la popularidad de ChatGPT y DALL-E 2, OpenAI hoy es una máquina de quemar dinero. Se estima que la compañía cerró 2022 con pérdidas superiores a los 500 millones de dólares. En tanto que sus ingresos recién alcanzarían los 1.000 millones de dólares en 2024. Por ende, pasarían varios años hasta que pueda devolver a Microsoft la cifra invertida.

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