El futuro de Microsoft parece pasar por OpenAI, la empresa tras ChatGPT y DALL-E. O, al menos, una parte de él. En 2019, la empresa de Redmond invirtió 1.000 millones en ella. Y, durante las últimas semanas, ambas partes han estado negociando para llevar dichos servicios a algunos de los productos más populares de Microsoft –como Bing, Word o incluso Outlook–. Una relación claramente in crescendo que podría dar un nuevo-y mayúsculo– paso: una inversión adicional de 10.000 millones de dólares.
Según Semafor, Microsoft ha estado negociando con la empresa tras OpenAI durante las últimas semanas con dicho objetivo. Una inversión a la que también se sumarían otras empresas y que, de materializarse, valoraría a OpenAI en 29.000 millones de dólares. Para contextualizar la cifra: en estos momentos, Electronic Arts tiene una capitalización bursátil de unos 34.000 millones de dólares; Spotify, por otra parte, oscila los 16.000 millones de dólares.
Las informaciones casan con lo publicado anteriormente por The Wall Street Journal y The Information, quienes aseguraron que Microsoft quería incrementar su participación en OpenAI y, también, que la creadora de ChatGPT y DALL-E estaba permitiendo a empleados e inversores la venta de acciones tomando como referencia una valoración de 29.000 millones de dólares.
La inversión de Microsoft, según indica Semafor, tendría una estructura complicada. La compañía se quedaría con el 75% de los ingresos hasta que recuperara su inversión. Una vez hecho, Microsoft tendría el 49% de la empresa, mientras que un 2% estaría en manos de la empresa sin ánimo de lucro OpenAI Inc. y el 49% restante sería de otros inversores.
Se desconoce si las negociaciones han finalizado y, en caso de haberlo hecho, cuál es el resultado de las mismas. No obstante, Semafor sí señala que, en unos documentos enviados por OpenAI a inversores potenciales, la compañía aseguró que su intención era finalizar el proceso a finales de 2022.
2022 ha sido el año de OpenAI; y para Microsoft es una oportunidad de oro
La inteligencia artificial ha vivido un año especialmente dulce durante 2022. Servicios como ChatGPT, DALL-E, Stable Diffussion o Midjourney han copado la actualidad informativa durante todo el año. La posibilidad de crear imágenes de alta calidad con tan solo introducir palabras en un cuadro de texto o poder obtener respuestas sorprendentemente humanas y ricas en contenido por parte de un bot ha fascinado tanto a usuarios como a la comunidad tecnológica.
En el caso concreto de ChatGPT, muchos creen que supone la primera amenaza seria en más de dos décadas al dominio de Google en el mundo de los buscadores. De hecho, en la empresa de Mountain View habrían activado una especie de código rojo para responder a esta nueva amenaza.
Para Microsoft, los lazos con OpenAI representan una oportunidad de oro.
- Por un lado, para competir con Google en el mundo de los buscadores –donde Bing nunca llegó a ser un actor clave–.
- Por otro, les permitiría mejorar productos convencionales como Outlook o Word.
- Y, en última instancia, también ayudaría a la compañía a posicionar a Azure como la referencia en el mundo del cloud computing orientado a inteligencia artificial. Un terreno en el que también compiten Amazon con AWS y Google Cloud, entre otros, y que no hará más que crecer durante los próximos años gracias al avance imparable de la IA en todos los ámbitos de la vida. Por lo tanto, tener una posición sólida en ese campo puede resultar bastante fructuoso para Microsoft.