La franquicia The Witcher sigue atravesando una etapa turbulenta. A la salida de Henry Cavill, por diferencias con el enfoque que la producción está dando al show, se suman las malas críticas hacia The Witcher: Blood Origin. La precuela no levanta cabeza y ya ha sido puntuada como la peor serie en la historia de Netflix.

Los comentarios suelen tener como foco de atención el guion de la historia, el reconocimiento hacia un elenco con buenos actores que no son acompañados por el relato. No se quedan por fuera de esto las coreografías de los combates, otro de los aspectos más cuestionados.

El resultado es una precuela que falla en aspectos en los que The Witcher ha destacado durante sus dos primeras temporadas. Ese contexto se ha reflejado en el agregador de Rotten Tomatoes, en el que 2041 usuarios han valorado a The Witcher: Blood Origin con solo un 8% de puntuación (al momento de redacción de esta nota).

Las críticas a The Witcher: Blood Origin

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La serie fue estrenada el pasado 23 de diciembre en Netflix. Desde entonces suma comentarios negativos. Una de las críticas reseñadas en Rotten Tomatoes es la de Joshua Alston, quien escribió en Variety

Blood Origin es para The Witcher lo que es un paquete de expansión descargable descuidado para los videojuegos. Solo los más fieles (a la narrativa) deben animarse”.

La crítica Angie Han, en Hollywood Reporter, fue aún más ruda y tajante en relación con el futuro de esta serie: 

Para citar a uno de los personajes, ‘se ha hecho para morir’”.

Otras webs reflejan críticas de usuarios como la siguiente, mencionado al elenco de The Witcher: Blood Origin

“Buenos actores a los que se les da un guion flojo y de risa. Coreografías de combate al nivel de una obra de teatro de instituto, y no hablaremos de los efectos especiales. Michelle Yeoh está tan desperdiciada en esta aventura genérica”.

Las dudas sobre la franquicia

Hace unos meses, Henry Cavill se separó del proyecto. Parecía ilógico que uno de los principales shows de Netflix prescindiera de su protagonista, sin que mediara algún conflicto público o algo similar. El detalle es que sí hubo un inconveniente.

Contrario a lo que se sospechó cuando la noticia se supo, la decisión de Henry Cavill no tenía relación con su regreso como Superman, en ese momento. Sino con una serie de diferencias creativas en relación con la producción. El actor, fanático confeso de la narrativa, quería ir por un lado mientras que el equipo de trabajo de Netflix estaba apuntando hacia otro. 

Entonces, el actor se bajó del barco y Netflix presentó a su reemplazo: Liam Hemsworth. Luego, Henry Cavill fue descartado dentro del Universo Extendido de DC, ahora dirigido por James Gunn y Peter Safran. Una decisión lógica, teniendo en cuenta toda la reestructuración que se está haciendo en esa otra franquicia.

En este contexto se estrenó The Witcher: Blood Origin. Los resultados inmediatos no son alentadores. The Witcher tendrá al menos una temporada más, programada para el verano estadounidense de 2023. Mientras tanto, todos los capítulos presentados hasta ahora se encuentran disponibles en Netflix.