Varias de las escenas más extraordinarias de 1899 transcurren en el mar, a bordo del transatlántico Kerberos. También en medio de una versión sobre la realidad, levemente onírica, que cambia a medida que sus personajes comprenden la naturaleza de su entorno.
Lo que parecía el océano, se transforma en un horizonte de pesadilla y los recuerdos de los personajes se convierten en escenas surreales. Poco a poco, el argumento transforma su punto de vista y deja entrever que lo tangible y lo verídico puede tener muchos rostros en el Kerberos.
Para producir un prodigio visual semejante, el equipo detrás de cámara de 1899 utilizó varias técnicas de tecnología punta visual. También algunos de los avances más recientes para originar un apartado casi cinematográfico que pudiera traducir el extraño argumento.
Entre ellos, varios que la emparentan con producciones como The Mandalorian, pionera en el uso de nuevas formas de construir lenguajes visuales. No obstante, en el caso de 1899 se trató, además, de profundizar en la idea de que la realidad podría trastocarse y ser algo por completo nuevo. Algo que necesitó de todo tipo de esfuerzos técnicos para lograrse.
Un recorrido por la tecnología visual de 1899
Durante su producción temprana, 1899 estaba planeada para filmarse en localizaciones reales, que incluían España, Polonia y Escocia. Pero debido a la emergencia sanitaria de la COVID, buena parte de la serie debió filmarse en un único escenario. Eso obligó a su equipo técnico a trabajar en la posibilidad de construir versiones múltiples de la realidad a través de la tecnología. Además, teniendo que imitar la noción del movimiento de un viaje marítimo. Entre ambas cosas, 1899 debía ser lo suficientemente realista como para crear una realidad inmersiva.
Uno de los avances que se empleó con más frecuencia en la serie de Netflix fue un escenario gigantesco, que se apoyaba sobre un plató giratorio. Eso permitió la sensación constante de que el punto de vista de los personajes podía cambiar. También que el punto de flotabilidad del Kerberos — o el Prometheus — se deslizaba de un lado a otro. Por si eso no fuera suficiente, se usó en escena sonido virtual producido a través de capas de eco para imitar la sensación de espacio abierto.
Denominado Dark Bay, el efecto origina una sensación de volumen físico realista, que permitió al elenco actuar bajo la premisa de la consistencia física del entorno. El nuevo escenario, fruto de los esfuerzos técnicos de Studio Babelsberg, alcanzó un estrato épico cuando logró imitar casi por completo una experiencia marítima. Para los showrunners Jantje Frieser y Baran bo Odar se trató de un reto de envergadura que se basó en su visión de 1899. Algo que el productor Philipp Klausing trató de replicar a través de Dark Ways.
“Lo que hace que Dark Bay y esta producción sean especiales es que surgió desde la perspectiva de los creadores”, explicó Klausing en una entrevista. “Todo nuestro enfoque se centró e influyó en un showrunner que capturó la imagen. Eso creó muchas novedades en la industria”.
Más grande, más ambicioso, más realista
Friese y bo Odar imaginaron un set capaz de reproducir la experiencia marítima del Kerberos punto a punto. Para lograrlo, recurrieron a los conocimientos de Barry Idoine, el director de fotografía The Mandalorian. También contrataron a la empresa de efectos especiales Framestore, ganadores del Oscar por la producción virtual de Gravity, de Alfonso Cuaron. La idea era originar una nueva forma de filmar en la que el movimiento y el volumen real de los objetos y paisajes fuera lo primordial. Además, que pudiera ser reproducido de manera milimétricamente exacta.
“El principal desafío fue que la tecnología de volumen no existía antes de que empezáramos a filmar”, explica James Whitlam, del equipo de Framestore. “Significó una enorme cantidad de pruebas. Teníamos algunos prototipos en Londres. Pero no tenían ni de cerca el mismo tamaño, por lo que no sabíamos si funcionaría en la pantalla. Cuando queríamos probar la envergadura real, todavía estaban vertiendo el suelo de hormigón para el escenario. Fue bastante desafiante, pero nuestro equipo estuvo a la altura”.
Para el equipo de 1899 se trató de la posibilidad de mostrar de manera convincente y técnicamente realista la vida en el mar. Para lograr el objetivo, se construyeron dos grandes escenarios físicos del Kerberos. A continuación, se renderizaron el fondo oceánico y el cielo, para crear una versión digital de ambas cosas. Luego, todo se proyectó en un escenario circular que incluía atmósferas de lluvia y agua diseñadas para no ocasionar daños en el equipo.
Al final, el esfuerzo entre los diferentes equipos de producción logró construir un ambiente lo suficientemente creíble para la actuación de los actores. También sostener un recorrido visual tan realista como para imitar de manera verídica las condiciones de una grabación en el mar. Uno de los grandes triunfos visuales de 1899 como producción.