La serie 1899 es una especulación a gran escala sobre la realidad, lo que, por supuesto, convierte su premisa en una estructura enigmática casi incomprensible. ¿Qué es real y que no lo es en la serie? Más complicado aún, ¿cómo funciona el proyecto que dio sentido a la gran narración de la realidad desdoblada que, al final, es el centro medular de la producción? Para 1899, lo tangible solo es una forma de reconstruir el tiempo de manera lineal y la percepción de lo verídico a través de la interpretación.

De modo que, en el argumento, el tiempo es un conjunto de hechos probabilísticos destinados a repetirse una u otra vez. Eso, claro, dependiendo de las consecuencias de la simulación que provoca el proyecto Kerberos. Para la 1899, la percepción sobre el transcurrir de la historia depende de la forma en que el tiempo puede comprenderse y también de la manera en que se presume la existencia.

¿Por qué el experimento se reinicia cada cierto tiempo? ¿Cuántas versiones del mundo puede coexistir a la vez? Para entender un mecanismo tan sofisticado y profundo, primero hay que explorar su origen. Eso comienza por profundizar en qué es el proyecto que llevó a cabo semejante construcción y sus consecuencias. 

El proyecto Kerberos y su relación con la simulación

Los primeros capítulos de temporada de 1899 relatan cómo el barco Kerberos fue comprado por Henry Singleton (Anton Lesser). El nuevo propietario tomó la maquinaria del buque y lo modificó hasta convertirlo en un artefacto capaz de cambiar el tiempo y el espacio. 

En teoría, Kerberos oculta un tipo de tecnología capaz de ayudar a personas con recuerdos traumáticas a encontrar alivio al dolor. Los únicos conscientes que algo semejante ocurre son Daniel (Aneurin Barnard) y Elliot (Fflyn Edwards), sobrevivientes del barco gemelo de Kerberos, el Prometheus. 

Pero, al final, Kerberos en realidad resulta no ser un buque en absoluto, sino parte de una simulación computarizada. Un mecanismo construido específicamente para mantener las mentes de las personas atrapadas dentro de una percepción única de la realidad. Los pozos, ubicados a lo largo y ancho del barco, permiten a los pasajeros pasar de una simulación a otra. Lo que equivaldría a decir que son estratos de realidades distintas que se interconectan en una única idea, que sería la realidad. 

Pero esta versión del hoy y del ahora está fuera del alcance de los pasajeros. Debido a que cada punto dentro del barco es un eje que permite pasar a una memoria (de un pasajero) distinta. En otras palabras, el Kerberos de 1899 es un proyecto destinado a sostener una travesía por un juego de memoria en el que cada pasajero tiene su propio estrato.

1899 barco

También está inspirada en el pasado de los pasajeros que forman parte del experimento. Pero incluso esa noción de la realidad resulta ser falsa, una vez que se comprueba que los recuerdos que deben afrontar también son falsos. De hecho, son solo elementos capaces de reconstruir las memorias primordiales de sus víctimas para crear nuevas vivencias. Lo que provoca que todos olviden quienes son, o al menos, qué circunstancias les llevaron al barco. 

El ciclo interminable de 1899

De modo que, el proyecto Kerberos plantea algunas situaciones inéditas que van desde las múltiples simulaciones hasta la supervivencia de la memoria. Por ahora, todos los pasajeros han atravesado más de treinta simulaciones, interconectadas entre sí por las memorias falsas de los pasajeros. A la vez, por las percepciones sobre la realidad, el dolor y la expiación que supone revivir una experiencia traumática.

Pero, más allá del hecho emocional, está la estructura misma del mecanismo. La simulación — en otras palabras, la forma en que el proyecto reorganiza los recuerdos — construye vinculaciones específicas. Lo que, a su vez, produce un loop infinito, porque se basa en decisiones que los personajes tomarán una y otra vez. Al morir — con base a esas decisiones y sucesos inevitables —, la conciencia de los personajes se reinicia y regresan al Kerberos. 

1899

Aunque 1899 no es del todo clara, es evidente que el proyecto Kerberos es una forma de estudio de la mente humana que busca comprender su potencial. Mucho más, dentro de la idea más amplia sobre lo que puede ocurrir — o no —en de situaciones cada vez más elaboradas y complicadas. Henry, como testigo de todas las ocasiones en que los personajes toman decisiones idénticas que los llevan a los mismos lugares, comprueba la posibilidad de lo inevitable. Pero, a la vez, la serie explora un terreno temible acerca del dolor como punto de partida de toda decisión humana y, al final, su propia puerta a la destrucción.