Son muchas las personas que aseguran que un porro antes de dormir es mano de santo para caer rendido en los brazos de Morfeo, y más con esta ola de calor que nos asola. Lo cierto es que, visto el globo que genera a quiénes consumen, no sería raro pensar que la marihuana sea eficaz para conciliar el sueño. Sin embargo, según un estudio publicado recientemente en Regional Anesthesia & Pain Medicine por científicos de la Universidad de Toronto, el consumo de esta droga podría generar más bien el efecto contrario.
Han llegado a esta conclusión tras analizar datos extraídos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de los Estados Unidos (NHANES), una encuesta transversal diseñada por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Concretamente se han centrado en la información de 21.729 personas adultas, de las que se recogieron datos básicos, como su sexo, su edad, su nivel de estudios o el promedio de horas de trabajo. Pero también se les encuestó sobre información más específica, referente al consumo de cannabis y la duración y la calidad de su sueño. Los resultados van en contra de las creencias anteriores sobre la marihuana y la facilidad para dormir. ¿Pero qué dicen exactamente?
Primer paso: clasificar su consumo de cannabis y su calidad del sueño
En lo referente al sueño, los participantes en la encuesta se clasificaron según la duración y la calidad del mismo.
La duración se dividió en tres grupos, según si dormían menos de seis horas, entre seis y nueve o más de nueve. Lo ideal sería encontrarse dentro del segundo grupo, porque tan malo es dormir poco como dedicar demasiadas horas al sueño.
En cuanto a la calidad, para evaluarla se les preguntó si tenían facilidad para conciliar el sueño, si habían necesitado ayuda médica para dormir o si creían que habían dormido demasiado en las últimas dos semanas.
Quedaba solo clasificar su consumo de marihuana. En este caso, primero se estableció quiénes habían consumido cannabis en los últimos 30 días. Fueron 3.132 personas, lo cual supone un 14,5% de los participantes. Luego, de todos ellos se estableció con qué regularidad consumían. Si lo habían hecho menos de 20 veces en el último mes, se les catalogaba con un consumo moderado. Si habían consumido más, pasarían a ser consumidores intensivos de marihuana.
¿Marihuana para dormir mejor?
Una vez establecidas las clasificaciones anteriores, y también teniendo en cuenta otros datos básicos que pudieran influir, se pasó a buscar las relaciones entre los grupos establecidos.
Se vio que los consumidores de cannabis tenían un 34% más de probabilidad de dormir menos de seis horas que los que no habían consumido marihuana en el último mes. Pero no solo eso, también entre los consumidores de la droga la probabilidad de dormir más de 9 horas era un 56% mayor.
Es decir, el consumo de cannabis dificulta un sueño equilibrado, llevando a dormir más o menos horas de las adecuadas. Además, estas personas resultaron ser más propensas a tener problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidos un tiempo adecuado.
Quizás esa posibilidad de dormir más de la cuenta es la que ha llevado equívocamente a pensar que la marihuana puede ser un buen somnífero. El problema es que no genera un sueño saludable. Al menos no en base a este estudio.
Una solución errónea contra el insomnio
Los autores de este estudio reconocen que sus conclusiones son meramente observacionales y que no pueden establecer cuáles son las causas.
No obstante, consideran que son importantes para dejar de dar por hecho que la marihuana es buena para conciliar el sueño. De hecho, en declaraciones recogidas por Science Alert, recuerdan que, si bien tradicionalmente se ha considerado que el cannabis podría ser útil para tratar el insomnio, otros trabajos más recientes no apuntan en la misma dirección.
Por ejemplo, una revisión de la literatura científica realizada en 2020 concluía que, aunque algunos trabajos señalan que la marihuana puede ayudar a dormir a sus consumidores, muchos de ellos contienen limitaciones como falta de claridad diagnóstica, grupos de participantes mal definidos o un diseño inadecuado de los procedimientos. Por lo tanto, en esta revisión se argumentaba la necesidad de nuevos estudios más extensos y mejor diseñados que analicen la relación entre el sueño y el consumo de cannabis. Ahora, estos científicos de la Universidad de Toronto han publicado uno. Y las conclusiones no son las que muchos consumidores querrían creer. Puede que todavía haga falta más investigación, pero al menos ya sabemos que no está tan claro que el porro de antes de dormir vaya a mejorar tu sueño. Sobre todo, porque dormir más no es dormir mejor. Eso nos lo deberíamos grabar a fuego.