El módulo de aterrizaje InSight se envió en 2018 a Marte con el objetivo de conocer este planeta en más profundidad. Literalmente. Entre sus instrumentos se encuentra un perforador capaz de tomar muestras hasta a 5 metros bajo la superficie marciana. Además, cuenta con un sismógrafo dirigido a analizar la presencia de terremotos. Y precisamente gracias a ese aparato la NASA acaba de dar a conocer la detección del mayor terremoto detectado jamás fuera de la Tierra.

Ocurrió el pasado 4 de mayo y, si lo comparamos con las unidades de medida terrestres, tendría magnitud 5. En la Tierra suceden terremotos mucho más potentes. Sin ir más lejos, recientemente se dio a conocer uno de magnitud 6 en la Antártida. Aunque sí que es verdad que pueden ser bastante destructivos si son muy superficiales. Por ejemplo, el terremoto que sacudió brutalmente el municipio murciano de Lorca en 2011 tenía magnitud 5,1. 

En Marte no hay mucho que destruir, aunque los robots que caminan sobre su superficie sí que podrían verse afectados por los terremotos. En esta ocasión no parece que haya sido el caso, así que solo tenemos que quedarnos con lo más interesante de lo sucedido. Que nunca antes se había detectado un terremoto mayor fuera de la Tierra y que tiene mucho que contarnos sobre Marte. ¿Significa eso que no ha ocurrido algo así en otro planeta? Para nada. No contamos con instrumentos para detectar terremotos en otros planetas y en Marte apenas lleva unos años. Eso sí, desde 2018 se han registrado más de 1.300 temblores en el planeta rojo, ninguno con una magnitud tan grande como la del que acaba de presentar la NASA.

En busca de terremotos en Marte

En realidad, los objetivos definidos originalmente para InSight se cumplieron con éxito en 2020. Sin embargo, la NASA tomó la decisión de alargar su misión hasta diciembre de 2022. Y menos mal.

Si hubiese dejado de tomar datos en aquel momento no conoceríamos lo que la agencia espacial ha descrito como un “terremoto monstruoso”. Podría decirse que son unos amantes de la hipérbole, pero lo cierto es que, aun siendo un terremoto mediano en la Tierra, se encuentra muy cerca del límite superior de lo que cabría esperar en Marte.

Actualmente la misión de InSight está programada hasta diciembre de 2022

De hecho, hasta ahora el terremoto más grande que había detectado InSight tenía solo magnitud 4,2. El resto estaban bastante por debajo de esas cifras.

Ahora los científicos del proyecto InSight esperan poder estudiar más a fondo los registros del terremoto para discernir dónde se originó, la naturaleza de su fuente y, sobre todo, qué puede contarnos del interior de Marte.

NASA/JPL-Caltech

La principal misión de InSight

Ya hemos visto que la principal misión de InSight es estudiar el interior de Marte. Y esa es precisamente la razón por la que cuenta con un aparato para detectar terremotos.

El registro de los temblores puede ayudar a conocer la estructura del interior de un planeta, pues esta provocará variaciones en la forma en que las ondas sísmicas pasan o se reflejan a través de los materiales de la corteza, el manto y el núcleo marcianos.

Este tan potente puede darnos aún más información interesante, por lo que resulta emocionante para los responsables del proyecto. Además, llega en un momento providencial, pues la inminente llegada del invierno marciano a su ubicación dificulta que sus placas solares puedan obtener la energía necesaria para su correcto funcionamiento. Llegados a este punto, el 7 de mayo no le quedó más remedio que comenzar a funcionar en modo seguro. Este está diseñado para que aproveche la única energía que le queda solo en llevar a cabo tareas indispensables. Pero antes de eso dejó deberes de sobra para sus creadores. El gran terremoto marciano no podría haber llegado en un momento mejor. 

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