Hace apenas un mes, la filial de patinetes eléctricos de Ford, Spin, anunciaba que dejaba de operar en España. También en Alemania y Portugal en Europa. Un total de 21 geografías. No eran regiones rentables para la actividad de la compañía de automoción por tratarse de "mercados abiertos" donde los reguladores no ponen límites a la actividad de las empresas de movilidad compartida. Ahora, las cosas han cambiado. Ford sale definitivamente del negocio de los patinetes eléctricos y vende todos sus activos a Tier Mobility.

La compañía alemana de movilidad se hace con unos 50.000 vehículos de Spin en todo el mundo, principalmente en Estados Unidos y Canadá. Es, de hecho, la puerta de entrada de la alemana a uno de los mercados más competitivos del momento. Y precisamente donde tienen la mayor parte de su core de mercado. Con esto, y tras las adquisición de Nextbike y Wind Mobolity, Tier ya controla unos 300.000 vehículos en 21 países. Es tal el poder de Spin en Estados Unidos que la actividad de la marca en el país norteamericano seguirá siendo independiente de la actividad de Tier. La división de Reino Unido, desde la que se gestionan los negocios –los que quedan de Europa– se unirá a la operativa de la compradora.

En la adquisición no solo incluye los activos, también aplica a la tecnología. Una que la propia Spin presentaba en Madrid pocos días antes de anunciar su migración del país. En este caso, la filial de patinetes eléctricos de Ford presentaban un sistema de frenado automático para las unidades que circulaban por las aceras o zonas no permitidas. También un sistema de sensores por radar que impedía al vehículo aparcar en zonas no permitidas –principalmente aceras–. La realidad es que esta tecnología nunca se llegó a poner en práctica.

Desde Spin apuntaban a que, pese a tenerla desarrollada, implantarla en todos sus patinetes eléctricos suponía estar en desventaja competitiva respecto al resto de empresas del sector. Solo la pondrían en práctica si la regulación así lo solicitaba. Nunca llegó a pasar y, de hecho, la nueva regulación y reparto de licencias a patinetes eléctricos –principalmente en Madrid– no termina de llegar. Atascada desde primavera de 2021, el asunto sigue en la misma posición.

En cualquier caso, Tier también cuenta con su propio sistema de aparcamiento controlado a través de la aplicación y un modelo similar al intercambio de baterías.

A por los grandes mercados del patinete eléctrico

La compra de Spin por parte de Tier al propio Ford tiene un objetivo claro: conquistar el mercado de Estados Unidos. La marcha de Spin de España no preocupa tanto a la compañía. En septiembre de 2021 la compañía anunciaba su regreso a España tras su marcha en 2018 como consecuencia del caos de licencias de operación. Zaragoza, Málaga y Madrid entraban en sus quinielas.

La carta de entrada era similar a la que siempre ha defendido Ford: la regulación debe ser justa y debe ser de cumplimiento obligatorio para todos los players del sector. Solo bajo esa premisa se podrían construir negocios rentables dentro del universo de los patinetes eléctricos. Los últimos movimientos de Spin, que salía de forma precipitada de algunos mercados europeos sin previo aviso, apuntaban precisamente a esa falta de rentabilidad. Al menos en Europa. Ahora, con la venta y salida definitiva del negocio de los patinetes en el que entraron hace unos años, asumen que la movilidad compartida de moda no es un sector en el que la multinacional está cómoda.

Este movimiento, además, viene de la mano de un cambio en la estructura de la compañía. A la par que Ford anuncia la venta de su división de patinetes eléctricos, anuncian su reestructuración. Separan el área encargada de coches eléctricos de la enfocada a los coches de combustión de forma definitiva con la idea de simular el éxito de los coches eléctricos de Tesla.

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