Después de la decepción que supuso “Winter Kills” (10x06), el último episodio de la primera de las dos historias en las que está dividida American Horror Story: Double Feature (Ryan Murphy y Brad Falchuk, 2021), la apuesta para la segunda parece bastante difícil porque es fácil caer en algo caricaturesco.
Las notas iniciales de la banda sonora de Mac Quayle (Ratched), que nos hacen pensar en la inolvidable Myrtle Snow (Frances Conroy) de Coven (2013-2014) y Apocalypse (2018) o en Mars Attacks! (Tim Burton, 1996) por el instrumento, no dejan lugar a dudas sobre el asunto que se aborda desde “Take Me to Your Leader” (10x07).
El cual ya había estado presente en la formidable Asylum (2012-2013) de un modo mucho más sutil, un adjetivo que resulta extraño cuando se le atribuye a esta tremebunda serie de terror, que no suele andarse con chiquitas en absoluto.
Los referentes obvios de la fantasía y la ciencia ficción
La secuencia previa a los títulos adaptados de American Horror Story, planificada con pulcritud por el realizador Max Winkler (Tierra salvaje), que también ha estado al frente del peor capítulo hasta la fecha de American Horror Stories (Ryan Murphy y Brad Falchuk, desde 2021), el titulado “The Naughty List” (1x04), ya contiene elementos que apuntan al peso enorme que The X-Files (Chris Carter, desde 1993) tiene como antecedente imprescindible en las ideas narrativas y la composición audiovisual de su trama cincuentera.
Nos acordamos de episodios protagonizados por los célebres agentes Fox Mulder (David Duchovny) y Dana Scully (Gillian Anderson) como “Gethsemane” (4x24), “Travelers” (5x15), “The Unnatural” (6x19) o “My Struggle” (10x01). Pero sin olvidar la novela La invasión de los ladrones de cuerpos (Jack Finney, 1955) y sus adaptaciones cinematográficas más conocidas, la de Don Siegel (1956) y la de Philip Kaufman (1978).
Pero, en lo que se refiere a su influencia en los ingredientes de la trama, se la debemos a las decisiones para el libreto de Brad Falchuk (Pose), el habitual Manny Coto (Dexter) y Kristen Reidel, curtida en The Blacklist (Jon Bokenkamp, desde 2013), 12 monos (Travis Fickett y Terry Matalas, 2015-2018) o 9-1-1 (Ryan Murphy, Falchuk y Minear, desde 2018) y que, junto con el segundo, igualmente firma los demás guiones para los tres capítulos restantes de la décima temporada de American Horror Story.
Poco hay aquí de la esencia de ‘American Horror Story’
La transición del blanco y negro de la Guerra Fría más gris a los colores de la actualidad, que interrumpe el relato en un cliffhanger, es algo brusca. Y, como tardan unos buenos minutos en avanzar tras las presentaciones de los nuevos personajes hasta el meollo de la función, después de haber ido a por ello a tope, esta parte se siente un poco descompensada. Sin embargo, así hay oportunidad para que se desate esa afilada lengua con cierta chispa y sin complejos a la que nos han acostumbrado los escritores de la serie.
Pero hay que decir que esto último es de lo poquito que se pueda reconocer en “Take Me to Your Leader” como propio de la esencia de American Horror Story. Normalmente, aunque se asuman conceptos del género fantástico, la inmensa mayoría del terror procede del conflicto entre distintas voluntades humanas y los personajes provocan la violencia en este contexto, por lo que se enriquece el planteamiento dramático con una mayor complejidad.
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Pero aquí no existe eso. Los protagonistas solamente sufren la acción de fuerzas que desconocen como en cualquier narración típica por el estilo, de las que hay tantas que no merece la pena siquiera nombrar algunas. Por esa razón, esperamos que en los siguientes tres episodios den un giro familiar a este asunto porque, de lo contrario, Double Feature acabará igual que My Roanoke Nightmare (2016) o 1984 (2019): como un completo fiasco.