Cuando Dune, de Denis Villeneuve, se estrene en el cine en España el próximo 17 de septiembre, unas semanas antes que en Estados Unidos y América Latina (donde se podrá ver en HBO Max), se cerrará una de las grandes heridas que el calendario de estrenos había dejado por culpa de la COVID.

Dune, la obra basada en el libro de ciencia-ficción de Frank Herbert, escrito en 1965, es una de las grandes historias del género. Tanto, que sus adaptaciones y sus intentos por conseguirlo nunca han conseguido empaquetar lo que hoy podría describirse como una mezcla entre Star Wars y Juego de Tronos con toques de conciencia ambientalista.

Con un universo pasmoso que dio lugar a un montón de continuaciones, las novelas de Dune son notoriamente enrevesadas, con tramas muy extensas, personajes con nombres extraños y algunos temas tan embriagadores como oníricos y complejos. No es de extrañar, pues, que las anteriores adaptaciones cinematográficas hayan tenido problemas. La película de 1984 del creador de Twin Peaks, David Lynch, fue casi universalmente denostada, el cineasta de chileno-francés de culto Alejandro Jodorowsky no consiguió sacar adelante su adaptación (lo que dio lugar a un fascinante documental), y una versión más cercana del canal SyFy puede ser quizá la mejor, pero demasiado pesada.

Sin embargo, Villeneuve promete desvelar la fórmula secreta y dar por fin a Dune el tratamiento en la gran pantalla que se merece. El director de Blade Runner 2049 y La llegada ya ha demostrado su capacidad para dirigir impresionantes historias de ciencia-ficción, y ahora seguramente esté ante su mayor prueba con un elenco plagado de caras conocidas. Pero antes de adentrarnos en la pantalla, seguramente convenga una guía introductoria al Universo de Dune. Y para eso estamos en Hipertextual.

Qué es Dune y cómo se configura su universo

Dune, Legendary Pictures

Como decíamos, el origen de Dune es la novela homónima de ciencia-ficción de 1965 escrita por Frank Herbert, un tomo enormemente influyente cuya ópera espacial y densa mitología pueden percibirse en todo, desde Star Wars hasta Juego de Tronos. Pero Dune es también una franquicia en expansión. El propio Herbert escribió cinco secuelas entre 1969 y 1985, y su hijo Brian Herbert ha escrito otras 14 precuelas y secuelas en colaboración con Kevin J. Anderson desde 1999. También hubo una película en 1984 y una miniserie de televisión en 2000, además de numerosos juegos de mesa y de consola.

Lo que realmente hay que saber es que ahora también es una nueva y enorme película del director Denis Villeneuve. Y posiblemente el comienzo de una extensa franquicia multimedia que incluye tanto series de televisión que ya se esperan para HBO Max -propiedad de Warner, su distribuidora- como secuelas cinematográficas. Al menos, si todo va como se planeó originalmente en cuanto a resultados. Por ahora, las crítcas pre-estreno desde su exhibición en el festival de Venecia no defraudan.

Bienvenido a Arrakis

Dune está ambientado en un futuro ficticio y lejano (en el año 10.191 para ser exactos) en el que las casas nobles lideran una sociedad feudal que se extiende por muchos planetas, los cuales son considerados feudos. La pre-historia que nos plantea la primera novela y que nos revela las precuela nos muestra una sociedad que en algún momento tuvo un enfrentamiento con la alta tecnología, volviendo a ese feudalismo espacial.

Ahora empieza la lluvia de nombres. El protagonista, Paul Atreides, es el hijo del duque Leto Atreides y de Jessica, una acólita de las Bene Gesserit. Las Bene Gesserit son una secta religiosa matriarcal que ejerce poderes aparentemente sobrehumanos obtenidos tras años de agotador entrenamiento físico y mental. Tienen sus propias motivaciones políticas y buscan adquirir más poder, de ahí que Jessica se haya instalado en la Casa Atreides como pareja del Duque.

El mundo de Dune es el de un futuro lejano donde la humanidad tuvo un enfrentamiento con la alta tecnología, volviendo a ese feudalismo espacial. Ahora, la riqueza del imperio se mide por la melange, una especia que solo se encuentra en Arrakis.

Gran parte de la población de este universo desconfía de las Bene Gesserit y las llama “brujas” por sus extrañas habilidades. Sabemos que las acólitas de la Bene Gesserit participan en un programa de reproducción genética de larga duración para dar a luz a una figura masculina con sus mismas habilidades, parecida a Cristo, conocida como el Kwisatz Haderach (sí, los nombres son complicados, tómate un momento para repasarlos un par de veces).

Hasta ahí una breve pincelada del cuadro de fondo. Dune comienza con el traslado de toda la familia Atreides desde el apacible planeta Caladan para gestionar la cosecha de un producto de exportación muy importante llamado melange, conocido coloquialmente como especia, en el planeta desértico Arrakis. Vamos, que se ven obligados a cambiar oasis por desierto para cumplir órdenes en esta importante materia prima, objeto de deseo y de riqueza en toda la Galaxia.

De la melange a los Fremen: el ecosistema de Dune

El duque Leto recibe la orden de hacerlo por parte del emperador Padishah Shaddam IV. La estancia de los Atreides en Arrakis no tarda en volverse peligrosa por los restos de la presencia de los miembros de la Casa Harkonnen, antiguos rivales de la Casa Atreides.

Los Emperadores Padishah son los gobernantes hereditarios del Antiguo Imperio, que reinan sobre el universo conocido. Su poder se mantiene bajo control gracias a un acuerdo feudal con las casas nobles del Landsraad y el Gremio del Espacio. Aunque los Emperadores y las casas del Landsraad comparten el poder político, ambos dependen del Gremio Espacial para los viajes interestelares, lo que crea una tenue sensación de estabilidad.

Y en medio de todo esto están los Fremen, el pueblo nativo de Arrakis. Una sociedad aparentemente anticuada que aprende a vivir con ‘destiltrajes’, unas armaduras que hacen que cualquier gota de líquido que emane su cuerpo sea aprovechada por su escasez. Los Fremen viven en tribus llamadas sietches y valoran el agua por encima de todo. Cuando un Fremen muere, su cuerpo se convierte en agua para preservar la humedad que tenía en vida.

Los Fremen, que dependen de la familia noble que actualmente supervisa el planeta, son un grupo de humanos que han vivido en los afloramientos rocosos de Arrakis durante generaciones. Luchando constantemente por la supervivencia, son hábiles en el combate y están endurecidos por los duros elementos del planeta.

Aunque Arrakis sea un sitio donde nadie querría estar, el secreto como decimos está en la melange, una especie con multitud de funciones entre las que están alterar mentalmente las facultades de quien la toma. Y que, por cierto, es creada gracias a unos gusanos del desierte de kilómetros de diámetro sin los que ese ciclo de la especie sería imposible. Y es que como veremos más adelante, Dune es también un manifiesto a favor de mantener los ecosistemas. De hecho, uno de los personajes más importantes para entender los libros tiene el cargo de planetólogo.

En resumen, Dune es la historia de una familia traicionada por sus amos y obligada a trabajar con los nativos del planeta para sobrevivir. La aventura se centra principalmente en Paul, y continúa con toda una serie de personajes extraños y maravillosos.

Una breve historia de sus pocas pero intensas adaptaciones

Las adaptaciones de Dune han dejado un legado especial como solo dejan aquellas películas que fueron un fracaso en la época pero que por su rareza se convirtieron en cintas de culto. Un testimonio también de lo difícil que es trasladar esta historia de la página a la pantalla.

Los tres principales intentos de hacer una película de Dune, en orden cronológico, se dieron así:

La Dune de Jodorowsky (años 70)

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Lo único que sabemos es que habría sido una película extraña… si se hubiera realizado. El cineasta chileno-francés Alejandro Jodorowsky quería hacer una película de 14 horas protagonizada por Orson Welles (a quien sobornó para que se uniera al reparto prometiéndole al director de Ciudadano Kane que el chef de su restaurante favorito sería el encargado del catering), Mick Jagger, Salvador Dalí y su propio hijo de 12 años.

Jodorowsky esperaba que la experiencia de ver la película provocara una respuesta mental similar a la de tomar LSD, según dijo en entrevistas posteriores. El famoso pintor H.R. Giger, el dibujante de cómics Moebius y el supervisor de efectos visuales Dan O’Bannon participaron en la preproducción. Pink Floyd y el grupo francés Magma iban a poner banda sonora a la Casa Atreides y a la Casa Harkonnen, respectivamente. Iba a ser una verdadera locura.

Desgraciadamente, la visión de Jodorowsky era demasiado grandiosa y la película pasó más de dos años de desarrollo, lo que le costó al director 2 millones de dólares. Al final, el proyecto se estancó por razones financieras y nunca se retomó. Sin embargo, se puede ver el fantástico documental sobre el casi making-of. Además, puede disfrutar de los frutos del trabajo de Jodorowsky de otras maneras: Giger, Moebius y O’Bannon se inspiraron en su trabajo en Dune y lo llevaron a una película que sí que vio la luz: Alien.

La Dune de David Lynch (1984)

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Una película con unos efectos especiales (pero no solo por antigüedad, sino por cómo se usan) que hoy es desde luego llamativa. Seguramente la mayor apuesta comercial de David Lynch, la película sigue siendo buena: Kyle MacLachlan interpreta a Paul Atreides y el cantante Sting aparece como el villano Feyd Rautha.

El rodaje fue un caos, y Universal intercedió para cortar las alas de laidea de Lynch, que acabó convirtiéndose en una película no ya extraña por la hechuras del director, sino por un montaje atolondrado.

La intrahistoria, sin embargo, no situaba a Lynch como director. Después de que Dino De Laurentiis comprara los derechos cinematográficos de Dune en 1976, el productor de Hollywood contrató inicialmente a Ridley Scott para dirigir Dune. Cuando Scott abandonó el proyecto, la hija de los Laurentiis le convenció para que contratara a David Lynch.

Desgraciadamente, la injerencias hicieron que el montaje final quedara tan mal que se tuvo que grabar voces en off para reconstruir los agujeros de la trama. Lynch sigue negándose a hablar de Dune, alegando “cero interés” en cualquier adaptación después de que su experiencia le dejara un mal sabor de boca.

La versión de SyFy del 2000

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El último intento antes del actual llega por parte del canal SyFy (entonces conocido como SciFi), que era muy consciente de que Dune era básicamente una Biblia de ciencia ficción, así que incluyó el nombre de Frank Herbert en el título de la miniserie. Dirigida y adaptada por John Harrison (colaborador de George A. Romero), la serie ganó dos premios en los Emmys de 2001.

Aunque la crítica alabó la miniserie, y hasta la fecha es uno de los programas de mayor audiencia jamás emitidos en el canal SyFy, es un poco dura de ver, seguramente por seguir muy a pies juntillas un texto muy difícil de llevar a la pantalla, reto que ahora Villeneuve tiene delante. La miniserie sin embargo dio lugar a una secuelaChildren of Dune, de 2003, protagonizada por James McAvoy.

¿Qué se sabe de la nueva Dune de Villeneuve?

Lo más importante es que la que va a llegar ahora al cine es solo la primera parte del primer libro. Villeneuve ha dividido la historia en dos, reconociendo que se necesita un metraje realmente importante para encajar todo el relato. El problema (potencial) es que, aunque la segunda parte está oficialmente planeada, aún no se ha rodado, y su creación depende totalmente de que Dune sea un éxito.

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Sin embargo, Villeneuve es una elección estelar para esta película, ya que está acostumbrado a hacer grandes, brillantes y sesudas películas de ciencia ficción, desde Blade Runner 2049 hasta La llegada.

Los guionistas son Villeneuve, Jon Spaihts y Eric Roth. Spaihts escribió Passengers y los borradores originales de Doctor Strange y Prometheus. Los trabajos anteriores de Roth incluyen Ha nacido una estrellaMúnich y El curioso caso de Benjamin Button, y ganó un Oscar por Forrest Gump. La música, casi por aclamación popular, es de Zimmer.

Si a ello le sumamos un elenco plagado de rostros conocidos podemos decir que hay madera. Ahora queda por ver si es tan valiosa como la melange.