La última propuesta del realizador italiano Stefano Sollima, titulada Sin remordimientos (2021), ha venido de la mano de Amazon Prime Video. Y debemos decir que era esperable que se hiciera un hueco en el panorama cinematográfico hollywoodiense gracias a su trayectoria previa.
Tras dirigir, por ejemplo, los capítulos de una serie tan valorada como Roma criminal (2008-2010) y los filmes Todos los policías son unos bastardos (2012) y Suburra (2015), se le brindó la oportunidad de encargarse de Sicario: El día del soldado (2018), la secuela del thriller de Denis Villeneuve (2015). Y, antes de esta adaptación de la novela homónima escrita por Tom Clancy (1993), la plataforma decidió acoger ZeroZeroZero (2020), la ficción televisiva que creó con Leonardo Fasoli y Mauricio Katz.
La secuencia inicial de Sin remordimientos deja clarísimo lo que nos aguarda en esta película de Amazon Prime Video: múltiples escenas de acción habilidosa, sin demasiada chispa en su composición que las intensifique ni intenciones de profundizar mucho en los personajes principales; ni tan siquiera en John Kelly, al que encarna Michael B. Jordan (The Wire, Parenthood, Black Panther) con escasos alicientes aparte de lo obvio.
No porque su comprensible drama no pudiese dar para tenerlos, sino debido a que los guionistas estadounidenses Taylor Sheridan, nominado al Oscar por Comanchería (David Mackenzie, 2016), y Will Staples (Elegidos para la gloria) no construyen la empatía de los espectadores lo suficiente como para que se sientan afectados por ella; ni hay elocuencia alguna en su exposición.
La falta de fuerza de ‘Sin remordimientos’
Además, las capacidades de Stefano Sollima como cineasta no logran relucir en Sin remordimientos. Sus modales sobriamente acerados que, por lo general, le aportan cierta potencia a las tesituras planteadas y que le hemos visto en Suburra y en Sicario: El día del soldado sobre todo, no posen el nervio que se necesita aquí.
Por esta razón, a la adecuada partitura del islandés Jon Thor Birgisson, con una consierable experiencia elaborando canciones para el cine desde Vanilla Sky (Cameron Crowe, 2001), pasando por Después de la boda (Susanne Bier, 2006) y hasta Los Mitchell contra las máquinas (Mike Rianda y Jeff Rowe, 2021) pero muy reducida en bandas sonoras completas, solo con la de Manhattan (Sam Shaw, 2014-2015) y Aloha (Crowe, 2015) antes del filme de Amazon Prime Video, se le hurta la fuerza.
Ni la situación más inesperadamente peliaguda, que incluye el único plano secuencia de Sin remordimientos y mayor complejidad de rodaje, consigue impresionarnos demasiado. Y tampoco, desde luego, los enfrentamientos posteriores, a pesar de esa secuencia interesante que nos recuerda una de Atómica (David Leitch, 2017); pero con disparos y explosiones solamente y no tanta lucha cuerpo a cuerpo.
El Ryanverse no nos emociona así
Ni los giros y las desganadasrevelaciones nos resultan sorprendentes ni muy originales; al igual que no encontramos excesiva satisfacción en que se descubra la villanía y se pague por ella. Todo como consecuencia de la mencionada falta de hondura y de vigor dramático que sufre esta película de Amazon Prime Video, cuyo elenco no tiene mucho de donde agarrarse.
Los colegas de Michael B. Jordan no defraudan ni se lucen lo más mínimo; desde Jodie Turner-Smith (True Blood) como Karen Greer o Jamie Bell (Billy Elliot) interpretando a Robert Ritter hasta Guy Pearce (Memento) como el secretario Thomas Clay —se nos está encasillando un poco este actor inglés—, Brett Gelman (Stranger Things) prestándole su rostro a Viktor Rykov o Lauren London (El séquito) como Pam Kelly.
Esta cuadrilla participa sin pena ni gloria en Sin remordimientos; y los visos de que algunos reaparecerán durante posibles continuaciones para Amazon Prime Video, con este insípido antecedente, no nos emocionan tanto. Ni con la perspectiva del denominado Ryanverse. Pero, si es lo que desean, deberán esforzarse bastante más.