Es uno de los proyectos españoles que más revuelo causó a finales del año pasado. Por el producto en sí (un coche eléctrico), por la propuesta (con posibilidad de comprar el coche sin baterías) y también por la desconfianza ante otros prototipos por hacer el futuro ‘coche eléctrico español’ que acabaron en nada. Pero, poco a poco, vamos sabiendo más sobre Lupa Motors.

La startup española ha anunciado esta semana que abrirá una planta de producción en Uruguay. Sus planes pasan porque la fábrica esté operativa en 2024, año en el que quiere que salgan de allí sus primeros modelos para ser servidos al mercado latinoamericano, especialmente al propio Uruguay y a Brasil.

En su comunicación, la empresa anuncia una proyección de que en ella se puedan producir unos 20.000 coches al año cuando esté a máximo rendimiento, y que tiene la intención de que sea neutra en carbono desde sus inicios. Empezarían con su apuesta en los compactos de cinco puertas (Lupa E26) y una furgoneta enfocada al reparto de última milla (Lupa E66). Más tarde le seguirá un SUV, el E137.

Pero, ¿y qué hay de una posible fábrica en España?. “Nuestros planes siguen pasando por instalar una planta en España. La de Uruguay será una satélite para poder distribuir directamente en América Latina”, cuenta Carlos Álvarez Córdoba, CEO de Lupa Motors.

Álvarez Córdoba cuenta que el anuncio de la planta uruguaya ha sido posible gracias a la entrada de inversores directamente desde el país latinoamericano. En España, “la financiación sigue al 50% de lo que necesitaríamos para poner en marcha una planta aquí”. Por el momento, desde Lupa no se informa sobre los fondos de capital o los inversores que han hecho posible la instalación uruguaya.

La intención sigue siendo lanzar en 2023

Desde su irrupción en octubre del año pasado, el equipo de Lupa ha crecido. “Por ahora somos cinco personas, tres de ellos ingenieros y el resto pendientes de inversión y ventas”, cuenta Álvarez Córdoba.

Actualmente, además de la necesaria inversión, desde Lupa se cuenta que están en conversaciones con distintas posibilidades para instalar la que sería la planta española. “Nuestra intención y también deseo es que la planta estuviera en Cataluña, pero hemos tenido propuestas de distintos territorios. Tampoco desdeñamos la idea de poder ubicarla en otro lugar de Europa, pero España sigue siendo la primera opción”, explica Álvarez, barcelonés que ha desarrollado su carrera como piloto profesional en varias categorías (incluyendo Fórmula 3, karting o GT) y como probador de McLaren Automotive en estos últimos años, y quien quiere llevar adelante la idea de Lupa tras valorarla con compañeros del sector.

“Ahora mismo mantenemos la previsión de que, tras 30 meses de desarrollo, el coche pueda estar en el mercado a lo largo de 2023”, cuenta.

El planteamiento de Lupa Motors pasa por abaratar al máximo el coche eléctrico apostando por una autonomía no muy ambiciosa pero sí suficiente para la mayoría de desplazamientos, y adquiriendo a terceros los grandes componentes (plataformas, baterías…) para solo dedicarse a la labor de ensamblaje en sus plantas. Además, su gran novedad seguramente sea el plantear la posibilidad de vender el vehículo sin baterías.

Un coche económico desde los 9.400 euros y con batería opcional en la compra

El primer modelo que llegaría al mercado en 2023 sería el compacto E26, contaría con una de 285 kilómetros reales y con baterías intercambiables, lo que puede hacer que el coche se pueda adquirir desde 9.000 euros si se compra sin baterías (antes de impuestos), o por 17.000 euros si se compran con ellas.

Esta idea de las baterías no se ‘solucionaría’ con un renting, sino que la startup afirma que quiere fomentar un “mercado de segunda mano de las baterías”. Es decir, que puedas abaratar la compra adquiriendo el coche y una batería de segundo uso.

La idea de Lupa, después de su E26, es lanzar en paralelo una furgoneta, y un par de años después un SUV, una gama de vehículos que completaría el negocio con sus propias líneas de PowerHome.

“Nuestra idea es ayudar a crear un mercado de segunda mano de baterías. Nadie va a comprarse nuestro primer coche sin baterías, pero queremos abrir la posibilidad de que si alguien lo renueva, pueda mantenerlas, o si decide cambiar de modelo. Y la idea de los PowerHome va por ahí. El desgaste de una batería de coche es algo que está ahí, y pensamos que una buena solución ante algo así es que una batería que ya no tiene tanta potencia para un coche pase a aportar a un hogar. A cambio, nuestra idea es ofrecer nuevas baterías a un precio casi de coste para facilitar estos cambios”, señala, haciendo hincapié en la reducción de residuos a la que puede contribuir esta vía.

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