Es del todo imposible sentarse a contemplar los seis episodios de los que se compone la primera temporada de Soulmates (desde 2020), la serie televisiva de los británicos William Bridges (Stranger Things) y Brett Goldstein (Ted Lasso) para la AMC recientemente estrenada en Movistar Plus, y no acordarse de inmediato de Black Mirror (Charlie Brooker, desde 2011), para la que Bridges escribió “Shut Up and Dance” (3x03) y “USS Callister” (4x01). El enfoque de cómo una tecnología futurista afecta a las personas de un modo desolador resulta muy reconocible; y constituye la idea de fondo que, en origen, vertebraba la ficción de Netflix.

De todas maneras, el capítulo “Watershed” (1x01) bien podría integrarse en cualquiera de las temporadas de Black Mirror sin chirriar lo más mínimo, y el resto de Soulmates, presentarse como un spin-off que, en resumidas cuentas, combina conceptos de “The Entire History of You” (1x03), lo mejor y más doloroso de los veintidós episodios la serie inglesa, “Hang the DJ” (4x04) y “Striking Vipers” (5x01). Como el capítulo “Matchmaker” (1x01) de la fallida Dimension 404 (Will Campos, Desmond Dolly, Daniel Johnson y David Welch, 2017), que se diría sacado también de ella sin sus elementos abiertamente grotescos.

soulmates temporada 1 william bridges brett goldstein amc crítica
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Es más, Soulmates comparte a tres actores con Black Mirror: a Sarah Snook (Steve Jobs), que interpreta a Nikki en “Watershed” y a Medina en el episodio “Men Against Fire” (3x05) de la segunda, a Georgina Campbell (Broadchurch), la cual se mete en la piel a Miranda en el capítulo “Little Adventures” (1x03) de la primera y en la de Amy en “Hang the DJ”, y a Tom Goodman-Hill (The Imitation Game), que encarna a Doug en el episodio “The (Power) Ballad of Caitlin Jones” (1x06) de Soulmates y a Tom Bilce en “The National Anthem” (1x01), uno de los más recordados de Black Mirror.

Pero la serie de William Bridges y Brett Goldstein solo se la puede considerar su hermana pequeña como mucho, puesto que el impacto narrativo y emocional que consiguen sus seis primeros capítulos ni se acerca al de “The National Anthem”, “Nosedive” (3x01), “San Junipero” (3x04) o, ni mucho menos, “The Entire History of You”. Únicamente por ellos, no obstante, ya que el nivel de Soulmates se revela por ahora similar al de los otros episodios de Black Mirror o incluso al de la película Bandersnatch (David Slade, 2018), que se sitúa entre las temporadas cuatro y cinco, si se obvia su originalidad.

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Por el concepto de la nueva serie, “Watershed” sería el relato más canónico de los seis estrenados hasta la fecha. En “The Lovers” (1x02), por otra parte, la premisa sirve solo como una excusa para contar su historia, pues bien podría haberse contado igual sin ella, cambiándola por otros ingredientes narrativos, y mostrarse perfectamente verosímil. A “Little Adventures” se lo puede ver como la otra cara de la moneda del primero de Soulmates en varios sentidos. Y, en “Layover” (1x04), el más flojo del sexteto episódico, podemos encontrar algunos detallitos de planificación y de montaje diferentes.

“Break on Through” (1x05) es el segundo capítulo en el que se valen de la premisa de la serie como pretexto para construir una intriga oscura, y en ella hay algo del espíritu de la inolvidable The Leftovers (Damon Lindelof y Tom Perrotta, 2014-2017). Y, el sombrío remate de esta temporada inaugural, “The (Power) Ballad of Caitlin Jones”, prueba que, si bien no debieran estirar el concepto de Soulmates como si fuera un chicle en demasiadas temporadas, sí pueden sacarle el jugo desde distinta perspectivas y salir airosos con esta búsqueda de almas gemelas en el reflejo de Black Mirror.

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