La Unión Europea anunció una nueva estrategia para asegurar que Google y otros gigantes tecnológicos tengan competencia. Reuters reporta que la UE busca evitar otra situación como la que se gestó con Google. La tecnológica recibió multas por más de 8.000 millones siendo la de 2018 una de las más significativas por abusar de su posición dominante con Android.

Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia, dijo que la nueva estrategia establecerá reglas básicas para compartir datos y cómo operan los mercados digitales. La Ley de Servicios Digitales (DSA) obligaría a las grandes empresas a ofrecer a sus rivales más pequeños acceso a datos en términos razonables, estandarizados y no discriminatorios.

La DSA sería una alternativa a una estrategia que no ha funcionado. A pesar de las multas y lineamientos en contra de Google, el gigante estadounidense no tiene competencia en Europa. La tecnológica usa un sistema de subastas que obliga a pagar a los sistemas de búsqueda para aparecer en las opciones por defecto.

Empresas como DuckDuckGo han criticado al sistema de la UE y lo califican como pensado para que Google gane dinero.

Amazon, Apple y Facebook, también en la mira de la Unión Europea

La nueva ley también integra un apartado de términos y prácticas contractuales injustas que apunta a Amazon y Apple. La empresa de Cupertino enfrenta investigaciones luego de las acusaciones de Spotify y el impuesto del 30% de la App Store. A Amazon se le investiga por su doble papel como distribuidor y competidor de las tiendas de su plataforma.

Hace unos meses salieron a la luz las prácticas desleales de Amazon entre las que se incluyen usar datos de vendedores para copiar productos y convertirse en competencia. La empresa de Jeff Bezos también ocultó "por error" productos de otros vendedores que ofrecían un envío más rápido que Prime durante la pandemia del coronavirus.

Por último, la Ley de Servicios Digitales abordará el tema de la publicidad y cómo las empresas se benefician del contenido dañino en sus plataformas. El caso más evidente es Facebook, quien alegando la libertad de expresión permite que Donald Trump publique contenido que incita a la violencia. Sumado a eso, la tecnológica hace poco por limitar el discurso de odio y es acusada de beneficiarse económicamente de este.

El borrador final con las nuevas reglas será redactado por Margrethe Vestager, quien a finales de 2020 lo entregará para su revisión y posterior implementación.