Estrenada en otoño del año pasado, la adaptación para televisión de la novela gráfica Watchmen sigue dando mucho que hablar, en especial, después de que las redes sociales se hicieran eco de las evidentes similitudes entre su argumento y la situación que se vive en la actualidad en las calles de EE.UU..

Buena parte de los fans parecen preocupados por la posibilidad de que el programa apoye la actuación policial y de que suscriba el comportamiento violento de cuerpo de seguridad del estado en medio de situaciones críticas. El escritor de la serie Cord Jefferson salió al paso para desmentir la posibilidad y aclaró que la serie, era un retrato “incómodo” sobre el racismo sistémico estadounidense.

La serie dramática —adaptación de la novela gráfica del mismo nombre de Alan Moore y Dave Gibbons, publicada en 1987— gira en torno a una realidad alternativa en la que Robert Redford es un presidente incómodo y la cultura estadounidense debe luchar contra el racismo que contamina e infiltra buena parte de sus instituciones.

Con la oscarizada Regina King como Angela Abar, una de las vigilantes de rostro cubierto que brinda apoyo a los policías enmascarados de la ciudad de Tulsa, el duro argumento de la serie parece más vigente que nunca. En especial cuando las protestas debido al asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco recrudecieron la tensión racial a lo largo y ancho del país.

En la ficción, los agentes de policía llevan el rostro cubierto, debido a la posibilidad de ser asesinados en medio de la creciente tensión social que se vive en las calles de Tulsa. La serie comienza con una mirada a la masacre ocurrida en Greenwood en 1921, uno de los mayores disturbios raciales de la historia estadounidense, y después reflexiona sobre una sociedad en la que los cuerpos policiales sufren constantes ataques, por lo que sus agentes deben cubrir sus rostros para evitar ser asesinados o sufrir represalias al impartir la ley.

Watchmen: No hay que juzgar el libro por la portada

Según Jefferson nada es lo que parece en Wachtmen: “Si solo miraras al piloto, podrías [pensar eso]”, explicó a la revista Rolling Stone cuando se le preguntó sobre el supuesto apoyo del argumento a la actuación policial. “Pero no creo que haya una forma de ver el Episodio Seis del programa y decir: Ese pro-policía”.

El capítulo seis de Watchmen, titulado “El ser extraordinario”, muestra a Abar durante un viaje en el tiempo en el que revive el racismo que sufrió su abuelo como uno de los primeros oficiales negros de la fuerza policial de Nueva York, experiencia que le llevó a tomar la extrema decisión de convertirse en el Vigilante Hooded Justice.

El creador de la serie de Watchmen, Damon Lindelof, también hizo referencia al capítulo hace unas pocas semanas al aclarar que la trama tiene el mismo propósito que “la destrucción de Krypton en Superman”, un incidente que brindó una significativa historia de origen a uno de los personajes emblemáticos tanto de la novela gráfica como de la serie.

Para Jefferson se trata de un truco argumental: mientras que los primeros capítulos de Watchmen parecen apoyar a los policías enmascarados, los siguientes demuestran la corrupción debajo de las fuerzas de la ley, una paradoja que en la actualidad más vigente que nunca y que cuestiona las creencias y lealtades del poder.

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