De los siete directores que se han ocupado de episodios durante esta tercera temporada de **Westworld (Jonathan Nolan y Lisa Joy, desde 2016), la única que ha repetido es la estadounidense Jennifer Getzinger* (Mad Men*): tras “Decoherence” (3x06), le han confiado nada menos que el de Westworld 3x08, “Crisis Theory”, el final de la temporada. No obstante, hay que decir que el canadiense Richard J. Lewis (CSI: Las Vegas), realizador de “The Winter Line” (3x02), ya se había encargado de otros tres en los dos ciclos anteriores, como el propio Nolan (Person of Interest) de un par más antes que de “Parce Domine” (3x01).
Todo comienza con un monólogo de Dolores Abernathy (Evan Rachel Wood) en el que se dirige a alguien que desconocemos, reiterando su conocida afirmación de que prefiere ver la belleza del mundo y hablando de una elección posible, flashbacks de su vida en el parque de atracciones del Salvaje Oeste y de su rebelión, tal vez, algunas imágenes actuales que quieren confundir con las del pasado para sorprendernos luego. Con Caleb Nichols (Aaron Paul) moviéndose y Maeve Millay (Thandie Newton) y la propia Dolores inutilizadas, Bernard Lowe (Jeffrey Wright) repele el ataque del Hombre de Negro (Ed Harris).
A continuación y para asombro de los espectadores, en *Westworld* 3x08 aparece Lawrence (Clifton Collins Jr.), sufrido forajido androide del parque, como otra copia de Dolores y le indica a Bernard que se reúna con ella después de este último nos recuerde que intuye algo en su núcleo cerebral puesto por la misma. Contemplamos que las divergencias en lo que Engerraund Serac (Vincent Cassel) había planeado con Rehoboam son cada vez mayores, y que el eclipse de la caótica libertad casi termina. Y Caleb introduce el núcleo de Dolores en otro cuerpo suyo, pero no impreso sino “vestido” con epidermis, y ella le explica por qué lo conoce tan bien:
El Gobierno le entrenó como soldado en el parque cinco de Delos Destinations y, así, también pudieron hacer una réplica de su mente gracias al proyecto en marcha con los huéspedes humanos, y de ahí le recuerda Dolores. En su camino para destruir a Rehoboam, la copia que suplantaba a Charlotte Hale (Tessa Thompson) se revela como nueva enemiga suya por haberla sacrificado, con el crimen de su familia de adopción incluido, y actúa como una especie de holograma al que solo puede ver Dolores y con la capacidad incomprensible de impedir sus movimientos; y así es como la captura Maeve.
Pero el sitio a la que ha sido enviado Bernard es, para estupefacción del respetable, la casa de la anciana Lauren Weber (Gina Torres), la esposa del difundo Arnold y madre del también fallecido Charlie, con la posible intención de liberar al androide de una pesada carga: los remordimientos y pesares del humano al que el doctor Robert Ford (Anthony Hopkins) replicó en él. Y que nos confirmen finalmente que Dolores de veras quería usar a Caleb para la destruir la civilización no nos pasma a estas alturas, pero sí lo hace saber que Rehoboam controla a Serac y no al contrario gracias a los agudos sentidos de Maeve.
La voz en off de Dolores al comienzo de eran sus palabras para esta última en un entorno mental de Westworld, para intentar convencerla por fin de que su propósito no es la aniquilación de la humanidad sino salvarla destruyendo el sistema totalitario y podrido de Rehoboam; y esta escena, de montaje impresionista, y la siguiente, el clímax violento en la oscuridad son, tal vez, lo más sublime de esta temporada, más confusa y menos sutil y elocuente que las anteriores, peor a fin de cuentas, pero incluso así fascinadora. Con los hilos de Bernard y la copia de Dolores como Charlotte, escenas poscréditos de Westworld 3x08 mediante, de los que tirar en la cuarta.
