Aunque lleva unos cuantos años aproximándose, el juego en altísima resolución no es todavía una posibilidad asequible para la mayoría, ni la única característica a batir en los juegos más competitivos. Ante este gran nivel de detalle surge la alternativa de altas tasas de refresco, más adecuadas para según qué tipo de juegos. Más recientemente también, el trazado de rayos en tiempo real se abre como una posibilidad de iluminar de una forma mucho más realista los modelos generados por ordenador.
Ese último par de ideas son las que unifica Asus en este ROG Strix Hero II, muy acertadamente:
- Pantalla de 'baja' resolución –1080p– pero con una alta tasa de refresco de 144 Hz. Esto encaja con los juegos FPS en particular y eSports en general, o bien títulos donde sea necesaria una gran reacción, pero no tanto detalle.
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Para el resto de juegos, más cercanos a los triple A, llegan las GeForce RTX –2070 en el modelo probado–. Estas cuentan con una parte del silicio dedicado a este tipo de cálculos para ray tracing y DLSS –antialiasing por deep learning–. En cualquier caso, iba a ser complicado encajar resoluciones mucho más altas con el trazado de rayos activado, simplemente impacta demasiado en el rendimiento, lo cual afecta doble a los equipos portátiles.
Metro Exodus para PC con ray tracing y DLSS, a prueba
Esto último es algo que comprobamos con la prueba de las tarjetas de escritorio de esta generación, cuando tuvimos la oportunidad de echarle el guante a las RTX 2060 y a uno de los títulos del año en este apartado visual, Metro Exodus. Las características completas del Asus Rog Strix Hero II (Asus GL504GW), en la configuración probada –en negrita– son las siguientes:
Asus ROG Strix Hero II | |
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Pantalla | 15,6 pulgadas IPS antirreflectante, 1.920 x 1.080, 144 Hz |
Procesador | Intel Core i7 8750H |
Gráfica | Nvidia GeForce RTX 2060/2070, 6/8 GB GDDR6 |
RAM | 16 GB |
SSD | 256/512 GB |
Puertos | USB C, tres USB 3.1, mini DisplayPort, HDMI 2.0b, RJ45, lector SD, auriculares 3,5 mm |
Conectividad | Wi-Fi Intel 802.11 ac (2x2), Bluetooth 5.0 |
Batería | 65 Wh (no extraíble), adaptador de 230 W |
Peso | 2,4 kg |
Precio | 1699 a 2149 euros en PC Componentes |
El rendimiento diario del Asus ROG Strix Hero II
Como comprobamos con aquel título y hardware, vimos que quedaba realmente a las puertas de mantener una tasa estable en torno a los 60 fotogramas por segundo con todas las características de nueva generación activadas y para la más alta resolución QHD o 1440p. Eso es algo que con esta más potente RTX 2070, podría haber conseguido sin mayores problemas, pero dejando algo descubierto quizás el flanco del juego a una alta tasa de refresco: no se puede tener todo y menos a un coste no prohibitivo. En cualquier caso, este Hero II mantiene tensa la cuerda sin dejar escapar demasiado el precio.
Hay que tener en todo momento en mente que estamos frente a un ordenador orientado a los juegos y a su rendimiento en un par de tipos concretos de estos. Estos son los eSports y los que ya soportan las últimas tecnologías de Nvidia. Por tanto, aunque esta resolución sea relativamente baja para el uso diario –los portátiles de 13 pulgadas de uso genérico ya se plantan al norte con un precio muy inferior–, encaja con ese enfoque.
Y deja algo alejado de su máximo a títulos con algo más de tiempo, que podríamos exprimir hasta los 1440p sin problemas. Si estás interesado en un rendimiento más convencional, Asus ya estrena nuevo diseño con el Hero III, con la última generación de procesadores de Intel y las gráficas GeForce GTX 1660 Ti de última generación que apartan los nuevos RT y Tensor Core. Eso sí, todavía en la misma resolución Full HD y en un formato mayor, de 17 pulgadas.
En este Hero II nos encontramos los procesadores de octava generación de Intel. Concretamente, es el i7 8750H el que recorre todas las posibilidades de esta gama, con sus todavía 14 nanómetros –los 10 nm ya están cerca, parece, al fin–. En él, tenemos 6 núcleos y 12 hilos, a una frecuencia de 2,2 GHz que subirá puntualmente y si es necesario a 4,10 GHz con el Boost activado. Junto a ellos llegan 16 GB de RAM DDR4 y almacenamiento en SSD de 256 o 512 GB en una única ranura M.2, que habrá que sustituir en caso de buscar su ampliación.
En cualquier caso, este Strix Hero II no es un portátil de los más eficientes ahí fuera. Es potente, pero no abraza las líneas de diseño MaxQ con RTX, el programa de diseño de Nvidia precursor al reciente Studio. Su adaptador, de nada menos que 230 W –sí, queda muy cerca de exprimirlos todos– ya avanza intenciones. Eso es algo que se hace finalmente patente en su autonomía, así como en el nivel de ruido y calor que desprende.
Su batería es de unos 65 Wh –para nada grande, y no extraíble–, lo cual podría ser suficiente para un ordenador menos glotón, pero en este arroja un par de horas de navegación con algún proceso paralelo extra tras las que tenemos que buscar irremediablemente un enchufe en el que repostar. Elige dinámicamente la gráfica –integrada de Intel o la más potente de Nvidia– en función de las necesidades de cada momento, y cuenta con varios modos de rendimiento. Del siseo más constante del modo más eficiente a una ventilación mucho más intensa –y sonora– que arroja una buena cantidad de aire caliente hacia sus laterales en su uso. Esto será importante tenerlo en cuenta de cara a largas sesiones de juego.
Ni que decir que en su desempeño diario este portátil de Asus es una roca: procesador potente, RAM generosa, almacemaniento veloz y un Wi-Fi más que robusto. Sumado a un diseño amplio, aunque tampoco grueso en exceso, lo hace un equipo cómodo con el que trabajar a diario. Eso sí, a pesar de sus bordes reducidos, un marco inferior demasiado marcado –donde se encuentra su cámara frontal en un ángulo lateral algo extraño desde la que no veo mi cara completa– deja bastante que desear en cuanto a aprovechamiento del espacio. Y eso será algo a tener en cuenta a la hora de desplazarlo, pues no encaja fácilmente en cualquier mochila laptop compatible.
Por suerte, su teclado es agradable, y no solo para jugar. Se echa en falta eso sí algo que considero fundamental en todo tipo de equipos portátiles: un trackpad generoso con el que interactuar. En este Hero II hay espacio más que de sobra para uno que sea en superficie el doble de lo que es el actual. El acabado visible es una combinación de una aparente fibra de carbono para la parte del teclado, que se pasa al aluminio cepillado para la parte exterior de la tapa, con el resto plástico.
Su audio está representado por unos altavoces que emergen por la parte inferior y desde ambos lados, dan un sonido que no se espera para un equipo de estas características. Demasiado pobre y con falta de potencia y fuerza. En la parte de software quizá la pelota esté más en el tejado de Microsoft que en la de Asus, y la crítica va más bien por los primeros –salvo por la inclusión de McAfee–, pero es descorazonador ver la gran cantidad de aplicaciones de terceros empañando un aterrizaje que podría ser bastante limpio y sencillo.
La experiencia de juego
Como avanzaba, este Asus ROG llega muy equipado para los eSport tradicionales –League of Legends, Counter Strike: Global Offensive o Dota 2– y modernos battle royale –PUBG o Fortnite–, gracias a su pantalla con con una gran frecuencia de muestreo. Pero también para los triple A más modernos y con soporte a las nuevas características de renderizado híbrido de Nvidia con el ray tracing por bandera.
En los primeros será fácil alcanzar unas tasas de refresco muy altas, estables en torno al máximo que consiente el equipo, e incluso contamos hasta con demasiada potencia para ellos. La experiencia frente a un monitor típico de 60 Hz no hace otra cosa que mejorar, aportando como es de esperar un mayor control y reactividad. En los segundos, especialmente si activamos el trazado de rayos en tiempo real, no tanto. Aunque para ello vemos como lo que en el apartado de uso genérico era más bien una pega, aquí puede llegar a ser en cierto sentido un aliado: su resolución.
Comprobando este rendimiento en la misma secuencia de juego de Battlefield V que cuando probamos la RTX 2060 de escritorio, es posible avanzar varios detalles. El primero es que el rendimiento parece ser inferior al que esperaríamos de una RTX 2070 de escritorio. Esto es normal, ya que aunque no se trate de un equipo Max-Q, las gráficas de escritorio cuentan con mucho más hardware dedicado y una disipación más ambiciosa –y grande–.
Si bien entonces no estaba disponible DLSS para este título todavía –se añadió después en una actualización–, vemos ahora como podemos mejorar sensiblemente el rendimiento activando esta característica que pasa el antialiasing tradicional a los Tensor Core presente en las gráficas RTX, aligerando su funcionamiento.
Como comentamos en su momento, las GPU como tal en las RTX 2060 y 2070 son en esencia el mismo diseño en silicio. Mejoran su rendimiento gracias a una mejor capacidad para procesar el calor en estas últimas. Debido a su configuración en un portátil y la optimización energética en él, esto no es suficiente para superar el rendimiento de un equipo dedicado. Pero se queda a las puertas en un equipo sin duda mucho más sencillo de transportar.
Resultará interesante también saber que contamos con un botón dedicado a los ajustes específicos de ventilación y demás opciones del sistema, así como un atajo de teclado que permite modificar el perfil de intensidad de los ventiladores según el ruido que estemos dispuestos a tolerar.
En definitiva
El ROG Strix Hero II se encuentra entre los equipos portátiles para juegos más potentes ahora mismo en el mercado, teniendo en cuenta además que no se trata de una versión estilizada en exceso. Esto hace que no sea uno de las propuestas más delgadas y ligeras, pero también a cambio es extremadamente potente y sin comprometer su precio.
Además, debido a la cercana renovación de las propuestas de distintos fabricantes con la novena generación de procesadores de Intel, puedes encontrar las distintas versiones disponibles –con RTX 2060, 2070– con grandes descuentos. Estos pueden hacer este equipo una de las opciones más sensatas si lo que buscas es explotar los eSport y juegos triple-A al relativo máximo. Y sin hacer saltar el banco.
A pesar del hueco que hay en el mercado en equipos profesionales y con potencia a expuertas para entornos creativos, no se trata sin embargo de una de las mejores apuestas si nos dedicamos al mundo audiovisual. La calidad de su pantalla y sus altavoces bastante que desear a este entorno. Eso sí, cumple de forma sobrada y es agradable en el uso diario si salimos de estos casos y no buscamos una autonomía particular.
Y tiene muchas luces.
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