Era de esperarse: un superhéroe crece en nuestras pantallas a lo largo de 11 años, pasa de ser un mercader de la guerra, el más imbécil, el más presumido, con menos empatía del mundo a ser, literalmente, el salvador del universo. La despedida de Tony Stark del Universo Cinematográfico de Marvel no pudo ser mejor, Robert Downey Jr. se retiró de su papel de manera muy elegante, pero no le ha gustado a muchos fans.
Es imposible contentar a todo el mundo, parece ser y un grupo de personas les resulta más importante la ficción que la realidad y han montado una petición para cambiar el final de Avengers: Endgame y así evitar que Tony Stark (Iron Man) muera. Es una tendencia que parece ser cada vez más común, amplificada por redes sociales, de personas que creen tener el derecho a decidir cómo debe acabar una película para que se ajuste mejor a sus propias expectativas.
Es bastante obvio que nadie quería que ocurra la desaparición de Tony Stark, pero los personajes ficticios deben de seguir un camino, un curso, una dirección y un final. En el caso de Iron Man, no se puede pedir mejor forma de salir de la franquicia: logrando que la mitad del universo vuelva y de paso eliminando la mayor amenaza en la historia.
Es verdad que la petición parece venir de la melancolía y ganas de que uno de los personajes más icónicos y favoritos de la ciencia ficción vuelva. Sucedió años atrás con Neo y The Matrix Reloaded, en que nadie aceptaba su muerte. Pero en los dos casos tuvieron propósitos más grandes que ellos mismos y eso significó el sacrificio máximo.