Russell T. Vought, director de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, ha solicitado un aplazamiento de dos años para la entrada en vigor del veto impuesto por el Gobierno de Donald Trump a Huawei, según relata el diario norteamericano The Wall Street Journal.

Vought asegura, en una carta destinada al vicepresidente Mike Pence y nueve miembros del Congreso, que retrasar la entrada en vigor del veto permitiría adaptarse con mayor facilidad y adecuación a aquellas compañías afectadas por la ley.

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"La Administración cree, basada en el feedback de los involucrados, que este trabajo adicional de preparación permitirá asegurar una implantación efectiva de la medida sin comprometer los objetivos de seguridad deseados", señaló Vought en la carta. De aprobarse este retraso en el Congreso, el veto a Huawei no sería efectivo hasta dentro de tres años y un mes.

"Se trata de asegurarse que las compañías que hacen negocios con el Gobierno de los Estados Unidos o reciben créditos y subvenciones federales tengan tiempo suficiente para dejar de hacer negocios con Huawei y otras compañías tecnológicas chinas que están recogidas en la ley", aseguró Jacob Wood, portavoz de la Oficina de Administración y Presupuesto, a The New York Times.

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La Administración de Donald Trump, a través de la ley de defensa NDAA (National Defense Authorization Act, en inglés), prohibe realizar negocios con Huawei a todas las agencias gubernamentales y sus respectivos contratistas. El retraso de la entrada en vigor, por lo tanto, permitiría adaptarse con mayor progresividad y acierto a las empresas que proveen servicios al Gobierno de los Estados Unidos.

El posible aplazamiento, no obstante, no afectaría al veto impuesto por el Departamento de Comercio de los Estados Unidos, el cual prohibe a todas las empresas norteamericanas realizar negocios con Huawei o cualquiera de sus subsidiarias. Este veto, revelado el pasado 19 de mayo, afecta a empresas como Google, Intel o ARM, quienes proveen tecnologías de gran valor a la corporación china.

El Gobierno de los Estados Unidos alega que Huawei y las corporaciones de tecnología chinas representan un riesgo para la seguridad del país. Tanto Huawei como el Gobierno de China, sin embargo, han rechazado estas afirmaciones. Actualmente, China y Estados Unidos se encuentran inmersos en una guerra comercial.

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