En la última edición de los premios de la Academia de Cine hollywoodiense, el el filme Roma, dirigido por el mexicano Alfonso Cuarón, que también tiene en su haber obras tan interesantes como Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004) o Gravity (2013), ha recibido tres Óscar: a la mejor película de habla no inglesa, director y fotografía. Estos galardones hacen que Roma se haya convertido en el primer filme de México en ganar el Óscar en la categoría extranjera tras diez nominaciones, después de que Macario (Roberto Gavaldón, 1960), Ánimas Trujano (Ismael Rodríguez, 1961), Tlayucan (Luis Alcoriza, 1962), Actas de Marusia (Miguel Littín, 1975), Amores perros (Alejandro González Iñárritu, 2000), El crimen del padre Amaro (Carlos Carrera, 2002), El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006) y Biutiful (Iñárritu, 2010) se fuesen de vacío.

Pero no sólo eso: con este Óscar al mejor director para el responsable de Roma, que también ha recogido el de fotografía porque se encargó de ella, suman cinco premios en tal categoría en los últimos seis años para un realizador de nacionalidad mexicana, que además son los únicos así de la historia: el mismo Alfonso Cuarón fue el primero por la mencionada Gravity (2013), Alejandro González Iñárritu fue el segundo por Birdman (2014) y se lo llevó de nuevo por El renacido (2015), Guillermo del Toro lo obtuvo por La forma del agua (2017) y anoche se marchó Cuarón a casa con la estatuilla otra vez. De modo que no ha de extrañarnos ni lo más mínimo que, durante la gala, se escuchase hablar la lengua española en varias ocasiones y nunca fuera de guion.