Que una productora liquide una serie de televisión por sus bajas audiencias no ha de sorprender a nadie: al fin y al cabo, no hay duda de que no aportan su dinero por amor al arte o no sólo ni especialmente por ese motivo. Sin embargo, si una compañía monstruosa como **Netflix**, con cerca de 140 millones de clientes en todo el mundo, es reacia a revelar los datos de audiencia de sus series, resulta difícil saber las razones de su cancelación si no las aportan. Su director de contenidos, Ted Sarandos, explicó las razones así en 2016 a *The New York Times*: “Una vez que damos un número para un programa, entonces todos demás se compararán con él, aunque se crearan para audiencias muy específicas”.
Por ello, cuando Netflix **le puso fin el pasado octubre a Iron Fist** (Scott Buck, 2017-2018) tras una segunda temporada a la que la crítica consideró más aceptable que la primera **y, una semana después, a Luke Cage (Cheo Hodari Coker, 2016-2018), los rumores se desataron y casi sustituyeron a la información. Pero la gota que prácticamente ha colmado el vaso y ha sorprendido más al público es que defenestrasen a Daredevil (Drew Goddard, 2015-2018) unos días atrás**, con los elogios que ha recibido su temporada tres. **En septiembre se supo que no había planes para un segundo ciclo de The Defenders** (Douglas Petrie y Marco Ramírez, 2017), pero entonces no saltaron las alarmas.
Lejos queda aquel anuncio de que la alianza televisiva de Marvel y Netflix nos podría traer una serie cada medio año, y en el tintero, ideas para nuestro querido Hulk, la interesante Valkiria, Nighthawk, Gata Infernal, la Gárgola Gris o la Bestia de X-Men, que ya veremos si desarrolla Marvel para Disney Plus, servicio de streaming al que probablemente no van a ir estas ficciones anuladas. Según informó Thomas Bacon en *Screen Rant*, los analistas de Jumpshot, que rastrean 5.000 millones de acciones diarias en 100 de tantos dispositivos para proporcionar datos sobre cómo se comportan los consumidores en línea, las aventuras de estos superhéroes habían ido perdiendo espectadores en Netflix.
Pero no todo se debe a estos números. Dominic Patten y Nellie Andreeva contaron en *Deadline* que hubo insalvables diferencias creativas entre el equipo de Luke Cage y los productores, relacionadas en especial con la estructura de la temporada tres que estaban fraguando, y el proyecto se fue al traste. El cine como arte colectivo es lo que tiene, pero la conclusión en cadena de estas series televisivas conduce a que Marvel recupere el control de sus personajes, y no es de extrañar que hayan prometido que volveremos a ver a Daredevil con su proverbial reparto de leña. Y no será el único: **Jessica Jones (Melissa Rosenberg, desde 2015) y The Punisher (Steve Lightfoot, desde 2017) todavía permanecen en pie** con Netflix.
Esto se debe a que la tercera temporada sobre la superheroína, en cuya piel se mete Krysten Ritter (Breaking Bad), se encuentra en filmación ahora mismo y la segunda sobre el Castigador de Jon Bernthal (The Walking Dead) ya está felizmente en posproducción. Pero no os hagáis ilusiones: todo apunta a que, siguiendo el camino de las otras, ambas constituirán el cierre de sus peripecias en Netflix aunque reventaran los datos de visionado de la plataforma, y más sabiendo que la showrunner Melissa Rosenberg ya había dicho en agosto que se largaría con viento fresco tras la tercera temporada de Jessica Jones. Lo bueno es que, con una tesitura semejante, su equipo tendrá oportunidad de brindarnos un final digno para sus dos criaturas en 2019. Esperemos que así sea.