La historia de BQ comenzó con una época de gran crecimiento cuando no tenían prácticmaente nada que ofrecer salvo diferenciación en precio, y continuó con una madurez que hoy alcanza su punto álgido. Contra Motorola pudo luchar, porque el boca a boca funcionaba y las propuestas eran similares, pero la "dictadura" asiática parece demasiado para cualquier empresa pequeña del sector. El BQ Aquaris X2 Pro se empeña en no quedar atrás e incluso quiere ser superior. Veamos cuánto da de sí en la encarnizada guerra de precios.Los BQ Aquaris E5 comenzaron un camino muy importante para la compañía española en 2014, el de la identidad propia. Los diseños ultragenéricos estaban dejando de ser competitivos, y la compañía se separó por primera vez de la oferta típica de los canales de distribución chinos para ofrecer unas líneas rectas más personales acompañadas de un plástico agradable al tacto.

El siguiente gran salto fue también con un E5, pero que abría la puerta a Qualcomm y al 4G, el BQ E5 4G. Fue un hecho muy relevante en el sentido de que hasta ese momento Mediatek limitaba varios aspectos (como por ejemplo el de las actualizaciones). La nueva relación entre ambas compañías lo cambiaría todo, y cada nuevo producto de BQ suponía un saltito de calidad.

Así llegó el Aquaris M5, que estrenaba un Snapdragon de la familia 600, el 615, aunque no sería recordado como un buen procesador y el X5, que comenzaría otra nueva línea de diseño que más o menos se puede decir que da vida a los diseños actuales, con el metal como protagonista. El Aquaris X5 Plus sería otro salto más, con el Snapdragon 652 y la llegada del lector de huellas.

Así, todo se consolidó en los Aquaris X del año pasado, con mejoras importantes a nivel estético y a nivel interno. Aunque se apostaba por menos potencia con el Snapdragon 626, la fotografía, un aspecto clave, era cada vez mejor, superando a rivales directos como el Moto G5 Plus y el Galaxy A5 2017. El modelo Pro, eso sí, carecía de sentido, y en nuestras pruebas convencía demasiado frente a los de su hermano menor, respecto al que, en teoría, justificaba un desembolso adicional por la cámara. Así llegamos a los BQ Aquaris X2 y X2 Pro, que pueden volver a sobresalir en el segmento de la gama media, pero que lo tendrán más difícil que nunca viendo que sus competidores pueden ofrecer casi lo mismo a ojos del público por bastante menos.El BQ Aquaris X2 Pro se siente muy bien en mano. El cristal, ya presente en su antecesor, vuelve para adaptarse perfectamente a la palma, gracias a las ya clásicas curvas traseras que se sienten perfectas pese a que los terminales sigan creciendo. En el apartado estético, este BQ Aquaris X2 Pro tiene la mala suerte de llegar algo tarde, pues desde finales de 2017 han ido llegando terminales que apuestan por reducir los marcos a su mínima expresión posible, y contanto con un diseño trasero tan similar al del año anterior, simplemente no destaca.

El frontal no se distingue del de un Xiaomi o incluso Honor/Huawei anterior al notch, y eso es un problema cuando el precio respecto a algunos de esos competidores es 100€ superior. Aun así, no desagrada, aunque como siempre, diría que evitar el blanco es la mejor opción, si se quiere conseguir un frontal limpio. Tampoco aporta nada el logo de puntos de BQ delante, teniendo en cuenta que ya existe otro detrás. La botonera llega a la derecha, con buena calidad de construcción e integración sólida en el cuerpo.

La apuesta por el Snapdragon 660 supone otro salto más en la familia, que el año pasado con el 626 se sentía algo corta de potencia. Ahora la experiencia se siente más cercana a la gama alta, igualando en números brutos de CPU a los resultados de un Snapdragon 820/821. Así, frente a otros gamas con Kirin 659, Snapdragon 625 o 450, el salto es más que evidente, por no hablar en juegos, donde la mejoría es muy severa en títulos exigentes como Asphalt 8 o Dead Trigger sin sufrir un calentamiento excesivo, que por otra parte, sí he notado más de la cuenta haciendo uso entre normal y exigente de apps comunes. Según benchmarks, la GPU Adreno del 660 está bastante lejos de la gama de este año y de la de años anteriores, teniendo que ir a 2015 para superar a flagships (sin contar a los Kirin, que tienen un rendimiento inferior.)

La experiencia abriendo y cerrando apps es, gracias a este avance, muy buena, y sin duda, Android One con Oreo 8.1 hace que el BQ se ponga por delante de otros rivales. Este año no siento que el producto de la marca española tenga una optimización muy mejorable pese a contar con Android puro. Las animaciones van al ritmo al que deben ir, no más aceleradas o bruscas, como sentía el año pasado. En general, la experiencia es fluida, pero contando con el hardware con el que cuenta, creo que podría ser algo mejor, a tenor de ciertas ralentizaciones que se observan a diario en tareas del día a día. Por ejemplo, abrir la multitarea es más lento aquí que el P20 Lite, cuyo Kirin 659 es muy muy inferior al Snapdragon 660.

La elección de Android One es buena, pero se echa de menos cierta personalización como puede ser elegir entre perfiles de color de pantalla, o gestos para el lector de huellas que hemos visto en multitud de terminales. Personalmente, también he echado de menos una función que he visto en todos los terminales desde Nougat, la posibilidad de establecer la salida del audio como mono. Estéticamente, además, la barra de notificaciones es más grande de la cuenta, por lo que toma más pantalla de la aplicación de lo necesario.

Aunque debería ser norma, celebro contar con un puerto USB-C (con USB 2.0) al que acompaña un cada vez más extinto puerto jack de audio que saca un adio decente sin brillar demasiado. Por Bluetooth, la conexión con aptX ha sido buena, pero he echado de menos, como sí ocurre en otros terminales, que mis Sony MDR-1000X se conectasen (o pudiera elegirse conectar) por LDAC, que es el único códec que permite reproducir contenidos sin ninguna compresión de, por ejemplo, Tidal. Pese a que se encuentra en las opciones de ajustes de desarrollador, no he conseguido forzarlas como sí en otros terminales.

El cargador incorporado soporta QuickCharge 3.0. Con él, el tiempo de carga ha sido de hora y media. La autonomía ha sido muy buena, pasando de las seis horas de pantalla en días con mucho 4G y brillo alto debido al que hace en esta época del año en Sevilla. El Snapdragon 660 es eficiente y en muchos días he llegado a las 24 horas sin cargar, algo que no suele ocurrir con otros terminales. Seguimos lejos de alcanzar las autonomías soñadas, por lo que pasar de seis horas de pantalla en un día es algo que sigo calificando como excelente, pese a que hay terminales que superan por mucho esa cifra.

Pese a contar con un panel 1080p, el Aquaris X2 Pro sólo reproduce Netflix a 960 x 540 píxeles.

En cuanto al lector de huellas, es peor de lo esperado. Terminales como el P20 Lite han demostrado que pueden ser rápidos y precisos, y en el BQ Aquaris X2 Pro encontramos uno más lento y errático que en ese y otros modelos. Para mí, mejor experiencia que con los Samsung de su rango de precios, pero eso tampoco quiere decir demasiado.

Respecto a la pantalla, nos encontramos un panel IPS LTPS de 5,65" con resolución FHD+ y proporción 18:9, lo que nos lleva a unos fantásticos y comunes 428 píxeles por pulgada. El aprovechamiento del frontal, muy mejorado, se queda en un 75,6%. En lo que respecta a calidad de imagen, el panel laminado presenta una gama de color algo saturada, si comparamos con un panel IPS de referencia como el del iPhone 8 Plus. Se echa de menos un modo de color preciso que se acerque a él, aunque estar alejado de sRGB es un problema común en estas gamas, y por ejemplo el P20 Lite está incluso más lejos de lo ideal. Donde sí destaca más es en brillo máximo, superando incluso al OnePlus 6, al Huawei P20 normal y por mucho al P20 Lite. En ángulos de visión está en la media de lo que podemos esperar en estas gamas, aunque siendo cercano a 400€, podríamos pedir más a BQ.

Por sonido también destaca el BQ Aquaris X2 Pro. El primer punto acertado es el uso de doble altavoz, el de llamadas y el que se encuentra al lado de los puertos. La unión genera, como en terminales de gama más alta, un sonido estéreo donde se reconoce cierta separación, aunque no se puede hablar de la misma calidad en ambos casos. El volumen no alcanza el pico del Galaxy A8, pero en riqueza, el BQ Aquaris X2 Pro sí gana facilmente a todos sus competidores cercanos (incluso al OnePlus 6), salvo al Asus Zenfone 5, que sí lideraba esta categoría con soltura.

En cuanto a cámara, esperaba mucho de BQ, tras los avances demostrados en anteriores modelos, y me ha gustado, pero con matices. BQ nos ha advertido de que la cámara aún está en desarrollo y seguirá mejorando. Partiendo de ahí, lo que ahora tengo entre manos me parece lento, salvo porque con el doble click del botón de encendido tiene una apertura de la aplicación de cámara más rápida que terminales como el OnePlus 6 o el Huawei P20 normal. Es reseñable, porque tomar una foto lo más rápido posible siempre es un gran plus. A partir de ahí, la experiencia, sobre todo de noche, deja que desear en cuanto a velocidad. Cuesta tomar dos fotos seguidas rápidamente, y si sumamos el modo HDR aún más.

La cámara tiende, también sobre todo de noche, a la sobreexposición. Eso hace que, generando globalmente mejores resultados que terminales con los que le separan 10€ en lanzamiento como el Galaxy A6+ y el P20 Lite, las fotos no salgan tan redondas como cabría esperar. Al no contar con estabilizador, es posible que sobreexponga para ganar luminosidad, pero un buen HDR debería arreglar eso, y en automático no salta en situación de mucho quemado de farolas. Si lo activamos por nuestra cuenta, de día tiene resultados aceptables, pero de noche, tanto si empleamos el modo HDR normal o el Plus, el resultado pierde toda la nitidez que tiene la toma normal.

Aun así, la parte buena es que los resultados son, salvo en ese punto, bastante mejores que en los competidores que he mencionado anteriormente, sobre todo en nitidez. He podido comparar los resultados con los de un iPhone 6, y los iguala o supera en baja luz. El BQ ofrece unos resultados que aportan algo que solemos pedir en esta gama, y que pocas veces se logra: nitidez. Y la logra porque no tiene un algoritmo de compresión tan agresivo como el de Huawei o el de Samsung, que suelen ofrecer imágenes que siempre piden subir artificialmente la nitidez, porque sus fotos nocturnas tienden a ser desenfocadas.

La cámara frontal está a muy buen nivel de nitidez, muy por encima de sus competidores directos. La posición la refuerza el flash frontal, que ayuda en interiores y en baja luz.

La nitidez artificial es muy pronunciada en los bordes.

La nitidez es mejor que la de sus competidores, pero la sobreexposición arruina parte de la foto.

El modo retrato es mejorable, pero para ser el primer acercamiento de BQ a esta tecnología, está muy bien.

Conclusión

Conseguir un terminal más y más redondo es algo por lo que BQ lleva luchando años, y lo logra. El BQ Aquaris X2 Pro es el último escalón en la ascensión hacia ser algo más que un buen gama media, y aunque consigue funcionar muy bien y no tener grandes pegas, no llega a enamorar. Es por ello que le doy un 7,5.

La experiencia ha mejorado con Android One, pero sigo sin sentirla como la de un "Nexus o Pixel barato", que es a lo que creo que aspiran siempre BQ, Motorola o Xiaomi con los terminales "puros". Con ciertos retoques a la cámara y a la optimización del sistema, en BQ tienen un producto ganador, eso es indudable.

La estrategia de precios de BQ no parece la más acertada, por otra parte. Por 20€ menos, en este momento (20€ más normalmente) tienes un "gama alta", un Honor 10, que cuenta con mucho de lo mejor de sus hermanos mayores Huawei. Por debajo, Xiaomi aprieta mucho, etc. Personalmente, y aunque este terminal me ha gustado, recomendaría el Aquaris X2 a secas, si la pantalla y la cámara ofrecen los mismos resultados.

Pros

  • Cámara: pese a no estar pulida y contar con fallos graves como la sobreexposición, es mejor que la de sus competidores directos de gama, con el problema por arriba del Honor 10.
  • Sonido: se agradece contar con estéreo en un terminal de menos de 400€ (y también llega en su hermano pequeño de 300€).
  • Autonomía: pasar de 6 horas de pantalla es lo normal, y eso, contando con buena potencia y no mucho amperaje, se agradece.
  • Pantalla: brilla más que algunos gamas alta. Sobresale en eso.

Contras

  • Lector de huellas: inferior en reconocimiento y velocidad a competidores como el P20 Lite.
  • Experiencia: quizá sea injusto incluirlo en contra, porque Android One es mejor elección que EMUI, TouchWiz, Sense o MIUI, pero, frente a la expectativa, cabe mejorar.

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