La primera escena del episodio “Phase Space” (2x06) de Westworld tras los títulos concluye de una forma tan sorprendente que uno no sabe qué pensar: al principio se supone que se trata de la conversación de Dolores Abernathy (Evan Rachel Wood) y Arnold Weber (Jeffrey Wright) al comienzo de “Journey into Night” (2x01), durante la que el segundo le dijo al androide que temía a dónde podría llegar en su evolución como inteligencia robótica, y continúa con el dilema de si ponerle fin o acabar consigo mismo. Fue esto último lo que escogió, por supuesto, tal como nos mostraron en “The Well-Tempered Clavier” (1x09). Pero, de repente, comprendemos que estamos presenciando una prueba parecida a las que William (Jimmi Simpson) sometió a la copia de James Delos (Peter Mullan) durante “The Riddle of the Sphinx” (2x04), para testear “su fidelidad”, su similitud con la persona a la que sustituiría. ¡Y es Arnold (o Bernard Lowe) el analizado por Dolores! ¿Qué diantres ocurre aquí?
Conocemos al nuevo e despiadado Teddy Flood (James Mardsen), sin debilidades ni compasión después de que la misma Dolores ordenara en “Akane No Mai” (2x05) a Phil (Patrick Cage), despavorido técnico del parque de atracciones al que capturaron en “Reunion” (2x02), alterar su temperamento. Ashley Stubbs (Luke Hemsworth) y Charlotte Hale (Tessa Thompson), jefe de seguridad y directora de la junta de Delos Destinations, llevan a Peter Abernathy (Louis Herthum) a las instalaciones centrales, y otros técnicos le maltratan de un modo brutal que a Stubbs no parece gustarle demasiado. En el Shogun World, Maeve Millay (Thandie Newton) y compañía han derrotado precisamente al ejército del Shogun (Masaru Shinozuka), y el ronin Musashi (Hiroyuki Sanada) reta al capitán Tanaka (Masayoshi Haneda) a un duelo por Akane (Rinko Kikuchi) cuando el grupo iba a liberar de sus garras a Héctor Escaton (Rodrigo Santoro), Armistice (Ingrid Bolsø Berdal), Hanaryo (Tao Okamoto) y a él, y le vence con harakiri incluido.
El Hombre de Negro (Ed Harris) cree que Grace (Katja Herbers) no es su hija sino que Robert Ford (Anthony Hopkins) la ha replicado como anfitrión para su retorcido juego, y ella demuestra que está muy equivocado. Bernard Lowe y Elsie Hughes (Shannon Woodward) descubren que el propio sistema cibernético, la Cuna, impide que se pueda recuperar el control del parque. Lee Sizemore (Simon Quarterman) y los técnicos Felix Lutz (Leonardo Nam) y Sylvester (Ptolemy Slocum) hallan la salida del Shogun World y regresan al Salvaje Oeste con Hanaryo. Luego nos resulta bastante claro que la gran debilidad del Hombre de Negro es su hija Grace, a quien Charlotte había invitado a retornar al Raj World y que desea que su tozudo y difícil padre la siga de una vez al mundo real, pero él le toma el pelo y la deja tirada durante la noche. Elsie introduce a Bernard en el sistema desde la Cuna para indagar sobre lo que imposibilita que recobren el control y él aparece en el tren que arribaba cada día a Sweetwater.
Stubbs recibe a un tal Coughlin (Timothy V. Murphy), a quien Charlotte estaba esperando. Maeve logra volver con su hija (Jasmyn Rae) pero, como era de esperar, el rol de madre ha sido ocupado por otra (Erica Luttrell); y no tiene mucho tiempo para encajarlo porque se presentan los temibles indios, y Akecheta (Zahn McClarnon) la invita a acompañarles porque “van por el mismo camino” pero ella les rechaza y los demás les repelen a tiros, mientras Lee utiliza por fin el comunicador que había hallado en un cadáver del Shogun World en un momento de “Akane No Mai”. Dolores, Teddy, Angela (Talulah Riley) y Clementine Pennyfeather (Angela Sarafyan) desenganchan su coche del primero, con Phil encerrado en él, y la locomotora se estrella contra las instalaciones centrales de Westworld. Y, por último, la mente artificial de Lowe se cruza en el sistema con la antigua Dolores, el antiguo Teddy y un perro al que reconoce y sigue hasta encontrarse a la pianola del saloon a Robert Ford, y cuando este le saluda, dan ganas de aplaudir. Gran golpe final.