Puede que dentro de unos años estés desplazándote tranquilamente en tu coche completamente autónomo, jugando una partida del nuevo Mario Kart en tu Nintendo Switch de cuarta o quinta generación y, de repente, este se desvíe al arcén de la carretera y se pare completamente. Sus sensores se han estropeado y ya no puede continuar la travesía. En la actualidad podrías ponerte tú mismo al volante y conducir, pero resulta que ese coche ya no tiene volante. ¿Qué haces? Ford lo sabe: esperar a que llegue un drone y ponga sus sensores al servicio del vehículo.
A pesar de que los vehículos eléctricos son el gran tópico del mundo de la automoción a día de hoy, lo cierto es que la conducción autónoma va ganando más y más tracción con el paso del tiempo. Aunque haya quien duda de este modelo, la realidad es que ya son muchos los fabricantes que desarrollan sus propios sistemas para permitir que sus coches conduzcan sin asistencia humana. Tesla planea hacer demostración de fuerza en breve, con uno de sus coches cruzando Estados Unidos de costa a costa gracias al Autopilot 2.0, pero son muchos los fabricantes que ya hacen pruebas con estos sistemas.
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Un drone al rescate
Ford acaba de registrar una patente para crear un sistema en el que un drone haga las veces de grúa. En caso de avería de los sensores de tu coche autónomo, una plataforma permitiría contactar con una flotilla de drones que enviaría uno hasta el punto exacto en el que se encuentra el vehículo, acoplándose entonces al mismo y poniendo a trabajar los sensores de este aparato en sustitución de los del coche, pudiendo acudir así al centro de reparación más cercano sin problemas.
La propia Ford ha sido una de las que más avances está planteando de manera reciente en el panorama de lo autónomo (también de lo eléctrico, claro). En este sentido, ha presentado ideas para un coche patrulla autónomo –con capacidad para poner multas, sí– y ha lanzado su propia plataforma para empresas de reparto.
Los drones son cada vez más capaces y pueden desempañar un abanico más amplio de opciones, conformando también uno de los productos más interesantes del momento. Así y todo, parece complicado imaginarse una implementación a gran escala donde un sistema como el reflejado en la patente pudiera hacerse efectivo. En cualquier caso, un escenario hipotético de este tipo tardará varios años en llegar, por lo que las modificaciones al sistema que ahora imaginan en Ford puede ser aún innumerables hasta dar con una solución realmente factible.