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La Generalitat Valenciana anunció ayer una auténtica declaración de guerra contra la homeopatía y otras pseudoterapias. "La buena práctica médica está ligada a la evidencia científica", afirmó Carmen Montón, consellera de Sanitat Universal i Salut Pública, para explicar los motivos que han llevado al Govern a lanzar una ofensiva contra las pseudoterapias que no han demostrado su seguridad y eficacia.

Entre las medidas propuestas, destaca la prohibición de la promoción, publicidad y desarrollo de la homeopatía y otras pseudoterapias como la acupuntura, la reflexología, la kinesiología o el reiki dentro de los centros sanitarios públicos. La consellera Carmen Montón también ha enviado una carta a la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, para "solicitar que se retire el reconocimiento de la homeopatía como medicamento". Pero, ¿cuáles son las razones que han llevado a la Generalitat Valenciana a dar este paso?

Por una medicina basada en la evidencia

"La iniciativa parte de la propia Consellera, tanto ella como su equipo de confianza están comprometidos con la medicina basada en la evidencia", explica a Hipertextual Fernando Frías. El abogado y divulgador descarta que la apuesta de la Generalitat Valenciana haya surgido ante la presión social y mediática de los últimos meses, especialmente intensa ante casos como el niño fallecido en Italia por una otitis que fue tratado con homeopatía y no con antibióticos. "Tienen la convicción de poner freno a las pseudoterapias", asegura Frías, que asistió ayer a las reuniones de presentación de la Generalitat Valenciana.

La propia Carmen Montón, licenciada en Medicina y especializada en estudios de género, publicó ayer una tribuna en el Huffington Post donde desgranaba las razones de su decisión. "La reciente muerte de un niño italiano que fue tratado de una otitis con homeopatía ha reavivado un debate en el que se contrapone el rigor científico a la confusión. Las consecuencias son graves cuando esa falta de información o, directamente, de desinformación interesada pone en riesgo el derecho a la salud de las personas", sostenía la consellera. Las medidas tomadas por la Generalitat tienen el objetivo, según Montón, de "alejar cualquier incertidumbre sobre la asistencia sanitaria que se sustenta en la evidencia científica".

El riesgo de poner en riesgo la salud al elegir pseudoterapias frente a los tratamientos avalados por la ciencia puede tener consecuencias fatales. Ese fue el caso, por ejemplo de Mario Rodríguez, un joven que falleció en Valencia por culpa de una leucemia tras abandonar la quimioterapia y seguir los consejos de un curandero. Su caso, que está siendo juzgado actualmente por la Audiencia Provincial de Alicante, fue comentado durante la reunión que mantuvo la consellera de Sanitat, según explica Fernando Frías a Hipertextual. "El ambiente social [contra las pseudoterapias] evidentemente ayuda, pero llevaban trabajando en esto desde que accedieron al cargo. No es una moda pasajera", asegura el abogado, socio fundador de Círculo Escéptico y miembro de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico.

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Además de la instrucción para prohibir la publicidad y el desarrollo de pseudoterapias en los centros sanitarios públicos y de la carta a la ministra de Sanidad para suprimir el reconocimiento de la homeopatía como medicamento, la Consellería está estudiando otras medidas para poner en marcha durante los próximos meses. "Están valorando el papel de la Generalitat Valenciana a la hora de controlar los centros pseudosanitarios, la venta ambulante de productos con supuesta finalidad sanitaria y desarrollando un decreto económico sobre la publicidad de productos para mejorar el control", comenta Fernando Frías a Hipertextual.

El equipo de Montón también está analizando cómo aplicar los mecanismos legales existentes para controlar la venta ambulante de plantas medicinales, ya que no está claro cómo controlar una práctica prohibida por la legislación. "Nunca se han puesto en marcha este tipo de mecanismos. Hay normativa, pero no se sabe si es de Comercio, Consumo o Sanidad", lamenta el abogado. La Consellería de Sanitat también ha pedida la colaboración de sociedades médicas y científicas como la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) o RedUNE, dos entidades que han promovido la creación de un Observatorio contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias junto con la Organización Médica Colegial.

"Se trata de una acción muy valiente a la par que responsable y necesaria", explica a Hipertextual Elena Campos, doctora en Biomedicina y presidenta de la APETP. "Con estas medidas se evidencia que cuando se quiere, se puede. La dejadez de funciones institucional junto a la pasividad de las autoridades sanitarias y colegios profesionales, unido al desconocimiento social sobre el daño efectivo que las pseudoterapias pueden generar contra la salud pública nos ha llevado a incluso considerar como medicamento a la homeopatía, que no tiene indicación terapéutica probada ni aprobada. Esto es engañar a los ciudadanos, supone inducirnos a error y pone en riesgo nuestra salud", asegura la investigadora, que celebra el paso dado por la Generalitat como "un ejemplo de responsabilidad política a seguir".

Presión social en aumento

"De momento no hay postura oficial por parte de ningún grupo. Dentro del Partit Socialista del Pais Valencià (PSPV) también hay quien se opone a estas medidas, pero Montón aspira a tener el apoyo del resto de partidos también. Entiende que es un problema que afecta a todo el mundo", sostiene Fernando Frías. El abogado y divulgador afirma que "Ciudadanos es quien más se está moviendo a nivel nacional", con la presentación de proposiciones no de ley (PNL) y preguntas parlamentarias sobre las pseudoterapias, una postura que también defiende "gente muy comprometida con la medicina basada en la evidencia en diferentes partidos políticos", en opinión del letrado.

"Es un tema de responsabilidad social, más que de ideología política", sostiene Frías. Incluso el Partido Popular o Podemos han presentado recientemente iniciativas contra este tipo de terapias sin base científica, con una PNL que calificaba de "fraudes" que pueden causar "daños económicos y morales" en los pacientes o con un documento para frenar la entrada de tratamientos alternativos en los centros públicos y mejorar la divulgación científica, respectivamente. Según la VIII Encuesta sobre Percepción Social de la Ciencia de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), las personas que cuentan con un mayor nivel de estudios confían más que la media en las pseudoterapias y prácticas cuya eficacia no tiene evidencia científica.

Las medidas tomadas en los últimos tiempos llegan después de un posicionamiento cada vez más crítico de la comunidad científica y divulgadora en contra de las pseudoterapias. Recientemente, la Real Academia Nacional de Farmacia publicó un demoledor informe en el que alertaba del "riesgo real" para los pacientes que utilizaran homeopatía en lugar de los tratamientos basados en la evidencia, y otros colectivos como FarmaCiencia alzaban la voz para poner coto a las terapias sin base científica. Diversas instituciones académicas, como la Universitat de València o la Universitat de Barcelona han retirado los másteres en homeopatía que ofertaban.