Yun Huang Yong

Los años dorados de Yahoo ya no se rozan ni con la punta de los dedos. La tecnológica, pionera en muchos sentidos, ha terminado perdiendo el brillo de antaño y ahora culmina la venta de una de sus filiales más importantes. Una suerte de subasta al mejor postor para salvar los muebles que aún estén en píe que se lleva gestando durante años y que, por fin, hoy toca a su fin. Verizon, que tras el pago de 4,48 mil millones de dólares, ha cerrado una operación que ha pasado por sus más y sus menos.

Dentro de la historia de Yahoo hay algo que se repite de continuo: la cruel ironía del destino. Yahoo podría haber comprado a Google por prácticamente calderilla en 1998, al menos su licencia, pero no les consideró como rivales. Luego en 2002, por unos 3.000 millones, también podría haber adquirido la tecnológica más poderosa del mundo. Pero tampoco lo hizo porque en aquel momento a Yahoo nadie le soplaba: tenían una valoración de casi 125.000 de dólares y sus rivales apenas generaban ingresos. En su lugar fue cediendo el terreno, regalándoles poco a poco usuarios. El primer fallo fue meter publicidad en su popular buscador. Esto favoreció la migración de muchos a un neonato Google que, además, estaba mejorando su algoritmo a pasos agigantados. ¿Yahoo qué hizo entonces? Firmar su sentencia de muerte: aplicó una "mejora" que cuando una búsqueda no podía ser resuelta por su sistema, este enlazaba con los de la competencia. Google pronto se posicionó el primero.

La división de correo también se plegó ante un mejor planteado Gmail y las redes sociales de Yahoo nunca llegaron a despegar. De hecho, en este sentido también juega un papel importante el destino. Yahoo pudo haber comprado Facebook en 2006 por 1.000 millones de dólares y finalmente rechazó la oferta por una gran falta de miras.

Entre sus negaciones catastróficas también está la de rechazar ser adquiridos por Microsoft: 44.600 millones que se negaron por la máxima. Aunque seguramente ahora, en las filas de Microsoft respiran más que tranquilos.

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A la sombra de sí mismos

Los problemas empezaron cuando Google comenzó a tomar las riendas del sector. Yahoo, impasible ante el mundo y manteniendo su estrategia no sabía por donde le venía. Ya fuese por el brazo financiero de Google, al cual no le importaba quemar dinero puesto que su objetivo estaba a largo plazo, en esta historia Yahoo sólo podía mirar cómo todo se iba a pique.

Ya en 2011 resonaban rumores de venta, especialmente cuando la CEO de la compañía por aquel entonces, Carol Bartz, era cesada y finalmente sustituida por la llamada a ser la salvadora: Marissa Mayer. Pero la estrategia de giros de devaneos no cambio en esencia: creación de filiales que en poco tiempo se iban al traste, como es el caso de la llamada a competir con Google Maps, cierre de divisiones, cierre de filiales, despidos masivos y sangrados financieros por todos sus flancos y una serie de compras millonarias que crearon más agujeros en las cuentas de Yahoo que otra cosa: la compra de un ya olvidado Tumblr y, en menor medida, de Flickr se llevaron por delante algo más que millones. El potencial de compra de pequeñas tecnológicas que en algún momento alcanzó Yahoo terminó con esas dos adquisiciones, que empezaron a ser un lastre: su capacidad de generar ingresos, lo que más necesitaba Yahoo, era mínima.

Hasta la propia Meyer ha visto peligrar su puesto a causa de una estrategia que ha sido definida, en el mejor de los casos, como difusa.

Melisa Meyer - CEO de Yahoo!

Finalmente, la compra por la puerta de atrás

La venta era la única solución al drama que se venía arrastrando desde hace años. El objetivo de la alta directiva de la compañía era vender el global de la empresa. Sin embargo, a tenor del estado de las cuentas y de la competencia del sector, esto no era del todo atractivo para los posibles compradores. Con un Google, rechazado y herido por su pasado, fuera de la lista, las opciones no eran demasiadas. AT&T estaba a la tentativa de una buena oferta, así como Comcast. Pero ambas se quedaron fuera de juego cuando un arrollador Verizon, una de las telecos más poderosas de Estados Unidos, puso sus ojos sobre la compañía gestionada por Marissa Meyer.

Verizon había invertido millones en la compra de AOL, en 2015, para controlar una buena parte del sector de la publicidad. Con venta por parte de Yahoo a Verizon se le presentaba una oportunidad enorme: controlar contenidos. Junto con la publicidad de la primera, las posibilidades de competir contra Facebook o Google, en medida de lo posible, aumentaban de forma exponencial. De esta manera, en 2016, la teleco presentaba una oferta formal de compra por la división de internet y algunos activos de un Yahoo herido de muerte. Con 4.850 millones sobre la mesa sólo había que firmar los acuerdos, esperar que las autoridades de la competencia diesen su visto bueno y firmar. Pero la mala suerte quiso que ese precio se viese reducido en unos cuantos millones. Una filtración ponía en primera plana un fallo de seguridad en la compañía que había puesto en peligro miles de cuentas de correo en 2013 que, sumado a otro escándalo similar en 2014, ponía en bandeja a Verizon la posibilidad de ahorrarse unos millones.

Finalmente la compra se ha cerrado en 4,48 mil millones de dólares. Además, como parte del acuerdo, la CEO de Yahoo, Marissa Mayer renunciará. Lo cual no está nada mal para Yahoo en este momento, pero si tenemos en cuenta su pasado es una cifra, cuanto menos, deprimente. Quién te ha visto y quién te ve Yahoo.