Hubo un gran revuelo precedido por la típica rumorología, pero sin demasiados datos de por medio. Lo que suele hacer Wallapop, básicamente: lo importante es la actividad de la propia empresa, no lo que ocurra detrás de ella. El importe de las rondas de financiación, la valoración de la misma o los ingresos que se reporten en tal o cual periodo son del todo irrelevantes de cara al público.

Había nacido en 2013 para gestionar el mercado local de productos de segunda mano; sustituir a los anuncios clasificados de toda la vida era uno de sus objetivos. De barrio en barrio y de ciudad en ciudad, la voz de Wallapop y sus bondades fue corriéndose, hasta alcanzar la magnitud que tiene hoy en día. Una valoración de 563 millones de euros, según su inversor Vostok New Ventures, y 4,7 millones de euros de pérdidas en su último registro de cuentas de 2014. Desde su fundación hace cuatro años ha tenido dos objetivos: expandirse y monetizar. Para el primero de ellos se está trabajando, no sin ciertos problemas asociados, en una plataforma de pago propia: Wallapay. Lo segundo se logró en octubre de 2015, cuando Wallapop hacía las maletas y se iba a conquistar el reino de eBay, Estados Unidos. La experiencia, aunque prometedora, no fue como estaba esperado.

Todo en menos de un año

Estados Unidos puede ser, en términos comparativos, como el dorado de las empresas. Algo así como China, pero con una cultura mucho más estandarizada gracias al trabajo, de largo recorrido todo hay que decirlo, que llevan haciendo durante décadas. El american way of life que dirían muchos. Millones de dólares de unos inversores ávidos por encontrar el nuevo Facebook, una región por y para los emprendedores y, a fin de cuentas, muchas oportunidades. O al menos eso dice la teoría.

Con esta tesitura, Wallapop puso rumbo a Estados Unidos. Letgo, fundada también en 2015, ya había empezado a tantear en el terreno a ese lado del continente. De la mano de Naspers y 100 millones, la compañía de fundación española y sentimiento estadounidense se adelantaba por poco a la experiencia de Wallapop. Un país que, a pesar de tener la potencia de eBay o Craiglist, tras sus espaldas, cuenta con la tradición de las ventas de segunda mano desde la costa este a la oeste. ¿Quién podía negarse a eso?

En el tiempo en el que ambas jugaron como rivales en uno de los países más competitivos del mundo, y con escasos meses de diferencia en su estreno, Letgo pronto llevó la delantera. No está claro el número de usuarios y beneficios, al igual que su homóloga española no son públicos, pero sí el de descargas. En un primer intento, Letgo superaba en el doble el número de descargas a Wallapop; una pequeña remontada que supo a poco volvió a dejar el negocio de Wallapop muy por detrás. Y, en este tipo de empresas, hay algo esencial: el éxito depende del volumen creciente de ofertas y usuarios que compartan productos.

Una lucha de desgaste que no llevaba a ningún sitio, más por el gasto que suponía el marketing respecto a los resultados que por otra cosa, que terminó con el resultado que muchos veían asomarse por el horizonte.

Gerard Olivé, Agustín Gómez y Miguel Vicente, fundadores de Wallapop. Fuente: Ara.cat

La fusión

Parecía que iba a ser de otra forma, pero terminaron dando la campanada hace justo un año. Los rumores apuntaban a que Wallapop compraría a su competidor directo, la cosa es que terminó siendo una fusión de ambas; de sus filiales en Estados Unidos. Los enemigos ahora son amigos y tratan de llevarse, de forma conjunta, la mayor parte del pastel.

La segunda pregunta se basaba en cómo estaría estructurada la nueva empresa y es que peso del acuerdo recaía sobre Letgo. De alguna manera, Wallapop se desvinculaba de su experiencia en Estados Unidos controlando sólo el 45% de accionariado de la nueva compañía. Tanto es así que, pese a seguir teniendo una parte importante del capital, reniegan de cualquier comunicación respecto a esa división. Cualquier responsabilidad recae sobre la estadounidense e incluso, pese a su valor, Wallapop ha escindido la división norteamericana para proteger todas las áreas de su actividad. Algunos rumores apuntaban a una posible ronda de financiación asomando por el horizonte. Y, de hecho, estos rumores se cumplieron: 175 millones de euros para la estadounidense con el objetivo de seguir creciendo. De esta forma, y de manera indirecta tras otra inversión de casi 100 millones de dólares, el fondo sudafricano Naspers controla la mayor parte de las acciones de la división de Wallapop en Estados Unidos con el capital mayoritario de Letgo.

¿Y ahora?

Lo cierto es que ahora el futuro de Wallapop en Estados Unidos no corre de su cuenta, pero los pronósticos no son nada malos.

Los últimos rumores, que datan de verano de 2016, posicionaban a Letgo con unos ingresos de casi 13,2 millones de dólares y 30 millones de descargas. Datos nada desdeñables pero que siguen quedándose detrás de las grandes compañías de compra-venta de segunda mano. Sin duda el gran reto de la segunda versión de Wallapop en Estados Unidos.

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