Saltó a la palestra internacional hace muchos años, pero empezó a ser conocida en España en septiembre de 2015, cuando el fondo de inversión sudafricano invertía 100 millones en Letgo. Una startup con sede en Barcelona, creada apenas unos meses antes, y que poco o nada podría tener que ver con un fondo tan lejano de su lugar de operaciones. Ahora, Naspers ha vuelto a tener relevancia en el panorama emprendedor español por su reciente acuerdo con Wallapop: las dos startups de anuncios clasificados anunciaban la creación de una empresa que iba a fusionar su actividad conjunta en Estados Unidos, gestionada a su vez por Letgo. Y, por lo tanto, de forma indirecta por Naspers.

Naspers supone todo un paradigma para los fondos de inversión y venture capital del mundo. Tiene la virtud de ser uno de los más antiguos y con más capacidad de virar en su actividad y objetivos. Pocos podrían imaginar que un grupo editorial, dedicado a la publicación de periódicos en alemán allá por 1915 llegaría a ser lo que es hoy en día. Con su actividad centrada en Sudáfrica, y más concretamente en Cape Town, ha conquistado el mundo y ahora mismo está presente en 130 países; pero no como editor, sino como inversor.

De gestionar tabloides pasó a publicar libros en los años veinte; una evolución consecuente a su actividad. Y de ahí años de normalidad hasta que el consumo de la información empezó a pasar del papel a la pantalla; eran los ochenta y el Naspers del momento se pasaba a la televisión de pago. Para después aprovechar el tirón de Internet siendo proveedor de servicios en la red.

El efecto 2000

Naspers

Más allá del drama de si el cambio de siglo iba a afectar a todos los sistemas operativos a nivel mundial o no, Naspers se encontraba con una nueva etapa en su perfil como empresa. Empezó simplificando su estructura empresarial y pasó a hacer las maletas para conquistar el mundo y, en un nuevo giro de su actividad, iniciándose en el mundo de las inversiones en empresas. La primera de ellas fue en China, en 2001, con la compra de QQ, una plataforma de mensajería instantánea; en 2008 pasaron al negocio global del e-Commerce con la compra de Allegro, entrando así en una nueva actividad profesional. El principio de todo.

Naspers ha invertido en más de cuarenta startups a nivel mundialDesde que en 2001 empezase con sus adquisiciones, Naspers ha comprado un total de 13 empresas de índole tecnológico. Algunas dedicadas a la gestión de mensajería, otras al e-commerce y otras al negocio vertebral de Naspers, los medios de comunicación. La India, China, Estados Unidos o Europa, cualquier geografía ha sido objeto de deseo para la empresa sudafricana. Su **objetivo era hacerse fuerte en los BRIC y dominar todos esos mercados emergentes en lo que a e-commerce y comunicación se refiere.

Y en su faceta de comprador también está la de inversor. No ha sido hasta 2016 cuando Naspers ha establecido una sede de su fondo de venture capital en Estados Unidos; es hora de explorar nuevos territorios directamente desde el lugar en el que se va a invertir. Pero sea como fuere, su perfil de inversor ha estado muy vivo desde el 2001**, fecha desde la cual empezó con pequeñas adquisiciones accionariales en startups y que suman ya 40 inversiones alrededor del mundo. Flipkart, OLX, SimilarWeb o Letgo pasaban a formar parte de su selecta familia.

OLX, la clave de todo

Ecommerce

Naspers decidió hacerse con el capital de OLX en 2010; el objetivo era posicionarse en el segmento de los anuncios clasificados. A nivel mundial.

La relación entre Naspers y Oxenford se ha mantenido muy cercana desde la compra de OLXEsta había sido fundada por Alec Oxenford en 2006. La idea era básica, y puede que a muchos les suene: crear una plataforma en la que se pudiese vender todo lo que no se quería. Creada en Argentina, esta quería comerse el negocio de los BRIC, -Europa estaba demasiado saturada-. China e India vieron sus primeros pasos, después vino Brasil. Pero llegó Naspers y se hizo con gran parte del capital de la empresa, el pez gordo que se dice, y todo cambió. Con un capital mayoritario en la empresa argentina, la sudafricana convirtió a OLX en uno de los mayores conglomerados de anuncios clasificados.

Pero para Alec Oxenford no era suficiente. De nuevo repitió la jugada, pero en este caso con Letgo, esta vez afincada en Barcelona y con Estados Unidos como objetivo de operaciones. Pero las relaciones de Oxenford, que se mantenía aún en la argentina, y Naspers eran muy cercanas; una inversión en Letgo era cuestión de tiempo. Y de hecho llegó con una nueva adquisición de capital.

De aquí a gestionar los activos de Wallapop en Estados Unidos solo han tenido que pasar unos pocos años. Pero es sorprendente cómo se ha pasado de publicar un pequeño periódico en Cape Town a tener el poder de los anuncios clasificados mundiales, y de la mano de dos startups nacidas en Barcelona.