Hay películas con un éxito tan descomunal que consiguen una posición privilegiada en el imaginario colectivo e influyen en generaciones enteras de espectadores, cineastas inclusive. Pero, claro, eso provoca que los actores y las actrices que forman parte de su equipo artístico queden marcados por sus papeles de por vida, y que se les relacione con los personajes que interpretan para la posteridad. Puede que *Star Wars sea la saga cinematográfica que se encuentra en la cúspide de la cultura popular, y al igual que le ha ocurrido a Mark Hamill con su Luke Skywalker y a Harrison Ford en cuanto a Han Solo —con el permiso de Indiana Jones—, *a Carrie Fisher se la reconoce como nuestra Leia Organa**, princesa de Alderaan y luego general de la Nueva República.
Sin embargo, la carrera de Fisher es más amplia, y su galáctico personaje la ha marcado tanto que uno casi ha de ser un cinéfilo desmedido para recordar otros de sus papeles. El hecho de que naciese nada menos que en la exclusiva localidad de Beverly Hills, junto a Los Ángeles y muy cerca de Hollywood, en octubre de 1956 se debe a que era hija de la actriz Debbie Reynolds, fallecida sólo un día después que ella, y el cantante Eddie Fisher, de ancestros británicos y rusos respectivamente. Desde niña tuvo una enorme afición a la lectura, pues “se escondía en los libros” hasta el punto de que en su familia la llamaban “el ratón de biblioteca”, y al tiempo, era aficionada a escribir diarios y poesía.
Nunca llegó a graduarse en la escuela secundaria porque su carrera como actriz interfería con su educación académica, y **su debut en el mundo del espectáculo fue como cantante de Broadway, junto con su madre, en la nueva versión del musical Irene** (Gower Champion, 1973), si bien Reynolds la había obligado antes a participar en una actuación de un club de Las Vegas. Con la oposición de esta, se unió ese mismo año a la Central School of Speech and Drama de Londres, en la que permaneció dieciocho meses. En 2014, Fisher bromeaba así durante una entrevista: “Mi madre me lo ha estado recriminando hasta hace aproximadamente un año”.
No se puso por primera vez delante de las cámaras en una producción de cine hasta que interpretó a Lorna en **Shampoo (Hal Ashby, 1975), compartiendo plano con Warren Beauty, Julie Christie, Goldie Hawn o Jack Warden. Se inscribió en el Sarah Lawrence College de la ciudad neoyorkina de Yonkers para estudiar Artes pero, de pronto, le llegó la oportunidad que cambió su vida para siempre: como todos sabemos, el papel de la muy querida princesa Leia Organa en Star Wars** (George Lucas, 1977), primera entrega de la saga gracias a la que se la conoce mundialmente y, desde luego, no por ser hija de otra estrella del celuloide internacional.
Tras varios proyectos televisivos, que incluían su aparición en el programa Saturday Night Live (Lorne Michaels, desde 1975), retomó su papel de Leia en **The Empire Strikes Back (Irvin Kershner, 1980), durante cuyo rodaje confesó en 2010 haber consumido bastante cocaína, y fue una mujer misteriosa en The Blues Brothers (John Landis, 1980). Un día del rodaje de esta última en Chicago, su compañero de reparto Dan Aykroyd le salvó la vida con la maniobra Heimlich cuando Fisher se estaba ahogando con un brote de col de Bruselas. Tras un par de nuevos trabajos en Broadway, su eterna princesa de armas tomar volvió a reclamarla para Return of the Jedi** (Richard Marquand, 1983).
Luego contaron con ella para la Lisa Rolfe de **Garbo Talks (Sidney Lumet, 1984) y para la Paula del remake The Man with One Red Shoe (Stan Dragoti, 1985), protagonizado por Tom Hanks. Ese mismo año, tras meses sin probar las drogas o el alcohol, mezcló unos medicamentos que le habían recetado con sus pastillas para dormir y acabó en el hospital por la accidental sobredosis. Más tarde, se puso en la piel de April en Hannah and her Sisters** (Woody Allen, 1986) y en la de Laurie McNamara para un episodio (2x17) de **Amazing Stories** (Steven Spielberg, Joshua Brand y John Falsey, 1985-1987).
Este último año fue el de la publicación de su primera novela, la exitosa y premiada **Postcards from the Edge, semiautobiográfica en lo que respecta a las adicciones de la protagonista y a la relación con su madre. Se vio las caras con el Hercule Poirot de Peter Ustinov en Appointment with Death (Michael Winner, 1988), volvió a compartir encuadre con Tom Hanks en The Burbs (Joe Dante, 1989) y encarnó a Marie en la recordada When Harry Met Sally** (Rob Reiner, 1989). Por otro lado, su novela fue adaptada por Mike Nichols en 1990 con la participación de Meryl Streep como Suzanne, de Shirley MacLaine y Dennis Quaid; y cuando le preguntaron a Fisher por qué, además de haber escrito el guion, no la había protagonizado ella misma, elocuente, respondió lo que sigue: “Yo he interpretado ya a Suzanne”.
Editó su segunda novela, también semiautobiográfica, el mismo año: **Surrender the Pink. Por otra parte, la pareja no acreditada que se besa en un puente de Hook* (Spielberg, 1991), a la que Campanilla rocía con los polvos mágicos, son George Lucas y la propia Fisher, lo cual no resulta casual porque la contrataron como consultora del guion para que lo puliera. Igual que hizo con un buen montón de ellos, hasta el punto de que, en mayo de 1992, Entertainment Weekly* aseguraba que ella era “una de los consultores de guion más solicitados de la ciudad”.
Y es que se encargó de revisar el de Lethal Weapon 3 (Richard Donner, 1992), Sister Act (Emile Ardolino, 1992), Made in America (Richard Benjamin, 1993), Last Action Hero (John McTiernan, 1993), So I Married an Axe Murderer (Thomas Schlamme, 1993) y, a petición de su creador, los de la serie The Young Indiana Jones Chronicles (Lucas, 1992-1993), además de escribir el de uno de sus episodios (2x16). **Delusions of Grandma fue el título de su tercera novela*, autobiográfica igualmente y publicada ese mismo año. Los sucesivos afinó el texto de My Girl 2 (Howard Zieff, 1994), Milk Money (Benjamin, 1994), The River Wild (Curtis Hanson, 1994), Love Affair (Glenn Gordon Caron, 1994) y Outbreak (Wolfgang Petersen, 1995), e hizo de sí misma en un capítulo (3x09) de *Ellen** (Carol Black, Neal Marlens y David S. Rosenthal, 1994-1998).
Retocó el libreto de The Mirror Has Two Faces (Barbra Streisand, 1996), encarnó a la terapeuta de **Austin Powers: International Man of Mystery* (Mike Myers, 1997), redactó el guion de un episodio de Roseanne (Matt Williams, 1988-1997) y prosiguió con el examen y mejora de otros: el de The Wedding Singer (Frank Coraci, 1998), The Out-of-Towners (Sam Weisman, 1999), The Phantom Menace (Lucas, 1999) a petición del propio director y Coyote Ugly (David McNally, 2000). Fue Bianca, una actriz a la que suelen confundir con la propia Fisher, en *Scream 3** (Wes Craven, 2000), cuyo guion también pulió. Se interpretó a sí misma en un capítulo (3x14) de **Sex and the City (Darren Star, 1998-2004) y fue la enfermera de Jay and Silent Bob Strike Back** (Kevin Smith, 2001).
Coescribió el guion de These Old Broads (Matthew Diamond, 2001), comedia televisiva en la que aparece su madre y Elizabeth Taylor, ex mujer de su padre y, por tanto, madrastra suya durante un lustro. Le pidieron que se encargase de la introducción a Hollywood Moms, un libro de fotografías en las que también figuraba ella. Arregló el texto de Kate and Leopold (James Mangold, 2001) y, por supuesto, el de Attack of the Clones (Lucas, 2002), y encarnó a la madre superiora de **Charlie’s Angels: Full Throttle* (McG, 2003). Por otro lado, el guion de Intolerable Cruelty* (Ethan y Joel Coen, 2003) se basa en uno que ella había revisado en 1994, y no se sabe lo que quedó de su labor cuando los Coen lo reescribieron.
En 2004, publicó **The Best Awful There Is, la continuación de su primera novela; fue Pauline Kahn en un episodio (5x05) de Smallville* (Alfred Gough y Miles Millar, 2001-2011), limó el libreto de Mr. and Mrs. Smith (Doug Liman, 2005) y, por último, el de Revenge of the Sith* (Lucas, 2005) y recibió ese mismo año el premio Woman of Vision de la Women in Film and Television International, una red global de unas 10.000 integrantes que se dedica a promover el desarrollo profesional de las mujeres en el mundo audiovisual, hacer mayor su visibilidad en la industria del entretenimiento y reconocer sus logros cuando son destacados. Antes que Fisher, habían premiado también a otras actrices como Kathy Bates, Mary Steenburgen, Tippi Hedren o Sharon Stone.
Se puso en la piel de Arlene Cutter en un capítulo (3x03) de **Weeds (Jenji Kohan, 2005-2012) y en la de Rosemary Howard en uno (2x04) de Rockefeller Plaza (Tina Fey, 2006-2013). Escribió el libreto de la obra de teatro autobiográfica Wishful Drinking** y ella misma se interpretó, como única actriz, desde 2007 y durante los años siguientes, adaptándola a libro en 2008 y montándola a partir de octubre de 2009 en el mítico Studio 54 de Broadway y hasta enero de 2010. Fenton Bailey y Randy Barbato rodaron un documental sobre la representación de su obra, que fue emitido por la HBO en diciembre de ese último año en que estuvo en los escenarios.
Realizó un cameo como la doctora de **Fanboys** (Kyle Newman, 2009), que cuenta la peripecia que vive un grupo de fanáticos de Star Wars para desplazarse hasta el Rancho Skywalker y tratar de ver *The Phantom Menace antes de su estreno. Personificó a Anna Fowler en un episodio (7x07) de *Entourage (Doug Ellin, 2004-2011), y ese último año publicó Shockaholic, una especie de continuación de Wishful Drinking. Fue miembro del Jurado del Festival de Venecia en 2013 y ella misma en un capítulo (7x14) de The Big Bang Theory (Chuck Lorre y Bill Prady, desde 2007) y en Maps to the Stars (David Cronenberg, 2014), así como Mia en varios episodios de Catastrophe** (Rob Delaney, desde 2015).
Le prestó su voz a Angela, la jefa de Peter Griffin, en veintitrés capítulos de **Family Guy* (Seth MacFarlane y David Zuckerman, desde 1999), y en uno de ellos (9x18), parodia de The Return of the Jedi, a la misma Angela como Mon Mothma, una de los líderes de la Alianza Rebelde. Y no pudo contar con un broche de oro mayor para su carrera cinematográfica que volver a encarnar a la general Leia Organa en *The Force Awakens** (J.J. Abrams, 2015) y en el futuro **Episodio VIII* (Rian Johnson, 2017), ahora mismo en posproducción. Ya había rodado todas sus escenas, por lo que ahora Johnson y compañía deben decidir cómo las montarán con vistas a la siguiente entrega, para la que no podrán contar con Fisher. Si bien está claro que tienen la opción de hacer lo mismo que con el Moff Tarkin de Peter Cushing en Rogue One*.
En noviembre de este 2016, Fisher publicó **The Princess Diarist, libro basado en los diarios que había ido escribiendo a lo largo de los rodajes de la trilogía original de Star Wars**, entre 1977 y 1983. De hecho, el avión a Los Ángeles en el que sufrió el infarto masivo que ha acabado con su vida lo había tomado para volver desde Londres tras promocionar esta última publicación. **Padecía un trastorno bipolar, enfermedad mental de la que hablaba sin tapujos y que conlleva un mayor riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Y así se nos ha ido esta “agnóstica entusiasta que sería feliz si le mostraran que hay un Dios”. Pero no cabe duda de que, a estas alturas, no lo necesita para pasar a la posteridad: en el futuro siempre será nuestra Leia Organa, y todo lo que ha sido más allá de ella**.