El jueves 28 de julio el conductor de un Audi plateado invadió el carril de bicicletas del Eje 7 Félix Cuevas, en la Ciudad de México, intentó atropellar al ciclista Ari Santillán, intentó arrollar a un usuario solidario de Ecobici, agredió a un policía bancario industrial y al final se dio a la fuga. Una historia de todos los días.

Mientras todo esto ocurría, el conductor, un joven llamado Rafael Márquez, dijo algunas frases memorables que pasarán a la historia de los memes como “llama a mi papá” o la genial frase “Esto es México, güey. Capta.”

Ríos de tinta corrieron. No era sorpresa por los hechos ni por el cinismo, era indignación

El conductor se ganó el mote de #LordAudi, similar al que han tenido puñados de otras personas que han hecho gala de sus modales y educación en las redes sociales en los últimos años. Ríos de tinta fueron escritos, claro, ¿por qué Márquez no podría saltarse todas las normas posibles en menos de cinco minutos en un país donde hay infinitos ejemplos de que la justicia no funciona igual para todos? No era sorpresa por los hechos ni por el cinismo, era indignación.

Márquez se creía intocable y pudo haber sido así si Santillán hubiera desistido de no denunciar después de las 10 horas que estuvo en el Ministerio Público intentando hacerlo. Otra historia de todos los días.

Márquez fue acusado de daño en propiedad ajena, robo simple y resistencia de particulares, delitos que no son considerados graves y le pudieron haber evitado juicio en caso de que ambas partes llegaran a un acuerdo económico. El dinero, una vez más, lo resolvería todo. Márquez declaró en el Ministerio Público, aceptó los cargos y dijo que huyó de la escena porque temía por su integridad física.

Quizá sea un pequeño, micro decimal, diminuto, paso en la justicia mexicana

Santillán no aceptó el acuerdo económico ofrecido por Márquez, por lo tanto el juicio continuará. Santillán es integrante de la Liga Peatonal, un colectivo que busca ciudades más sustentables con políticas públicas que disminuyan el uso del automóvil, en su cuenta de Twitter ha remarcado que continuar con el caso no se trata de un asunto individual.

El juicio de Lord Audi será oral y se seguirán los procedimientos del nuevo sistema acusatorio penal, hecho para que los mexicanos recobren la confianza en su sistema de justicia.

Habrá que ver cómo prosigue el caso y el trato que reciban las dos partes. Quizá sea un pequeño, micro decimal, diminuto paso en la justicia mexicana en un caso totalmente excepcional (ocurrió en un barrio de clase media de la capital, a la luz del día, está registrado, y tiene todos los ojos mediáticos mirándolo) pero es la oportunidad que tienen las autoridades mexicanas para demostrar que todavía hay un mínimo de esperanza y que se le puede dar al “Güey, esto es México” otro significado del que hemos conocido hasta ahora.

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