Julio ha saltado del trampolín para colgarse la medalla de oro al mes más caluroso de la historia en los 137 años de registros existentes de temperaturas. Pero en la piscina no hay agua, sino la árida certeza de que el cambio climático es imparable. Así lo demuestran las observaciones sobre el calentamiento global, según ha desvelado la agencia de noticias AFP.
Julio ha saltado del trampolín para colgarse la medalla de oro al mes más caluroso de la historia en los 137 años de registros existentes de temperaturas
El récord olímpico de julio supera la marca anterior batida por junio, un registro que suponía el decimocuarto mes consecutivo de subida de temperaturas. El incremento del mercurio en los termómetros no hace sino constatar que, frente a la carrera de relevos del calendario en cuanto a cambio climático se refiere, las administraciones deben tomarse muy en serio el acuerdo alcanzado en la Cumbre de París.
El consenso histórico de diciembre podría ser superado por este nuevo salto en la media de temperatura terrestre y marina, de acuerdo a los datos recopilados por la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional (NOAA, por sus siglas en inglés). El calentamiento global que está sufriendo el planeta no sólo provoca un aumento constante de la temperatura, sino que también tiene efectos importantes sobre el nivel del mar. Sólo una lucha sincronizada permitirá reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, con el fin de frenar acciones como el deshielo de los casquetes polares o la desaparición de especies de la faz de la Tierra.
La carrera de obstáculos a la que se enfrenta ahora la sociedad parece imposible de superar, pero no lo es. La ciencia ya ha demostrado que es posible transformar emisiones de CO2 contaminantes en rocas y superar retos históricos como el cierre del agujero de la capa de ozono. La lucha contra el cambio climático, que subió al podio con la reciente concesión del Premio Princesa de Asturias de Cooperación, tiene ante sí una batalla frenética para evitar que los meses próximos sigan ganando medallas olímpicas de récords de temperaturas.