Adobe Bridge es una de las mejores opciones para la clasificación de nuestras fotos, con una perfecta fusión con nuestro programa de edición favorito. Renombrar los archivos, editar los metadatos, buscar fotos con un determinado patrón – palabras clave, ISO, tipo de cámara…-, pasar un grupo determinado por una acción concreta que hayamos creado en Ps…

Funciones de Adobe Bridge

Renombrar archivos: muchas veces queremos cambiar el nombre de un grupo de fotografías por motivos varios, pero nos encontramos limitados por tiempo o por el programa que manejamos para la descarga, como por ejemplo el propio del sistema operativo, bastante limitado.

En Herramientas>Cambiar nombre de lote…(ctrl.+mayus+R) se abre la ventana que nos permite elegir el nombre más adecuado para nuestro archivo. Un buen nombre de archivo nos permitirá encontrar más fácilmente una fotografía que si conservamos el nombre nativo que le da la cámara. Podemos cambiar el nombre y dejar las imágenes en su lugar, moverlas a otra carpeta o crear una copia con nombre distinto.

Existe la posibilidad de conservar el nombre original, pero salvo que sean fotos ya editadas y nos interese mantenerlo, no veo ninguna utilidad. Se pueden incluir hasta diez opciones, como secuencia numérica, modelo de cámara, palabras clave,etc... pero darían lugar a nombres de archivo excesivamente largos.

Edición de metadatos: los datos sobre datos siempre vienen unidos con las fotografías, pero siempre tenemos la opción de añadir más, como autor, lugar, copyright… Simplemente tenemos que acudir a Archivo>Información de archivo… (ctrl+I) y decidir toda la información que queremos incorporar a una fotografía. Pero si queremos, por ejemplo, especificar el autor a toda una carpeta, lo más rápido es hacerlo desde la paleta de Metadatos. Podemos añadir todo tipo de datos, desde nuestro nombre, a palabras clave, incluso una breve descripción de lo que hay en la foto.

Hacer una correcta catalogación de todo nuestro archivo nos ayudará en un futuro encontrar las imágenes que queremos en un momento. Es muy importante elegir un sistema que nos sea útil. Personalmente recomiendo trabajar con las palabras clave. Es una forma de clasificación que resume el contenido de una fotografía mediante palabras escogidas por el autor. Existen numerosas listas pero recomiendo preparar una propia, con un requisito fundamental para evitar problemas: siempre tiene que ser la misma, con idéntico género y número.

Hay una serie de metadatos que se repiten siempre: los referentes al autor y su copyright, por ejemplo. En este caso podemos crear una plantilla en Herramientas> Crear plantilla de Metadatos... Así tenemos siempre guardados datos que podemos incrustar fácilmente en todas las fotografías en Herramientas>Anexar metadatos. También podemos seleccionar todas las imágenes de una carpeta y añadir, de golpe, toda la información que compartan.

También tenemos la opción de añadirlas a través de la pestaña Palabras clave, donde registraremos, en una estructura de árbol todas las palabras que usamos. Es una manera perfecta de no equivocarse con este método de clasificación.

Trabajar por lotes: sigue igual en esta versión, pero sigue siendo muy importante. A través del menú Herramientas>Photoshop>Lote podemos seleccionar un grupo de fotografías y realizar una acción de las que tengamos grabada en Ps; pero otra opción, y quizás más interesante, es la posibilidad de coger, por ejemplo, una carpeta llena de RAW y conseguir que genere automáticamente un TIFF y un jpeg en sRGB. Con acudir a Herramientas>Photoshop>Procesador de imagen tendremos acceso a esta cómoda función.

Editar: este programa es muy cómodo para seleccionar las fotografías. Podemos marcar las fotografías con estrellas (ctrl+1,2,3,4,5) o con colores (ctrl+6,7,8,9). Podemos reducir el tamaño de las miniaturas con el deslizador que hay en la parte inferior de la interfaz y clasificar nuestras fotografías para contar una historia.

Una posibilidad muy interesante es el panel Filtro, que nos permite delimitar las fotografías según distintos parámetros: ISO, tiempo de exposición, orientación, proporción,... para clasificar las imágenes según las necesidades. Viene muy bien para descubrir, por ejemplo, qué focales usamos más o la sensibilidad que más utilizamos, y esos resultados nos pueden orientar hacia la cámara que necesitamos, por ejemplo.