Tras los acontecimientos que están teniendo lugar estos días en Londres y sus alrededores el gobierno del Reino Unido en la figura de su primer Ministro, James Cameron, buscan soluciones. Las medidas a tomar sugieren que tanto Facebook, como RIM y Twitter, las tres compañías que más han estado en boca de todos, han sido partícipes, en mayor o menor grado, de las revueltas y los disturbios.
Esta mañana ha sido Cameron el que ha querido lanzar un mensaje de apoyo ante el aluvión de críticas que existe en el país en torno a los usos de las redes. En una declaración en el Parlamento, el primer Ministro parece estar considerando la función social de las redes y el desempeño que han tenido en la organización de estas jornadas de violencia. Aunque ambiguo, su mensaje ha cambiado respecto a las voces que auguraban una mayor represión de las tecnológicas. Recordamos que se llegó a señalar el cierre de servicios como Blackberry Messenger en según qué horas del día para evitar las organizaciones de los grupos.
Cameron vino a decir si era o no correcto tratar de poner un muro y obstaculizar el avance de las comunicaciones:
>Todos estados viendo las terribles acciones que han ocurrido. Todos aquellos que se organizaron en las redes serán atrapados gracias a los mismos medios de comunicación. El libre flujo de información puede ser utilizado para hacer el bien. Es verdad que también para hacer el mal y aquellos que los utilicen de esta manera serán detenidos.
>Por esta razón estamos trabajando con la policía, los servicios de inteligencia y de la industria, para ver si sería justo dejar a los usuarios que se comuniquen a través de la web y sus servicios, aún sabiendo que otros están tramando la violencia y el desorden.
>En cuanto al tema de RIM, el problema reside en que la policía se enfrenta a nuevas circunstancias, manifestantes que utilizan Blackberry Messenger, un red cerrada, por lo que tenemos que examinar y buscar la mejor manera de solucionarlo y salir adelante
Veremos en que queda, porque aunque Cameron se mantiene un tanto ambiguo en sus declaraciones, parece intentar comprender que no se le pueden cerrar las puertas a la libre información ni demonizar a las redes. Aún así, la presión por el cierre por períodos de BBM se mantiene latente en el país.