Hace un rato comenzábamos en Ecetia un interesante debate sobre la integridad de Wii U. Hay quienes piensan que Nintendo se ha subido tarde, muy tarde, al carro de la alta definición. Se entiende que su próxima sobremesa es una máquina de transición, que difícilmente pueda competir de tú a tú con las hipotéticas PlayStation 4 o Xbox 720.
Que el ciclo vital de la consola sea más o menos breve depende en gran medida de a dónde nos estemos dirigiendo. Si la revisión alude únicamente al hardware, al poderío gráfico, Wii U quedaría relegada a una generación intermedia. No obstante, si de lo que se trata es de pulir las dinámicas de juego, no vemos por qué el sistema vaya a tener una muerte prematura.
Ubisoft es de quienes creen lo segundo. -Los gráficos no son todo -asegura el estudio, para quien otros campos, como el de la inteligencia artificial son de obligada evolución antes de que sigamos elevando el techo visual.
Se justifica Yves Jacquier (Ubisoft Montreal) con Wii, consola que no necesitó grandes gráficos para vender a cascoporro:
La IA siempre ha sido el verdadero campo de batalla. El desafío es que no la veamos venir, de lo contrario habremos fracasado. En general la industria defiende que los gráficos ya no lo son todo. Obviamente son importantes para el marketing, pero la IA ha de ser prioritaria. PS3 y Xbox 360 nos limitan sobremanera: no podemos ofrecer buenos gráficos, buena IA y buen sonido con cantidades de memoria tan pequeñas. La próxima generación no tendrá estas limitaciones. Los juegos serán más realistas sí, pero ¿de qué nos sirven mayor realismo y mejores animaciones si tenemos una IA incompetente?
Y sin embargo, la superficialidad de los buenos gráficos muy seguramente siga siendo la bara de medir que distinga a una 360 de una 720... o incluso de una 1080.