Hay una clara tendencia que estamos viendo actualmente en el mundo de los ordenadores portátiles y es que las compañías los están fabricando cada vez más finos. Desde que Apple lanzó la primera MacBook Air hace algunos años el resto de las empresas empezaron a seguir esta tendencia y, claramente, el mercado respondió correctamente ya que la venta de estas ultrabooks, como algunos las llaman, es un éxito.
Esto no es una novedad. Desde que existen los dispositivos que las compañías están tratando de achicarlos y, al mismo tiempo, brindarle las mismas posibilidades a los usuarios. En el mundo de los teléfonos (que volvieron a crecer con el nacimiento de los smartphones), los reproductores de MP3 y cámaras digitales, entre otros gadgets, pasó lo mismo.
A medida que se iban achicando los ordenadores también se iban achicando los dispositivos de almacenamiento que se usaban en ellos. Pasamos de los diskettes a los CDs, pendrives, tarjetas SD y así sucesivamente. Hoy lo que está de moda y que, al parecer, llegó para quedarse, es la nube que resumiendo es a lo que se le llama el almacenamiento de todo tipo de datos en la red. Muchos, el que escribe es uno de esos muchos, dejaron de usar DVDs o discos Blu-ray para ver películas/shows y lo que se hace es o realizar streaming a través de sitios web o descargar el archivo junto con el subtitulo y ejecutarlo cuando plazca. Ir a alquilar una película es algo que quedó, para los más amigos de la tecnología –y no tan amigos también- en el pasado. Servicios como Netflix, Hulu, YouTube o Cuevana están ayudando a que este proceso se achique en el tiempo.
Les voy a contar algo que me dijeron en la redacción (sí, trabajo en una) cuando les comenté que estaba pensando en adquirir una de las nuevas MacBook Air. Lo primero fue: "Pero no tiene lectora". Tienen razón, no tiene lectora de DVD pero mi respuesta fue: "En los últimos 2 años usé la lectora de mi notebook unas 5 veces". De esas 5 veces, todas podrían haber sido evitadas. Hoy, al menos para mí –y sé que también para muchos, sobre todo los que estén constantemente conectados-, es más importante el tamaño de un ordenador que usaré para transportar que si tiene o no un lector de DVD o de tarjetas de memoria.
Pero esto no está sucediendo sólo con los ordenadores portátiles. Sin ir muy lejos e la última actualización de las Mac Mini desapareció la lectora. Leí a muy poca gente quejarse por esto.
Hay algo que es cierto y que debería evolucionar notablemente para que esto no afecte negativamente a nadie. Los países en vías de desarrollo tendrían que mejorar sus conexiones. En algunos países como Suiza o Finlandia descargar algo de 3GB toma minutos. Esto en un país tercermundista es algo tedioso que podría llegar a tardar muchísimo y, si quieren achicar el tiempo, se tendrá que desembolsar una fortuna.
Pero los que allanan el camino de la tendencia tecnológico no son estos países y el primer mundo no los esperará. Apple permitió que los usuarios de su sistema operativo descargaran la última versión a través de la red y esto es un claro ejemplo de dónde está dirigiéndose el mundo tech en la actualidad.
Y hay muchos más ejemplos. ¿Espacio para música? No lo necesito, tengo Grooveshark y Spotify. ¿Fotografías? Tengo Picasa. ¿Documentos? Google Docs. Hace un tiempo tener 256GB de espacio en el disco era poquísimo. Hoy es lo único que necesitamos junto con un disco externo, para los más cuidadosos, para hacer copias de seguridad –y que se terminarán haciéndose online, recuerden esto-.
El sistema operativo de Google que usarán las Chromebook llevó todo esto al extremo. Sólo permite conectarse a Internet y todo lo que se puede realizar es a través de la red. En un mundo utópico con conexión en cada rincón del planeta este sistema operativo sería glorioso porque prácticamente no necesitaría demasiado hardware para funcionar.
Lo que es seguro es que los discos ópticos, memorias y demás dispositivos de almacenamiento se harán cada vez más pequeños y, eventualmente en no demasiado tiempo, terminarán desapareciendo.